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“Somos un riesgo como país”

Avanza presión regional, pero tras la implementación de plan Colombia y Mérida se triplicó la producción de droga en el sur
Narcos ofrecen miles de dólares en un intento de comprar a los soldados para penetrar al ejército y captar información.
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“Somos un riesgo como país”

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Jefe de Fuerza Naval analiza lucha contra el narcotráfico

El contralmirante Roger González, jefe de la Fuerza Naval de Nicaragua, dirige  a un grupo de 800 soldados que se enfrentan al narcotráfico en una región donde los traficantes frecuentemente mudan de estrategia para lograr sus objetivos.

El Ejército suma 125 toneladas de cocaína incautadas desde el año 2000, una de las cifras más sobresalientes en Centroamérica según el alto mando militar.

“Siendo Nicaragua el país de Centroamérica más grande, pero además el que más costas tiene, es el que menos ha sido afectado por el narcotráfico.  Decimos esto porque la incidencia del crimen organizado en nuestro país es mínima. Nosotros podemos seguir diciendo que Nicaragua es el país más seguro de Centroamérica”, dice el militar en su oficina en Managua, donde enfatiza la colaboración entre distintas instituciones nacionales y a la voluntad del gobierno, en aras de luchar contra el narcotráfico, a lo que llama muro de contención.

Aunque dice que no hay un sitio controlado por los narcos en las regiones del caribe nicaragüense, cuya situación desmenuza, sí reconoce que hay cierta penetración en las comunidades y menciona casos como Sandy Bay, al norte, donde se pueden ver hermosas construcciones producto supuestamente del negocio ilícito.

Y cuenta, para destacar la honra de sus soldados, que a éstos les han ofrecido hasta 15 mil dólares para obtener información, a lo que se han opuesto pese a que ganan un promedio de 150 dólares al mes.

Relata un episodio cruento. Después de un operativo en la comunidad remota de Kumuuatla, donde lograron acabar con una base logística, ocho comunitarios se trasladaron a Puerto Cabezas y luego fueron llevados a Honduras, avisados por conocidos de que el Ejército intentaría algo, sin embargo, llegando allá, fueron liquidados, acusados de haber ofrecido la información a los militares.

Esta vez las víctimas no fueron del propio Ejército, cuyos soldados en diciembre de 2009 fueron atacados en una emboscada en Walpasiksa, en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN). Hubo hasta muertos, y sobre ese caso también amplía en esta entrevista brindada a Confidencial.

 

Hace algunos años usted planteaba que en los trabajos que ustedes hacían existía presencia de narcos mexicanos, ¿sigue igual o ha cambiado?

Al asumir los carteles mexicanos, el traslado de la droga (al norte) por distintas vías, pues entonces el colombiano ha quedado a solo vender en su país y se utiliza personal colombiano para el traslado, también hondureño, hemos capturado en este año 12 colombianos, seis hondureños, en actividades de narcotráfico.

Eso te permite ver que ya el colombiano está siendo utilizado para el traslado, tomando en cuenta que tiene experiencia, y que los carteles mexicanos son los que realmente están llevando la droga hacia el norte.  Entonces tomando en cuenta eso, hay carteles mexicanos que están dominando en Centroamérica. En Nicaragua hay presencia de mexicanos.

 

¿De quién, Sinaloa?

El del Golfo, la Familia, Sinaloa, pero también están tratando de crear o tener base social, bases que les permitan a ellos poder lograr reabastecimiento, permitir la parte de refrescamiento de los mismos tripulantes, y en determinado momento garantizar la seguridad de la droga durante un día para luego ser trasladada posteriormente hacia el norte. En ese sentido, ha incidido en algunos comunitarios, que son lo mínimo, no las comunidades. Nosotros conocimos Walpasiksa…

 

Intentan penetrar al ejército

¿Cómo afecta la moral de la tropa cuando se ven sometidas a este tipo de ataque?

Nosotros hacemos un trabajo permanente en nuestro personal que debemos garantizar la vida nuestra en las operaciones, pero no estamos exentos de llegar a un enfrentamiento como ya lo habíamos tenido. Tenemos riesgos y un riesgo es que durante una operación se dé un enfrentamiento y tengamos compañeros que salgan heridos o muertos como en Walpasiksa.

