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Treinta años después

El rostro no es otro que el de Helen Mack, cuya persistencia llevó al cambio trascendental del modelo inquisitivo al acusatorio, así como a la separación de ámbitos entre la PGN y el MP.
Tipo de Nota: 
Opinión

Treinta años después

10 de Septiembre de 2020
Palabras clave

Han transcurrido tres décadas desde la noche en la cual Noé de Jesús Beteta Álvarez asesinó a la antropóloga Myrna Elizabeth Mack Chang por órdenes del Estado Mayor Presidencial (EMP). Desde los primeros momentos, durante el procesamiento del cuerpo de Myrna, la maquinaria de impunidad, sólida y estructural en 1990, se aseguró de no dejar huella.

El entonces director de la Policía Nacional, Julio Caballeros Seigné, por ejemplo, indicó que no se había podido procesar debidamente la escena porque esa noche había llovido. Tal y como consta en los documentos del juicio contra Beteta, un informe del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) desmiente dicha afirmación. Es ese uno de los tantos textos que forman parte de los más de tres mil folios de que consta el expediente, tramitado con base en ...

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