Ir

Regalar el alma al diablo

Los partidos y personajes políticos de nuestro país han decidido venderse a las alianzas a costa de mucho, a riesgo de todo y algunos incluso dicen –aunque nadie les crea– a cambio de nada.
Tipo de Nota: 
Opinión

Regalar el alma al diablo

04 de Octubre de 2011
Palabras clave

Lo que se ha visto en las últimas semanas en el país, con las alianzas para la segunda vuelta electoral es un mercado de ofertas, regateos y liquidaciones en las que algunos incluso venden su alma al diablo. Y otros peor aún: la regalan.

Venderle el alma al diablo es una frase que representa esas decisiones que se toman ante alguna oportunidad tentadora, situación extrema o ambición desbordante. Se renuncia a la libertad a cambio de que ese ser vil, pérfido y oprobioso haga realidad algo muy deseado. La transacción presupone una negociación; uno gana algo a cambio de algo. Lo que uno gana debe ser muy preciado para que uno se arriesgue a lo peor.

Los partidos y personajes políticos de nuestro país han decidido venderse...

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor