SOS Usac

La propuesta de SOS Usac es básicamente recuperar el espíritu de una elección primaria con dos precandidatos y una precandidata al puesto de Rector/a de la Universidad de San Carlos de Guatemala. La idea es entonces votar el 23 de marzo como estudiantes, docentes o profesionales colegiados por la planilla de SOS Usac que nos corresponda y luego se decidirá quién disputará la rectoría: Gladys Bailey, Raúl Molina o Jordán Rodas. 

Las tres personas tienen una trayectoria digna, con un posicionamiento político para devolver a la Usac la autonomía que ha perdido en manos de mafias que la han capturado desde diversas facultades y escuelas no facultativas.  Y no es un secreto que la figura más conocida es el procurador de los derechos humanos Jordán Rodas, de manera que la propuesta política y académica no ha carecido de confusiones entre quienes en principio pensábamos que solo había un candidato.

Debo repetirlo, la Usac está en manos de las mafias. Estuardo Gálvez y Murphy Paiz, ambos en prisión preventiva son una muestra del aparato clientelar, corrupto y criminal que encuentra en la Usac un negocio más por múltiples razones como el control aunque sea parcial del 5 % del presupuesto de ingresos y egresos del Estado, el acceso al control de comisiones de postulación, y el manejo clientelar de puestos administrativos y académicos. 

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El enemigo a vencer no es fácil de identificar porque en realidad se trata de redes que se vascularizan hacia y desde los partidos políticos, grupos de poder y gremios profundamente corruptos. Sin embargo, se ha destapado el gallo del pacto de corruptos, el actual Decano de la Facultad de Humanidades Walter Mazariegos Biolis que, parece disponer de recursos ilimitados para repartir churrascos, licores, favores y promesas para quienes se sumen a su proyecto. Pero él no está solo. Sobran joyas en facultades como Derecho, Ciencias Económicas o Arquitectura por citar solo algunos casos visibles.

Si finalmente tendremos una rectora o un rector progresista que, demuestre independencia de las mafias, se habrá ganado mucho para la Usac, pero debemos tener claro que solo se habrá ganado una pequeña batalla. La Usac como muchas instituciones grandes, puede asemejarse a un gran navío con un timón pequeño, muchos remeros independientes, motores, lastre, fugas y por supuesto ratas. Pese a lo anterior, en ese gran navío la mayoría son estudiantes y docentes que sobrepasan las 200,000 personas y que viven la experiencia de la educación superior haciendo aportes inenarrables para el país, cada día. Esa mayoría y el país en su conjunto merecen que tengamos una rectoría digna.

No olvidemos ir a votar el 23 de marzo de 2022 donde nos toque. Como profesionales colegiados, alumnos o docentes. Esta es posiblemente una de las últimas oportunidades para tratar de sanear la rectoría y esperemos que también este sea un precursor de la postergada reforma universitaria.