¿Quién fue el cobarde esa noche en AVANCSO?

No es tarea fácil mantener un instituto firme a no doblegarse al gusto del cooperante y a no perder de vista la importancia de la investigación seria, que aporta al entendimiento crítico de las causas más profundas de nuestras dinámicas como país, como historia y como presente.

La Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala –AVANCSO–, es todo lo anterior y muchas otras cosas. Ha sido una casa para muchos de los que teníamos más dudas que respuestas, voluntad de conocer más. Nunca se negó la posibilidad de plantear un argumento. Por ahí hemos pasado bastantes estudiantes universitarios de mi generación, siempre escuchando análisis diferentes a los oficiales, siempre excavando por razones más creíbles que den cuenta de lo que somos. Cuando la universidad se quedaba corta, siempre se podía ir a AVANCSO.

Los primeros referentes y ejemplos de investigador e investigadora que se tenían (y se siguen teniendo en muchos casos) son los que conocimos en los seminarios a los que nos invitaban para discutir por primera vez –y casi única– de muchos intelectuales de las Ciencias Sociales de todos lados del mundo, y más interesante, de Guatemala. Entre algunas amigas decíamos que lo nuestro era la investigación y cuando nos preguntaban como cuál, respondíamos “como la de AVANCSO”. Memoria histórica, campesinado, imaginarios sociales, historia local: la Guatemala que todavía no se acepta, la incómoda.

De necios es tratar de llamar al allanamiento de AVANCSO suavizando el término o poniéndole características de delincuencia (mal llamada) común. Un allanamiento cobarde, rudo, animal. Un mensaje directo, pero bajo. Al corto tiempo de una historia de guerra sin tregua, donde la fuerza desmedida y la intimidación era la manera de operar, es imposible que un acto como este se quiera disfrazar. Actos como este debieran de interpelar lo más hondo de cada guatemalteco que habla de diálogo, de democracia, de paz. A aquellos que niegan la guerra y también a aquellos que nos dicen que son otros tiempos. Es demasiado simple hablar del avance de la democracia en Guatemala si lo vemos desde los parámetros formales, y olvidamos así, que la democracia y sus mecanismos son solo un medio para vivir mejor. ¿Dónde está ese vivir mejor que nos prometieron? ¿Dónde en el último año y 21 días?

Sería mucho pedir que el cobarde se presentara. Pero yo quiero saber quién lo hizo. Que se atreva a enfrentarse al pensamiento que ahí nace, en los escritorios volteados de los investigadores de AVANCSO. De mil maneras, se ha allanado mucho más que un instituto de investigación.

Fuerza y aguante a AVANCSO. Caminar tomada de la mano de la esperanza es posible, como me decía esa noche del viernes mientras pasaba frente a ustedes.