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Sergio Ramírez sobre el gran mexicano universal

Y con Fuentes ya se abre la novela moderna que tiene que ver con la dimensión urbana
Bueno, se puede estar en dos listas, en la lista de los premios Nobel como Gabriel García Márquez, cómo José Saramago, o como Mario Vargas Llosa y se puede estar en la otra lista, al lado de Jorge Luis Borges, que es un escritor que nunca le dieron el premio nobel.
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Sergio Ramírez sobre el gran mexicano universal

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”Carlos Fuentes quedó en la lista de los “No Nobel” y dejó una obra para el futuro”

“Maestro y renovador de la novela latinoamericana, autor de una extensísima obra literaria, mexicano profundo y universal, intelectual crítico ante el poder, el único intelectual latinoamericano escuchado en Estados Unidos”, así recuerda a su amigo entrañable Carlos Fuentes, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez.

En esta conversación con el programa televisivo Esta Semana, Ramírez ofrece su itinerario personal para leer la obra de Carlos Fuentes y relata su último encuentro con el autor de “La Muerte de Artemio Cruz”, hace apenas un mes, en la Universidad de Brown en Estados Unidos.

El personaje que describe es un hombre lleno de vitalidad, que acaba de terminar una novela –“Federico en el balcón”-- y habla de la novela que estaba a punto de empezar a escribir, y del inminente retorno del PRI al poder en México. “¿Habrá aprendido el PRI de la historia? ¿Volverán los viejos dinosaurios, o un PRI distinto?, esa pregunta le angustiaba mucho”, dice Ramírez.

 

Se habla de Carlos Fuentes como novelista, como escritor, como intelectual, como un hombre de ideas que tenía una presencia permanente en el debate latinoamericano e internacional ¿Cuál de estas dimensiones perdurará más ahora que él  no está con nosotros?

La de escritor, la de novelista, la de autor de relatos, ésta es la dimensión que siempre perdura en la personalidad de un escritor. Mientras  vive lo acompaña su actitud política, su actitud de denuncia, su actitud crítica,  como la que tuvo Carlos toda su vida, sin pelos en la lengua para referirse a cualquier tipo de tema con una gran lucidez, pero dentro de cincuenta años, dentro de cien años, van a ser sus novelas las que van a ser leídas.

Fuentes y el “Boom”

 A Carlos Fuentes se le asocia directamente con el gran momento de la literatura latinoamericana, con el “boom”, en el mismo momento en que surge García Márquez, Mario Vargas Llosa ¿Qué le aportó la literatura latinoamericana la novela de Carlos Fuentes?

 Fue una feliz coincidencia que en la década de los sesenta se juntaran las obras individuales de estos narradores, grandes novelistas que estas mencionando, este movimiento que se dio llamar el “boom”, por la explosión que significó  para literatura latinoamericana  que un grupo de jóvenes, muy jóvenes, alcanzara esta dimensión renovadora de las letras. Y mientras García Márquez representó lo que se llama realismo mágico, que fue su marca, o fue su matrícula, y Carlos Fuentes representó lo que podríamos llamar la novela moderna en el sentido urbano.

Cuando  se publica en mil novecientos cincuenta y ocho “La Región más Transparente”, que es una novela coral, porque está hablada por muchas voces, sobre la Ciudad de México, por primera vez la ciudad como tal, una megalópolis como México, una gran ciudad,  pasa a ser el gran protagonista de una novela. Ya se abandonó todo lo que significaba la novela rural,  como decía el mismo Fuentes, la última manzana de oro de la novela rural fue Pedro Paramo de Juan Rulfo, otro mexicano.

Y  con Fuentes ya se abre la novela moderna que tiene que ver con la dimensión urbana, las grandes ciudades de América Latina, Caracas, Sao Paulo, Lima, México, y ésta es la literatura que él inaugura, además de un lenguaje que en América latina estaba atrasado, estaba represado, es decir, la novela moderna anglosajona, sobre todo James Joyce, Virginia Wolf, a William Faulkner, este lenguaje nuevo, que ya era viejo para entonces, es introducido en la novela latinoamericana.

Y mucho se ha hablado de que, el mismo Carlos lo reconocía de la gran influencia de “La región más transparente”  es la de John Dos Pasos, por su novela “Manhattan Transfer”, que está hablada así, está escrita así en un lenguaje coral, a muchísimas voces.

