Aunque ambas instituciones universitarias no son tan afamadas como si se mencionase El Colegio de México o la Universidad Autónoma Nacional de México, permite un ejercicio difícil de hacer en el contexto de la ciudad de México: Colocar el termómetro en un zona geográfica donde la ciudadanía regular se codea palmo a palmo con las (la) organización criminal más poderosa de la región.
Es allí, y no en los reportes de Foreign Affairs (donde la realidad se reinterpreta detrás de escritorios ejecutivos) como resulta más acertado el conocer realidades complejas. Este último comentario no es solamente sarcasmo para con los analistas que se nutren únicamente ´a la distancia´; es una puntualización importante.
Nótese que desde el finales del 2009, los entornos de análisis estadounidenses han nutrido a las comunidades de defensa, de inteligencia civil, comunidades de medios y de análisis con una zetaización de la violencia: Se hizo de los Zetas un grupo sobredimensionado y cuyo simple nombre traía el Armagedón. Y hoy, iniciado 2013 la pregunta es si para el caso mexicano (no pienso en Guatemala) ¿Los Zetas son un grupo viable? Es cierto que su liderazgo ha sido golpeado y las estructuras bajo la autoridad de Lazcano han quedado ´huérfanas´ aumentando el número de ´cartelitos´ a unos supuestos 80 grupos independientes. ¿Pero inviable?
Otro ejemplo. En el 2010 los reportes de Stratford hablaban de un Cartel del Golfo moribundo (dado la encarcelación de Osiel Cárdenas, la muerte de su hermano ´Tony Tormenta´ y la entrega casi voluntaria del último padrino, Ezequiel Costilla ´el Coss´). Hoy, esos mismos reportes mencionan al resurgimiento del Cartel.
Me pregunto, ¿Quién construye las agendas? ¿Cuál es el índice de medición para encontrar el referente empírico en el estudio de esta realidad? Es algo muy difícil.
A lo sumo hay ciertos signos importantes a considerar, alejados de la teoría de la conspiración.
Los engranajes mecánicos del poder en México están tan bien aceitados, que las relaciones entre narcotraficantes y poderes a nivel local-municipal no se inmutan con el proceso electoral. En esto de la democracia corporativa, se sustituyen todas las élites pero de forma diferente los grupos de poder mafiosos.
Sería justo afirmar que la democracia corporativa mexicana (en su nuevo contexto de autoritarismo democrático) es además es una mafio-cracia permanente. El primer síntoma de ello fue el nombramiento del Osorio Chong como Ministro de Gobernación, a pesar de sus lazos corroborados con los Zetas. El segundo síntoma lo constituyen los procesos judiciales fallidos contra los generales Tomás Ángeles Dauahare y Roberto Dawe González, ligados al Cartel de los Beltrán-Leyva. Como detalle interesante, hay que recordar que el actual presidente Peña Nieto, dio carta blanca a este clan para operar en sus años de gobernador del Estado de México.
Con estos elementos me dediqué a recorrer algunos lugares tradicionales en Sinaloa donde la narcocultura se expresa con facilidad.
En boca de todos, el miedo expresa una historia que se ´devuelve´.
Cuando el gobierno mexicano Federal bajo el Panismo dejó de tutelar al Cartel del Golfo (antes había sido el de Juárez) y dio la preferencia a Sinaloa (lo cual duró casi 12 años para producir el monstruo que es hoy) se produjo una espiral de 70,000 muertos y casi aniquiló al Clan Beltrán-Leyva. ¿Qué pasará ahora si la preferencia del régimen es por el Cartel de los Beltrán-Leyva? ¿Acaso no van a vengarse las ofensas?
Recordemos un hecho, Arturo Beltrán Leyva fue ejecutado en diciembre 2009, adentro de un complejo de apartamentos cuando ya había sido sometido a la autoridad. ¿Cómo olvidar las fotos de su cadáver cubierto de billetes?
Pareciera que la maquinaria se mueve. El gobierno de EPN ha concluido por construir una estructura de mandos únicos en materia de seguridad, con lo cual será más fácil ´cuadrar´ a las policías. Además de ello, la Policía Federal Judicial (que era el brazo armado del Cartel de Sinaloa) ha sido desbandada, y se crea una nueva gendarmería. Sólo puedo suponer que esa nueva fuerza Federal ahora se hará presente en Sinaloa plena.
Será necesario limpiar afrentas.
Los Beltrán-Leyva eran primos hermanos de Guzmán Loera y los pleitos de familia son canijos. Cuando los Beltrán-Leyva terminen de vengar lo que significó que el poder Federal los combatiera por mandato del Cartel de Sinaloa, entonces... y tal vez entonces (si aún hay país) veremos alguna posibilidad de salida.
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