Lo disfruté muchísimo porque me hizo recordar aquellos tiempos cuando asistía a los entrenamientos del Menedy en el Filosofado o en el Cejusa. Regresan fácilmente 20 años y la nostalgia despierta en mí esa necesidad de enseñar a los niños y a los padres el porqué el futbol es una disciplina que ayuda en la formación de futuras generaciones.
Desde los 9 años de edad he sido parte de un equipo de futbol. Esto sumado a que en mi casa, por la historia de mi padre en el futbol, fui tratado como un profesional desde temprana edad. Un día antes de los partidos tenía que dormir temprano, comía lo que un profesional come así que prácticamente vengo siendo (por lo menos en actitud y mentalidad) un profesional.
Ahora bien, después de 16 años de carrera futbolística, con toda la historia que he acumulado en este tiempo, así como las experiencias que me ha dejado cada equipo, cada entrenador y cada compañero de trabajo, puedo decir que estos son los valores que el futbol brinda y que los padres de familia deben tomar en cuenta para utilizar cualquier disciplina deportiva, no solo el futbol, como herramienta para educar a sus hijos.
- Disciplina: desde temprana edad supe lo que quería ser (futbolista profesional) y los sacrificios que requería para conseguir tal sueño. La disciplina es la constancia con que se van repitiendo ciertas actitudes, patrones que llevan al niño, en este caso, a lograr lo que quiere. El atender a entrenamientos todos los días, llevar una dieta adecuada, igual que comportamientos fuera del entrenamiento son parte de la disciplina. Día a día se deben repetir para lograr llevar una carrera exitosa. Esto lo pueden utilizar no solo en el deporte, también en el estudio, en el trabajo, en las relaciones. La disciplina es lo que diferencia a los ganadores de los mediocres.
- Respeto: dentro de un partido de futbol, el respeto al rival y el respeto al esfuerzo del compañero por cierto movimiento que realicen. El respeto en la convivencia de igual manera es importante, nosotros pasamos mucho tiempo conviviendo con compañeros que tienen diferente forma de haber sido educados, diferentes costumbres, diferentes ideales. El respeto es el pilar para conseguir una verdadera y sana convivencia. Siempre tuve presente que “el respeto al derecho ajeno es la paz”.
- Trabajo en equipo: es un valor importantísimo en el deporte. Sin el sentido de trabajo en equipo, no se consigue un verdadero equipo. Lo mismo pasa en las familias, cada hijo junto a los padres ponen sus características positivas para que la familia camine. De igual manera en el trabajo se puede aplicar que el hecho que las individualidades sin un verdadero equipo son como querer que un solo chucho logre que la llanta ruede. Podrá hacerlo determinado tiempo o distancia, pero sin la ayuda de los otros tres chuchos, la rueda puede desprenderse y el auto puede sufrir un accidente.
- Puntualidad: uno de mis valores favoritos. En el futbol te imponen una multa económica si llegas tarde a una reunión, a un entreno o a un partido. Y como igual que a todos, no nos gusta que nos toquen el bolsillo, son pocas las veces que me han tenido que multar. Creo que la puntualidad es un valor que representa respeto no solo al trabajo en equipo sino a uno mismo. Si los demás pudieron llegar a tiempo, ¿por qué uno no pudo? Siempre trato de llegar 5 minutos antes a todas las citas, ya sea en cuestión de futbol o en reuniones de trabajo. La puntualidad habla mucho de la persona.
- Honestidad: es un valor que pocas personas y pocos futbolistas perciben. Ser honesto con uno mismo y con el equipo se refleja en muchos momentos. Desde la manera en que se realiza cada entrenamiento hasta el cuido personal representa el grado que queremos poner en riesgo la actuación del equipo en el partido del día domingo. Si me desvelo antes de un partido y no estoy al 100% para realizar mi trabajo, conlleva a que no contribuyo a que mi compañero y mi equipo estén al 100%.
- Solidaridad: en pocos equipos, los que llamamos equipos de verdad, he notado que se da este valor en su totalidad. Normalmente son estos equipos los que logran cosas importantes y que perduran con el tiempo. Solidaridad es “estar hasta la muerte” (en sentido figurado) por el compañero. En las buenas y en las malas, en momentos lúcidos y en momentos de desconcentración, es estar a la par del compañero para lograr juntos el logro de los objetivos. Durante cinco campeonatos viví un ambiente de solidaridad en el Municipal Pentacampeón, cuando empezaron a surgir fisuras en el seno de la solidaridad fue cuando realmente perdimos la posibilidad de salir campeones. Me atrevo a decir que hasta el día de hoy, Municipal no ha logrado reunir jugadores solidarios que consigan logros que perduren en el tiempo.
- Fortaleza: en muchos momentos de un partido o hasta en largos periodos de tiempo como un torneo, el jugador y el deportista son probados constantemente en su fortaleza. Ya sea por medio de una mala jugada que rápidamente debe reponerse para no cometer más errores, o en un torneo donde no logras ganarle a nadie y estás a punto del descenso o más aun debido a una lesión donde no tienes el control de la situación pero sí de la manera en que reaccionas ante la adversidad. El practicar deporte te ayuda a trabajar tu fortaleza porque a cada instante estas compitiendo con un adversario, con uno mismo o contra algo mayor que no puedes controlar.
Y así, puedo seguir enumerando valores que la práctica de un deporte puede ayudar a desarrollar en cualquier etapa de la vida. Lo ideal es exhortar y apoyar a los niños a la práctica del deporte, así su personalidad va siendo moldeada de buena manera para que esté preparado a la competencia de toda índole que será sujeto durante toda su vida.
Si volviera a nacer, volvería a practicar deporte y más aún de alta competencia. El futbol me ha regalado muchas cosas y, entre ellas, la posibilidad de darme cuenta que el deporte es parte importante en la vida del ser humano.
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