Pero también corrés el riesgo, y nosotros no lo ocultamos, que vos como estructura de este gobierno, como estructura que enfrentás el narcotráfico, tengás la incidencia de estos operadores que buscan base social hacia el personal del Ejército, en este caso de la Fuerza Naval, y hay incidencia en la búsqueda de información, en tratar de atraer personal con prebendas, dinero y otras cosas hacia ellos. Pero bueno es un trabajo que nosotros lo llevamos desde adentro en el interés de poder enfrentarlo. Estamos claros que se va a dar, no estamos exentos nosotros como Ejército ni Policía.

 

¿Cuánto les ofrecen?

500 dólares, 1 mil dólares, 8 mil dólares, 15 mil dólares, pues depende qué, pero bueno, estamos  claros que va suceder. Tratamos de ver, de irlo reduciendo, y que nos permita conocer y que la gente nos dice: fulano de tal llegó y me ofreció esto, así tranquilamente. Nuestras unidades son públicas, las capitanías de puertos  están allí, en lugares donde no hay otra autoridad más que nosotros. La población llega a solicitar apoyo y así llegan personas en el interés de buscar a compañeros nuestros buscando información.

 

¿Qué situación los inquieta como Ejército en el Caribe, en relación a la penetración de las comunidades?

Desde el año pasado iniciamos un trabajo en El Caribe de ir golpeando el tráfico de drogas, pero también ir tratando de ir cercando y eliminando esos pequeños grupos de apoyo logístico que éstos han venido creando. A inicios de este año logramos desarticular una de las estructuras, digo en el sentido de las personas que estaban dirigiendo este aseguramiento logístico, dos colombianos, dos hondureños y que tenían armamento. Capturamos en febrero, o marzo, 16 armas de guerra entre M16 y M4.

El  M4 es uno de los mejores fusiles que hay, sofisticado. En el mercado norteamericano ahí los encontrás.

Esto te demuestra dos cosas: saben que los estás golpeando y que ellos saben que no estás jugando, y están buscando como protegerse en interés de atacar a nuestras unidades como se ha venido dando.

Logramos desarticular  una parte en Kumuuatla y otras que teníamos al sur de Bluefields en el sector de Willing Key, y ahí hemos venido golpeando, que nos ha permitido poder tener resultados positivos.

 

¿Hay una zona en el país que sea eminentemente narco?

 A estas alturas consideramos que donde se podía creer que podía estar, nosotros estamos ahí, que es Sandy Bay, la parte norte de Puerto Cabezas, que en un momento consideramos que podía estar en esas características. Nosotros tenemos presencia, se ha logrado avanzar bastante y vamos hacia el norte y hacia el sur, entrando a las comunidades en ese enfrentamiento.

 

¿Qué cosas se ven allí, la otra vez miré una noticia donde hablaba de millones de dólares incautados?

Capturamos cuatro millones de dólares en Corn Island hace dos, tres años, y  la semana pasada dos personas que iban con diez mil dólares hacia el sur, ¿qué van a comprar?

 

Me dicen que se ven construcciones.

En Sandy Bay ves casas bien construidas, el mismo Bluefields, a veces ves en Bluefields casas que hoy las ves bastantes dañadas, mañana las ves hasta de dos pisos.  Igual en Sandy Bay Tara. Pero ya esa incidencia la ves que ha venido disminuyendo.

 

¿Y esos son narcos?

Aparentemente pues podría decirse, porque no sé que otro trabajo más rentable puede ser, después del buceo y la pesca de la langosta y el camarón sea mucho más rentable que te permita a vos en menos de tres, cuatro meses, pasar a de una construcción modesta, a lo mejor de tabla, a una construcción de dos pisos y concreto, en áreas donde llevar el material es carísimo.

 

Cómo operan los narcos

¿Cómo funciona cuando hay un traslado de droga, cómo se avisan los comunitarios, quién llega a comprar?

Esos pequeños operadores que tienen en las comunidades se informan,  ves teléfonos satelitales por todos lados. Aunque no vaya a llegar la droga a su lugar, pero esa persona ligada al narcotráfico conoce que hay un movimiento de droga, hay personas que se mueven. A veces hay movimiento de lancha de Panamá a Costa Rica, están saliendo, nosotros desplegamos nuestro personal por esas mismas características porque al caer en la persecución se tiran a la costa, y vos a veces ves a comunitarios caminando en la costa. 

