Muchas veces envidiamos eso que no comprendemos. Probablemente, nos confunde y ante ese remolino de emociones no nos queda más que rechazar. La semana pasada tuve el gusto de conocer Costa Rica, que a pesar de ser parte de Centroamérica está aislada.
En Costa Rica la forma ha sido importante y eso se percibe en todos lados. La ausencia de ejército y el carácter verdaderamente civil de la policía brinda una visión diferente de la fuerza. Símbolos aparentemente irrelevantes como que las patrullas están pintadas de blanco, en vez del negro de las nuestras, hacen grandes diferencias.
Caminando por el centro de San José me topé con la Asamblea Legislativa, el Congreso tico. Para mi sorpresa, la pared perimetral del edificio del tercer poder tico estaba grafitada. El arte urbano es parte esencial de esta ciudad, pero para mí fue impactante ver que el poder no es comprendido de la misma forma en estos países centroamericanos. La imagen que más me impactó fue la de un mono vestido de traje sastre, muy formal, emulando a un congresista.
El grafiti no era una transgresión ilegal, como solía ser la naturaleza de este tipo de expresión artística, todo lo contrario era un proyecto acompañado por una ONG alemana. A mi parecer, esto muestra cómo el imaginario de poder en Costa Rica es distinto al nuestro. Ellos ven el poder desde una perspectiva horizontal, no vertical como quizás sí lo hacemos nosotros.
Cada cuadra que iba descubriendo en el centro me sorprendía más. En San José existe un proyecto llamado Enamórate de Tu Ciudad, que consiste en una invasión artística del espacio público. En una de las plazas había títeres; en la otra, payasos; en otra, un grupo de gente bailando; en fin los ciudadanos enamorándose de su ciudad.
Esto no quiere decir que San José no sea una ciudad que en lugar de crecer de forma democrática se está convirtiendo en un espacio con marcadas diferencias urbanísticas que terminan siendo fronteras sociales. La élite tica está construyendo clústeres que los aleja de los problemas sociales, propios de todo país. También es cierto que los ticos están criminalizando la creciente inmigración nicaragüense. Todo esto y muchas otras cosas que no se perciben en una simple visita, afectan el fondo de la democracia tica.
Los ticos quizá no son tan diferentes en el fondo, tienen muchos problemas parecidos a los del resto de Centroamérica. Pero tal vez su capacidad de auto crítica es muy limitada porque en la forma son muy diferentes a nosotros.
Ojalá que con el tiempo el sueño de una Centroamérica unida (CA-5) sea más real, y que podamos construir todos de forma y fondo.
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