Cuatro años después publica “La muerte de Artemio Cruz”, para muchos también considerada como su obra cumbre, supongo no será muy fácil con una obra tan extensa como la de Carlos Fuentes, ubicar cuáles son  los hitos en su literatura 

No es tan fácil decirlo porque la obra de Carlos es extensísima, son muchísimas novelas y libros de relatos los que  escribió, pero sí, “La muerte de Artemio Cruz” es una novela que es típica, porque si “La región más transparente”, es una novela coral, hablada a muchas voces, “La muerte de Artemio Cruz” es un monólogo, y es la primera vez que un escritor mexicano salda cuentas con la revolución como fenómeno político y como fenómeno social, y después de corrupción.

Artemio Cruz es este viejo guerrillero, valiente y a la vez oportunista que,  una vez conquistado el poder,  comienza a enriquecerse, a hacerse primero terrateniente, después banquero, dueño de periódicos, y en el momento en que llega la hora de su muerte detenta un enorme poder financiero y político en México, y la novela está narrada desde una perspectiva de un viejo agonizante que está recordando su pasado, recordando los años de la lucha en la revolución, cómo ha hecho su poder económico, ya cuando no tiene  ninguna oportunidad de redención y lo que le espera es la muerte.

Esta es una novela que, por la forma de narrar, por los temas que toca, como toca la revolución mexicana con esta valentía de palabra, por primera vez es la que se vuelve la novela  arquetípica de Carlos Fuentes, yo no diría que es la mejor, si tomamos en cuenta obras monumentales como “Terra Nostra”, o “Cristóbal Nonato”, que son grandes experimentos verbales también, pues es muy difícil ponerse a escoger, sobre todo un hombre que estuvo escribiendo hasta el momento mismo de antes de su muerte.

Ahora  se va a publicar una nueva novela suya, que es “Federico en su balcón”, que es  alrededor de Federico Nietzsche, el filósofo, y la última vez que hablamos me dijo que ya iba a empezar otra, es decir, eso pasa que a los escritores incesantes lo que se les queda corto es el tiempo.

El mexicano universal

Y aunque abordó muchos temas hay una columna vertebral en su temática qué tiene que ver con México, pero al mismo tiempo Carlos Fuentes es un escritor cosmopolita, es un hombre que está conectado con el mundo, ¿esa doble condición de mexicano, de explorador también de la identidad mexicana, y de cosmopolita, eso viene de  sus orígenes, viene la forma como creció, siendo hijo de diplomático?

Es bien particular la vida de Carlos, porque su padre era diplomático de carrera en México,  y por eso es que él nació en Panamá  porque su padre estaba desempeñando un cargo diplomático en Panamá, pero nació en Panamá,  pero fue a la escuela secundaria en Chile, a uno de los colegios más exclusivos de Chile;  después su adolescencia y primera juventud la pasó en Buenos Aires, de ahí en Suiza, donde estudió derecho y economía. De  manera que en este sentido por  su formación era cosmopolita, porque era un hombre que hablaba de manera admirablemente perfecta el inglés, el francés, y tenía esta formación de ver el mundo, pero desde el ombligo mexicano.

Él siempre regresa a México, a su historia, por la particularidad también tan atractiva que tiene en historia de México que es de capas soterradas, como está explicito en “La región más transparente”, desde el mundo prehispánico que está enterrado ahí debajo la ciudad de México, los templos mayores, las ruinas de lo que fue la gran Tenochtitlán, la época colonial,  el virreinato, luego el México del Porfiriato, o el México antes de Santana, el México de la revolución, el México moderno. Todas  estas capas él pudo irlas explorando, y tuvo la ventaja en su obra de que la historia de México es muy rica, muy representativa, para de ahí proyectarse hacia el sentido universal que su obra tuvo. No hay que olvidar que una obra no es sólo la historia de un país, sino el lenguaje y el poder creativo que un escritor tiene.

Carlos Fuentes obtuvo grandes premios literarios como el Cervantes y el Príncipe de Asturias, muchas veces fue mencionado y nominado para el Nobel de la literatura, no se le confirió como a sus contemporáneos, García Márquez, a Vargas Llosa, y  también al mexicano Octavio paz ¿era importante para Carlos Fuentes estar en esa liga, obtener ese gran  premio mundial?

