Un voto por la salud mental: Thelma Cabrera

Si se les aplicaran pruebas psicológicas a muchos de ellos, posiblemente se descubrirían muchos síntomas de grave deterioro. Uno no podría confiar en dejar a sus hijos al cuidado de estos personajes, mucho menos confiarles el destino del país.

Pero la salud mental de los candidatos no es un criterio que se tome en cuenta por más consideraciones válidas e importantes que se hagan en este sentido. Es evidente que la salud mental no sustituye el proyecto político de los candidatos, el sentido histórico de sus candidaturas, las fuerzas que representan, la transparencia en las finanzas, la preparación (en la que se incluyen experiencias, liderazgos, logros de vida, etcétera) y otros más. Pero no estaría mal considerar la salud mental de los candidatos como un posible criterio para votar por ellos.

Y, pese a que no es posible hacer un perfil de cada candidato, quisiera señalar dos aspectos que constituyen síntomas de la salud mental de Thelma Cabrera frente a la mayoría de los demás aspirantes a la presidencia: su sencillez y su capacidad de reírse de sí misma.

En primer lugar, los principales candidatos a la presidencia andan en carros de lujo, en helicópteros, acompañados de guardaespaldas, con un gesto adusto y de preocupación. En cambio, Thelma Cabrera es una mujer sencilla. De acuerdo con un reportaje de Nómada, ella les concedió una entrevista a los periodistas de este medio después de ir a una tienda a comprar un jugo y una galleta para almorzar a las seis de la tarde.

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Por otra parte, uno no se puede imaginar a candidatos como Sandra Torres o Alejandro Giammattei riéndose de ellos mismos. Al contrario, parte de la construcción del candidato a la presidencia, y también de ciertas características personales, es un permanente ceño fruncido y la ambición de poder. En cambio, Thelma Cabrera aparece en una entrevista hecha por el diario El Espurio riéndose abierta y francamente de un meme que le hicieron. Sencillamente no me puedo imaginar a la mayoría de los candidatos con ese gesto espontáneo.

Por lo menos desde quien esto escribe, uno de los aspectos más sorprendentes en estas elecciones ha sido el crecimiento de la candidatura de Thelma Cabrera y del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP). En un país racista, sexista y clasista, su candidatura constituye un desafío a los imaginarios prevalecientes.

Además, ella y el MLP han sido muy claros en su proyecto de país, que incluye aspectos como una asamblea constituyente y la nacionalización de la energía, sobre los cuales muestra ventaja respecto a los demás participantes. Sin embargo, también quería señalar estos aspectos que usualmente se pasan de largo, pero que hablan de su calidad humana y de su salud mental.

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P. S. Con la doctora Dina Elías hemos hablado de la importancia del tema de la salud mental en la política, aunque el punto de vista de esta columna es responsabilidad del autor.