Estos andan cansados, andas desestresándose, podría decir cualquiera (ríe). A veces no rescatar la droga, pero tal vez rescatar a la tripulación, esconderla, que no sea capturada por nosotros, eso le da su rédito, su beneficio. Hay cosas que logran manejar. A veces llega una lancha, se vara, vamos en persecución y de repente encontrás diez o 15 personas apoyando, de repente vas  a buscar y no encontrás a nadie. Todos son comunitarios. A veces cuando llegás a la costa a veces mirás que te quieren quitar la droga, no nos ha pasado como en otros países donde vos mirás que llegan y le quitan la droga al personal militar. No nos ha pasado. Hay sus comunicaciones. Su información.

 

¿En cuánto le compran la droga?

Un kilo se está manejando, un taco, en cinco mil dólares. Si recuperan un saco de 25 tacos, 25 kilos,  estás hablando de unos cuantos dólares.

 

¿Y la gente que lo compra es del mismo sitio?

Normalmente es gente que baja, o que tiene contactos con gente del norte. La venden en el norte las pagan y regresan a dejar el dinero. Ahí son los problemas que dicen encontraron muerto a fulano. Saben que fue a vender, viene con reales, lo esperaron por algún lado y lo mataron.

 

¿Han ocurrido bastantes casos de esos tumba-drogas?

No tantos. En Honduras bastantes se dan. Aquí se dan, pero pocos. Es característica de ellos. Con la operación que hicimos en Kumuuatla hubo acciones represivas de los narcotraficantes, en el sentido de que denunciaron que ellos nos habían pasado información a nosotros. Hubo ocho muertos, y los mataron en Honduras. Los trasladaron primero a Puerto Cabezas y en Honduras los facturaron.

Esa fue una base logística. Allí encontramos más de 180 barriles de combustible, había 56 llenos, tres lanchas, 16 fusiles de guerra, un campamento.

Ellos tienen otra gente en Puerto Cabezas, de allí los llamaron, porque nosotros capturamos allí a un hondureño, un colombiano, otro colombiano que apareció después muerto, un nicaragüense que era el jefe de logística de Ruiz Cano, el de Walpasiksa. A partir de allí hicieron sus movimientos. En el Caribe hemos ido entrando, realmente estamos incidiendo.

 

¿Hay alguna diferencia entre el impacto del narco en el norte y en el sur?

No. Mantienen las mismas características. En el Sur hay alguna modalidad que varía un poco. Tomando las características lo que hacen es jalarte la droga hacia el centro del país, no es lo que hace la otra parte que te la lleva hacia el norte, hacia Honduras. Dependiendo de la situación, en el caso del sur, pueden trasladarla hacia el centro del país.

 

Contralmirante, se dice que los recursos de Nicaragua son pocos, ¿cuánto invierte el país en la lucha contra el narco?

Realmente nosotros involucramos alrededor de 800 hombres en armas, en el enfrentamiento tanto en el caribe como en el Pacífico,  más en el caribe que en el pacífico, todas las unidades de superficie, tenemos siete guardacostas, tenemos 40 lanchas rápidas que nos permiten pues con eso y nuestro personal realizar las operaciones.

Hay intercambios de información con agencias internacionales, tenemos contacto con la parte sur y norte de Nicaragua, agencias que trabajaban en esto y nos permite captar alguna información, tenemos informaciones internas que nos ayudan a ir evaluando los procesos y cómo poder conocer un poco los movimientos que se puedan dar.

Eso nos ha permitido la efectividad, y el otro elemento importante es el personal que como Ejército se conforma. Y está integrado a esto, es un personal dispuesto a  salir a cualquier hora. Hay criterios para la selección, nosotros reclutamos por voluntad propia, el hombre que viene está claro que viene a defender a su país, a su familia, estando en el Ejército. Eso es una fortaleza.

 

¿Cuánto gana un soldado de estos que usted dice que le ofrecen 500 dólares o más?

Un soldado nuestro anda por 3,500 córdobas, casi 150 dólares tal vez, pero ahí está el valor de ese hombre, que está ahí con su decisión y su mística de ir a defender a su país.

