Un favorcito

Estas formas de utilizar el idioma confunden muchas veces a otras personas, que aunque hablen castellano, no comprenden esta forma de ser nuestra. Muchas personas consideran esto como hipocresía y otras como servilismo.

Yo considero que esa forma de hablar refleja muchas situaciones sociales que nos contaminan y corrompen. Los ciudadanos no debemos pedir favores a los funcionarios ni a los empleados públicos. Primero porque no deberíamos pedirle a nadie algo que no es legal y segundo porque lo legal no es favor, es obligación. Esto responde a un deber ser que no es en Guatemala.

En las instituciones públicas se debería fomentar la actitud de servicio, cuestión que no es muy común. Pero además de la actitud de servicio es importante que tengamos las herramientas que eviten el que se pidan favores. El acceso a la información es un derecho para los ciudadanos, pero antes que eso es un deber del funcionario.

El deber del funcionario consiste en entregar la información pero, además, debe hacerlo de tal forma que al ciudadano le sea fácil de entender y acceder. Las nuevas tecnologías nos permiten precisamente eso, llegar a mucha gente, de forma inmediata (en tiempo real) y sin pedir favorcitos.

Hace más de una semana se aprobó en el Congreso el Presupuesto de Ingresos y Egresos 2013, hace una semana la Ley de Enriquecimiento Ilícito. Ninguna de las dos leyes ha entrado en vigencia, pero ya no podemos esperar un mes para saber qué contienen estas importantísimas leyes. Trate usted de conseguirlas… es un calvario de favores sin sentido.

No tenemos que esperar un mes para poder fiscalizar la calidad de ambas leyes. Hoy por hoy, poco se puede decir ya que nadie las tiene. Yo no me siento cómoda aplaudiendo o abucheando diputados sin saber cuál es el contenido de la Ley de Enriquecimiento Ilícito, porque la hazaña no fue aprobarla solo porque sí, lo interesante es ver su contenido pero ese nos lo vedan.

Con las herramientas digitales no deberíamos estar llamando insistentemente al Congreso para acceder a iniciativas, dictámenes o leyes, todo esto debería estar al alcance de nosotros los ciudadanos, en línea y de la forma más inmediata posible.

Los favorcitos dejémoslos para el vecino o la amiga, al próximo presidente del Congreso yo le exijo que modernicemos el Congreso para que los ciudadanos tengamos acceso rápido y fácil a las leyes, dictámenes, enmiendas, resoluciones, etc.