Durante días, los rumores ubicaban la decisión de la CC en la posibilidad de retrotraer el proceso hasta la elección en el Congreso, al menos para el caso de los listados de magistrados de Salas. Finalmente esto no fue así, y ahora nos enfrentamos a un escenario de la más pura y dura realpolitik. Al igual que la Corte Suprema de Justicia en su decisión sobre los antejuicios de la semana pasada, la CC ha valorado que no son suficientes las pruebas presentadas, y que no están comprobados los varios casos denunciados de influencias externas, conflictos de interés, discrecionalidad y falta de idoneidad de los magistrados electos.
De nada han valido los pronunciamientos del Sistema de las Naciones Unidas, la OEA, y varias organizaciones internacionales y nacionales de jueces. Tampoco sirvió el argumento de CICIG sobre la unidad del acto, que imposibilitaba repetir la elección de magistrados a partir de un punto determinado, y que por tanto pedía la repetición de todo el proceso. De la misma forma, los reclamos de importantes grupos de jueces sobre la aplicación de la Ley de la Carrera Judicial, y la especial importancia que debe darse a esta, quedan desestimados.
Sin embargo, quedan pendientes otra docena de amparos presentados frente a jueces de otras instancias, en diversos aspectos de las Comisiones de Postulación. Si bien es poco probable que cambie el resultado final de este proceso, lo cierto es que desde el punto de vista jurídico, aún quedan cuestiones por resolver, y eso no genera certeza jurídica.
Las debilidades y vacíos del sistema de comisiones de postulación no han sido borradas por esta sentencia. Y estarán ahí, dentro de cinco años, cuando se repita un proceso semejante, seguramente con varios magistrados de las Salas de Apelaciones buscando su reelección, o una plaza en la Corte Suprema de Justicia y compitiendo en desventaja con abogados en el libre ejercicio de la profesión. La repetición de “tú me eliges, yo te elijo”, de los postuladores que son postulantes… y del crecimiento exponencial de las facultades de derecho.
Recomponer la credibilidad ciudadana en el sistema de justicia debería ser uno de los primeros pendientes del OJ. Tarea difícil en un año electoral.
¿Este es el fin del proceso? La respuesta obvia es no. A continuación viene esa decisión sobre la procedencia de una amnistía que lleva más de un año esperando que se conforme una sala que quiera decidir en el tema. Y ese es el tema de fondo: justicia o impunidad.
Al final, Hollywood podría tener otro argumento para un thriller… solo habría que decidir quién quiere ser el sucesor de Castresana, el Rey del Tenis o Gudy Rivera.
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