Bueno, se puede estar en dos listas, en la lista de los premios Nobel como Gabriel García Márquez, cómo José Saramago, o como Mario Vargas Llosa últimamente, que por supuesto es una buena lista, y se puede estar en la otra lista,  al lado de Jorge Luis Borges, que es un escritor que nunca le dieron el premio nobel, y sin embargo el nombre de Borges  cada vez se va haciendo más grande en la literatura universal, el nombre de Borges ya entró, por ejemplo, en la colección de la Pléyade  de la editorial Gallimard en Francia, que es como otro nobel entrar en esta colección, sólo los grandes escritores de la humanidad están ahí.

Entonces,  Carlos quedó en la lista de los “No Nobel”, junto con Borges y otros muchos escritores. Cuando le dieron el Nobel a Mario Vargas Llosa él estaba haciendo eliminado automáticamente, por su edad, y porque esta lotería cae muy de cuando en cuando;  el nobel de García Márquez era del ochenta y uno, el de Octavio Paz fue del noventa y dos, entonces ya no le daba la vida realmente para eso, pero  yo no creo que a Carlos, conociéndolo como yo lo conocí, le preocupara mucho eso, él lo primero que hizo fue ir a felicitar a Vargas Llosa, no era un asunto que a él le preocupara tanto, no, quedar o no en esa lista, yo creo que la obra de Carlos es una obra para el futuro.

 ¿Para los escritores de tu generación, para vos en particular,  Fuentes tuvo alguna influencia particular en tu desarrollo como escritor?

Yo creo que mucha. Yo me enfrenté a cuatro escritores como la generación siguiente al “boom”: a Cortázar, del que aprendí mucho, de sus cuentos, de la maestría con que escribía sus cuentos, luego “Rayuela” fue un símbolo para mi generación, un símbolo de descontento de rebeldía, de protesta, esta es la novela símbolo de mi generación, “Rayuela”.

Luego esta la obra de García Márquez que era como el veneno, es decir, uno podía admirar “Cien años de soledad”, pero no acercarse a tratar de escribir como “Cien años de soledad”, porque es muy fácil de imitar y es una cosa que se pega, es pegajosa, no, entonces eso había que, admirándolo, ponerlo por aparte.

Y luego estaban Vargas Llosa y Carlos Fuentes, que podían enseñar técnicas de escribir, eran grandes escuelas de carpintería para escribir, y sobre todo porque en la obra de Fuentes siempre hay constantes  variaciones, el primer libro suyo que yo leí es “Aura”, que es una novela muy breve, que es un clásico hoy en día, precisamente se cumplen cincuenta años este año de la publicación de “Aura”.

Luego  “Cantar de ciegos”, que  también lo leí al mismo tiempo, es  una colección de  cuentos espléndidos; y luego “La Región más transparente”, “La muerte de Artemio Cruz”, “Cristóbal Nonato”;  él iba cambiando en cada etapa  de su carrera como novelista, hasta llegar a las últimas,  como “Los Años con Laura Díaz”, por ejemplo, o “Blade”, que es una novela de vampiros en la ciudad de México, o “Adán en Edén”, es decir, la variedad de su obra y las técnicas que iba utilizando, cada vez eran sorprendentemente nuevas.

 El intelectual latinoamericano

Hablemos de la dimensión de Carlos Fuentes como hombre público, como hombre de ideas, como el intelectual latinoamericano que está presente en su tiempo, que ante los acontecimientos históricos toma posición, como lo hizo con la revolución cubana en su momento, o con la revolución nicaragüense, o como un crítico frontal de la política de Reagan en Nicaragua, y en Centroamérica, posiciones muy firmes que mantuvo y que posteriormente evolucionaron,  en otra dimensión. La visión que Carlos Fuentes tenía en relación a lo que debía ser la izquierda latinoamericana. ¿Cuáles fueron sus posiciones?