Meternos en una lancha nuestra que no tiene condiciones para nada, cuatro o cinco días en el mar, con mal tiempo, con lluvia, con sol, y cinco días estar en el mar, esperando en una operación, no es lo mismo que en los guardacostas que tienen mejores condiciones, pero en una lancha todavía no. Es una lancha de cuarenta pies y ahí la gente hace todo.

 

Las incautaciones

¿Cuántas incautaciones han hecho?

 Nosotros llevamos como Ejército como 125 toneladas desde el 2000 a esta fecha. Este año llevamos tres toneladas.

 

¿Hay algún cálculo de cuánto es la droga que se pasa?

Con esto de la droga es como contradictorio, porque cuando se implementó el Plan Colombia, fue mil 800 millones de dólares de un inicio, en ese entonces se decía que se producían 500 toneladas al año.

Con el Plan Colombia surgió el plan Mérida, que es de México hacia Centroamérica con otra cantidad de dinero, vos ves que en vez de bajar la producción, se estima que este año sea de 1,500 toneladas al año a 1,700, qué te dice. ¿Cuál es el beneficio del Plan Colombia es una buena pregunta para hacérsela a los colombianos y a los estadounidenses?

 

Esa presión que se ejerce contra los narcos en América del Sur y México, ¿cómo lo perciben ustedes, como un riesgo?

¡Somos un riesgo como país! En ese sentido se ha logrado ir trabajando en las fronteras nuestras y en las aguas nuestras. Vos venís presionando, qué le pasó a Guatemala, vos venís presionando, con el accionar de México, Guatemala es un país con dificultades serias, pero ves que Salvador y Honduras, vos ves ahí ese triángulo del norte como se llama, la situación es muy difícil.

Vos ves hacia el sur nuestro, ¡Costa Rica y Panamá, bodegas del narcotráfico! Hay un empuje del sur hacia el norte de pasar droga, pero también hay un empuje de tratar de eliminar el crimen organizado. (…)

Eso como país lo veníamos visualizando y hay trabajos directos. El Golfo de Fonseca es un objetivo esencial, y cualquiera se te llega a meter en esa área, es de mucha atención nuestra. Se ha hecho trabajo bastante bueno. Esos elementos, la fortaleza de tu personal, la combinación del esfuerzo, del Ministerio Público, en enfrentar este caso, es una fortaleza. Eso ha permitido hacer un muro de contención.

RECUADRO

La fortuna de la droga

El Ejército estima que un kilo de cocaína recuperado por los comunitarios en el Caribe nacional, los narcos lo pagan en 5 mil dólares en el país. Pero en Estados Unidos, ese mismo kilo, llega a costar entre 25 mil y 50mil dólares.

“Ahí los preparan los químicos. De un kilo te sacan diez, una manera fácil de reproducir no sé cuántas veces un kilo de cocaína es el caso del crack. Nosotros llevamos 125 toneladas incautadas desde 2000 a  esta fecha, varios millones”, dice Roger González, jefe de la Naval. La cifra pagada a 50 mil dólares en Estados Unidos equivale a 6, 250,000,000 dólares.

Recuadro

Nicaragua ejerce soberanía en área en disputa

El jefe de la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua, asegura que Nicaragua  ya ejerce soberanía sobre el territorio marítimo en disputa con Colombia, donde han realizado al menos tres operativos a lo largo del año.

Según el militar, el país está ejerciendo soberanía en el área que se le reconoció a Nicaragua en la sentencia del caso de Honduras en La Haya y han capturado embarcaciones, dos jamaiquinas y una dominicana.

La Corte dijo en el 2007 que el meridiano 82 no es frontera entre Honduras y Nicaragua, recordó González.

La razón de la detención de estos tripulantes es que “las encontramos faenando en nuestras aguas. Y en determinado momento vamos a requerir de otros medios, tal vez con un mayor porte,  un poco más grande, pero sí estamos ejerciendo soberanía en nuestras aguas. Hay tres operativos este año, y no digamos los de años atrás. Hay más”, aseguró.

Nicaragua reclama ante La Haya desde el seis de diciembre de 2001, la soberanía sobre las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, además de los cayos de Roncador, Quitasueño, Serrana y Serranilla, y la delimitación marítima.

 “Nosotros esperamos una victoria y completa”, en el juicio contra Colombia en La Haya, indicó González, y agregó que el país tiene capacidad para ejercer soberanía hasta el meridiano 80 y más allá si es posible.

 por:

Octavio Enríquez

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