Si Guatemala fuera una canción

Hice la pregunta en Twitter y obtuve otras respuestas. Si Guatemala fuera una canción sería Hurt, me dijeron varios. Pero la versión de Johnny Cash, pensé, pues, con el perdón de Trent Reznor, Cash logró una interpretación mucho más emotiva, que duele como este país, como este imperio de suciedad, de injusticias, de sistemas corruptos y de incoherencias descomunales.

Y es que la nuestra es una historia de desamor en la cual los políticos han usado y abusado del Estado, de nosotros como ciudadanos. En este caso, Guatemala sería Ella usó mi cabeza como un revólver, de Soda Stereo. Tanto nos han mentido, robado, matado, violado e irrespetado que han incendiado nuestra conciencia y casi llegamos a creer que esta condición de impunidad y vacío es un lugar normal.

Alguien aportó que el país «se está pudriendo y se está pudriendo más», como en Pudriendo, del álbum debut homónimo de Fobia. Otra persona me dijo que Guatemala sería Loser, de Beck. Básicamente, un país perdedor.

Pero no. Hoy estamos despertando bajo el sol y bajo la lluvia como en Awakening, de la banda californiana Switchfoot. Al parecer, estamos aprendiendo a no dejarnos controlar o degradar, y de este despertar seguro saldremos victoriosos. Y quizá por eso en estos días podríamos ser Uprising, de Muse, joya del álbum The Resistance.

Ahora no tenemos por qué ser una canción triste, oscura, que duela. Hoy los ciudadanos somos los compositores de nuestra propia canción, y quien ha estado en la Plaza de la Constitución estos días ha podido oírla. Y más que cualquier otra, esta canción de vuvuzelas, gritos y tambores eriza la piel, hincha el corazón y habla de esperanza.