 Yo diría que en primer lugar su posición eminentemente crítica, en este sentido Fuentes se parece mucho a Voltaire, es decir que es el intelectual que nunca da verdades por sentadas, que nunca acepta verdades empaquetadas, bajo el concepto de que la verdad en las ideas, en la filosofía de la vida, o en la filosofía de los filósofos no existe, que todo está sujeto constantemente a revisión, a la crítica, que nada es perfecto,  y eso es lo que hace un pensamiento verdaderamente dinámico, y era la posición de Fuentes, su adscripción primera a la revolución cubana, “La muerte de Artemio Cruz” la terminó de escribir en Cuba,   luego su posición crítica, su adscripción a la revolución en Nicaragua, su posición critica después respecto a la revolución en Nicaragua.

Hace poco estaba leyendo yo  un dialogo que se transcribió entre Fuentes y varios dirigentes de la revolución aquí, entre los cuales estaba Tomás Borge, y de repente Tomás Borge, que en paz descanse, dijo delante de Fuentes y William Styron, el novelista norteamericano (premio Pulitzer autor de “La Escogencia de Sofía”) que estaba aquí acompañando a Fuentes en esta visita, en este diálogo dijo de repente Tomás Borge que – jamás aceptaríamos que la derecha regresara al poder en Nicaragua-.

– ¿Y por qué no?-, le dijo Fuentes, - si por la vía electoral ¿Por qué no?  La  alternancia del poder es una forma de cambio y el respeto a la voluntad popular…-

Eso en medio deslumbre de la revolución, él tenia esas ideas firmes que son verdaderas convicciones respecto al cambio, al antiimperialismo,  que él siempre fue un antimperialista, pero con un apego profundo a la democracia, que no había ideología capaz de sustituir a la democracia, que significa respeto a la voluntad ajena, respeto a la participación, y que es el pueblo el que decide quién gobierna.

¿Carlos Fuentes era escuchado como intelectual en México? A propósito de los reconocimientos que se le hacen ahora, no solo en el mundo literario, sino en el mundo político,  el propio gobierno de Nicaragua le reconoce a Carlos Fuentes, haber sido un gran escritor, Lilí Soto escribió una columna en Confidencial que decía –a los escritores hay que respetarlos en vida, hay que escucharlos y tratarlos de otra manera, y  no simplemente rendirles un homenaje formal. ¿Era escuchado Carlos Fuentes?

Era muy respetado, sobre todo por su posición independiente respecto al sistema político. Él era embajador en Francia, recuerdo, embajador del gobierno de México en Francia, había pasado lo de Tlatelolco, había bajado el gobierno Díaz Ordaz, responsable de la masacre de Tlatelolco, y cuando el gobierno que había nombrado a Fuentes nombró embajador en España a Díaz Ordaz, Fuentes renunció en protesta. Es  decir, eso te muestra cual era su idea de la política, su idea de la independencia 

Y  la mejor muestra crítica frente al proceso de la revolución mexicana son sus novelas, más que sus escritos, o sus entrevistas, o sus ensayos, lo que va a quedar es cómo un vio él a esta revolución que triunfó con un gran heroísmo, Villa, Zapata, los grandes héroes de esta revolución, como fue, el poder la fue descomponiendo, y como terminó en lo que terminó, en  la masacre de Tlatelolco de mil novecientos sesenta y ocho, cuando el ejército disparó contra los estudiantes.

 Habiendo sido Fuentes un intelectual comprometido y un hombre de ideas y con tanta incidencia en México ¿tuvo en algún momento él algún protagonismo político, o  alguna ambición política?  Como  lo tuvo Vargas Llosa por ejemplo, que fue candidato presidencial, o vos que te  involucrarse también como protagonista en la política en Nicaragua.

Yo creo que a Carlos nunca se le hubiera ocurrido la idea de que alguien lo propusiera como candidato a la presidencia, él era un crítico del poder, pero él nos se veía dentro del aparato de poder.

La  última vez que hablamos en Providence (Rhode Island, EEUU), hace un mes, su tema de conversación era las elecciones que vienen en México: que si regresaba o no regresaba el PRI,  como los chances de López Obrador del PRD se habían acabado, si el PAN podía reelegirse o no, y él tenía mucha ansiedad por el tema político mexicano.  Por  el tema político latinoamericano, claro, pero sobre lo que iba a pasar realmente en México, el asunto del tráfico de drogas, de los asesinatos, también es algo que lo preocupaba hasta  la angustia, pero no al punto de decir – ahora yo voy a buscar como solucionar este problema-. No.  Su papel era eminentemente crítico.

