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Ríos Montt y su juicio sin castigo

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Ríos Montt y su juicio sin castigo

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Mañana se realizará una audiencia por el genocidio ixil del que se le acusa a Efraín Ríos Montt. Pero aunque el juicio avance y al final se le declare culpable, no irá preso. Su estado de salud le otorga ese beneficio. El General vivirá sus últimos días sin siquiera percatarse de que lo están juzgando.

Hace casi tres años que José Efraín Ríos Montt salió de escena. La última vez que el exjefe de facto se presentó ante el Tribunal que lo juzga por delitos contra la humanidad y genocidio, llegó postrado en una camilla, con gafas oscuras y bajo el cuidado de su hija Zury Ríos Sosa y de una enfermera. Esa fue la antesala a que lo declararan incapaz para defenderse de las acusaciones. A pesar de ello, en septiembre pasado se confirmó que debe ser juzgado de nuevo, con la salvedad de que no está obligado a ir a las audiencias.

Aunque lo declaren nuevamente culpable de ordenar los planes de destrucción de la población ixil asentada en San Juan Cotzal, Nebal y Chajul, en Quiché, no tendrá que ir a prisión. Por su condición de salud solo puede ser sometido a un juicio especial de medidas de seguridad y corrección. Este se desarrolla como cualquier otro debate, pero sin la presencia del acusado y de forma privada, sin público ni prensa que fiscalice. El Tribunal debe limitarse a dictar la absolución o imponer una medida de seguridad, que puede ser la reclusión en su vivienda, como ocurre en la actualidad, o en un centro hospitalario.

Hasta ahora, los enredos legales habían impedido el desarrollo de ese debate. Pero el mes pasado la Corte de Constitucionalidad (CC) notificó a todos los involucrados que ya no hay obstáculos en el camino. El Tribunal B de Mayor Riesgo tuvo que separar los juicios de Ríos Montt y José Mauricio Rodríguez Sánchez, quien fungió como jefe de la Dirección de Inteligencia Militar durante ese gobierno de facto (marzo de 1982 a agosto de 1983). Para este último, el procedimiento debe ser público y puede resultar en una sanción, no obstante que en 2013 quedó absuelto de los cargos. Ambos juicios se retomarán mañana en audiencias separadas. La de Ríos Montt será a las 8 de la mañana y la de Rodríguez Sánchez esta programada para las 13:30. 

Sandra Sebastián

Así como no se puede retroceder en el tiempo, no se debe revertir nada de lo que ya se avanzó. No es necesario repetir diligencias que ya se efectuaron. No hay que escuchar de nuevo a los testigos que ya expusieron. En conclusión, todo debe quedar en el estado en el que se encontraba hasta el 4 de mayo de 2016, cuando se realizó la última audiencia del juicio.

En los últimos cuatro años y medio han fallecido cinco testigos. Cuatro de ellos estaban entre los 80 y los 89 años, uno más murió a los 60 años a causa de una enfermedad. El fiscal Erick de León, jefe de la Unidad de Casos Especiales del Conflicto Armado Interno, asegura que la ausencia de estas cinco personas no perjudica el caso. Quienes rindieron su declaración, han quedado en los registros del proceso. La Fiscalía tiene una lista con 132 personas dispuestas a dar su testimonio.

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Justicia en una sala vacía

Originalmente nadie deseaba que el juicio se partiera en dos, fue la salud de Ríos Montt la que complicó todo. El 16 de marzo de 2016 el Tribunal inició el debate sin la presencia del sindicado debido a su incapacidad física y mental. La defensa del exjefe de Estado y los querellantes, –la Asociación para la Justicia y la Reconciliación (AJR) y el Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (Caldh)– mostraron su desacuerdo. Por primera vez coincidieron en que había un error en el procedimiento. María Eugenia Castellanos, presidenta del Tribunal, ordenó sacar a los periodistas de la sala de audiencias y realizar la diligencia a puerta cerrada. No obstante que el caso de Rodríguez Sánchez no cumplía con los requerimientos legales para una reserva judicial. Los abogados de ambos bandos sabían que al contradecir el principio de publicidad en los debates orales, se corría el riesgo de una nueva anulación.

 

Sandra Sebastián

Mañana que se reanude el juicio Ríos Montt, será representado por sus abogados, Jaime Hernández y Luis Rosales. Los únicos que podrán estar en la sala son los testigos que ya rindieron su testimonio y el pueblo ixil que desee participar. Los peritos presentarán sus informes y la fiscalía de Derechos Humanos expondrá los cargos y los documentos de la investigación. Los medios de comunicación no tendrán acceso a ninguna de las audiencias, ni siquiera el día en que el Tribunal dicte el fallo.

El abogado Jaime Hernández asegura que los males del general son degenerativos. No hay vuelta atrás y no recobrará la lucidez con la que expuso su defensa en febrero de 2013, cuando se desarrollaba el primer juicio. El hombre de la voz y los gestos fuertes ha desaparecido.

La última vez que Hernández vio a su cliente, hace dos años, se topó con una persona que por ratos lo reconocía como su abogado y por momentos perdía la noción de la realidad. “Un año después del juicio perdió todo. Ya traía alguna sintomatología, dice la familia, pero su deterioro fue rápido. Hasta hace dos años ya no hilvanaba la conversación. Llegó el momento en que ya no ubicaba”, relata el defensor.

Además de este, a Ríos Montt, de 91 años, le queda pendiente el juicio por el caso Dos Erres. Llegó al poder a causa de un golpe de Estado en 1982. En 2013 fue sentenciado a 80 años de prisión, por los vejámenes cometidos por el Ejército durante su dictadura. Bajo su régimen ocurrieron decenas de masacres, desapariciones forzadas, abusos, torturas y desplazamientos. Mantuvo su inmunidad hasta enero de 2012, cuando dejó de ser diputado del Frente Republicano Guatemalteco. Su último retrato, postrado en cama, inerte, quedará para la historia.

Cronología del caso

05 de enero de 2015 Tribunal B señala fecha de inicio del debate oral y público. La defensa recusa a la jueza Jeannette Valdés.

20 de julio de 2015 Se suspende audiencia. Defensa de Ríos Montt pide una evaluación psiquiátrica para su defendido. MP solicita que el acusado sea enviado al Hospital de Salud Mental Federico Mora para nuevas evaluaciones.

4 de agosto de 2015 Ríos Montt es internado en el psiquiátrico Los Pinos, para ser evaluado.

18 de agosto de 2015 Los médicos rinden informe ante el Tribunal. Ríos Montt está incapacitado para enfrentar un juicio oral. El Tribunal no acepta dividir el proceso. 

11 de enero de 2016 Inicia la audiencia del debate, pero se suspende a causa de un amparo a favor de los querellantes, que piden la separación de juicios.

16 de marzo de 2016 Inicia juicio para Ríos Montt y José Rodríguez Sánchez.

04 de mayo de 2016 Se suspende el debate por resolución de la Sala Primera de Apelaciones.

06 de mayo de 2016 La Sala de Apelaciones ampara a los querellantes y ordena la separación de juicios. La resolución fue apelada por los acusados.

18 de mayo de 2017 La Corte de Constitucionalidad (CC) otorga amparo en definitiva a los querellantes para realizar dos debates.

01 de septiembre de 2017 la CC remite la ejecutoria de la sentencia a la Sala Primera de Apelaciones

13 de octubre de 2017 Fecha programada para reiniciar el debate en juicios separados

 

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