Y también había una relación particular entre Fuentes y Estados Unidos. ¿Se podría decir que él era el intelectual, o el escritor, o el novelista, más escuchado, más influyente en Estados Unidos?

 Yo diría que es el único intelectual latinoamericano escuchado en Estados Unidos, que tenía audiencia.

 ¿Por sus libros, por su obra? ¿O por su capacidad de interlocución como la tuvo en su momento con Clinton o con otros mandatarios?

En primer lugar era un intelectual mexicano y la cercanía de México con los Estados Unidos es importante para los Estados Unidos, para muchos norteamericanos porque México es lo que está al lado, es un incordio pero México está ahí, al lado, para otros existirá Brasil, pero hay otros países en América Latina que no existen del todo. Sí, pero  México es una presencia bien importante en los Estados Unidos.

Además  Carlos se estableció desde temprano como un intelectual qué podía hablarle a los  norteamericanos en su lenguaje, por lo tanto sus opiniones siempre fueron  muy respetadas, yo no diría que al punto que alguien hiciera caso, pero sí era escuchado con respeto, sus artículos del New York Times, sus artículos en otros medios de comunicación sí tenían mucha  audiencia en la clase política norteamericana y en la clase intelectual.

Itinerario para leer a Fuentes

 Una última cosa, ¿Qué le recomendarías vos a personas que quieren, ya sea iniciarse en su lectura o a escritores que quieren conocer a fondo a Carlos Fuentes? ¿Cuáles son las claves como armar el itinerario de leer a Carlos Fuentes?

Bueno, él armó su propio itinerario,  porque él  organizó su obra no por el orden cronológico en que sus novelas y libros de cuentos fueron publicados, sino por grandes temas y por sub temas, pero no voy a usar esa guía, voy a usar mi guía personal que fue como yo lo comencé a leer, y si alguien quiere entrar a leer a Fuentes, yo le diría -lea primero “Aura”-, que es esta  novelita muy breve, muy bella, muy misteriosa, muy atractiva. 

Luego  la colección de cuentos “Cantar de ciegos”, que está compuesta por, tal vez una docena de cuentos magistrales; después “La región más transparente”, para ver esta visión colectiva que él tenía de la ciudad de México, o de lo que es una ciudad funcionando encima de su historia, desde el subterráneo de la historia, a través de todas las capas de la ciudad de México.

 Luego,  “La muerte de Artemio Cruz”, que es un clásico de la literatura latinoamericana, y conectar la lectura de “La muerte de Artemio Cruz” con “Los años con Laura Díaz”, que esa es otra dimensión de la revolución, ya no vista desde los ojos de un caudillo agonizante, sino de una mujer, Laura Díaz, que se casa con un dirigente sindical, y que su nieto va a morir en la masacre de Tlatelolco, y ella ve la revolución como mujer, y conectar estas dos lecturas con “La Silla del águila”, que es una novela que ve el sistema político mexicano de una manera devastadoramente crítica, cómo entra en los intestinos de la política mexicana, del sistema, y es una novela que se va hacia el futuro, porque la novela comienza a ser narrada en un momento en que ha habido un colapso de los sistemas de Internet y de los sistemas de comunicación, México se encuentra completamente aislado, la gente comienza a comunicarse de nuevo por cartas escritas a máquina y a mano, y hay una mujer que es presidenta de México. Eso es una novela hacia el futuro.

 Y seguramente el lector en esa mirada de Fuentes a México se va a encontrar algunas claves que le permitirán entender mucho de lo que ocurre en Nicaragua,  porque estando inspirado en México, pues, es algo muy cosmopolita y muy latinoamericano.

Pues, yo diría que sí, el nacimiento de los ideales,  cuando hay un cambio profundo, el deterioro de esos ideales, como el poder termina con los ideales, como ocurrió con el Partido Revolucionario Institucional en México, y como el PRI, que es de lo que hablábamos la última vez que hablamos, va a regresar con toda seguridad al poder en México;  y la gran pregunta de él, que se hacía en voz alta era -¿Habrá aprendido el PRI de la historia? ¿Volverán los viejos dinosaurios? ¿O,  volverá un PRI distinto,  con iluminación democrática, dispuesto a ejercer el poder democráticamente y a entregarlo si pierde las elecciones? Esa pregunta le angustiaba mucho, y yo creo que nos angustia a todos.


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