«Punk»

Pero el punk va un poco más lejos en el tiempo.

Iggy Pop, que en alguna anterior maquila se quedó dándoles música a los versos iniciales de Trainspotting, formó en 1968 la auténtica banda de garage: The Stooges. De acuerdo con los académicos —que existen incluso en este campo—, The Stooges son el proto-punk. I Wanna Be your Dog y No Fun son muestras de un estilo sin depurar, anti-mainstream y mal recibido por la crítica de la época. La amistad entre David Bowie e Iggy Pop permitió a los Stooges grabar en 1973 un tercer álbum, Raw Power, un ilustre fracaso comercial en su lanzamiento convertido más de 40 años después en un álbum de culto. La auténtica piedra angular del proto-punk y de lo que vino después.

En noviembre de 1975 debuta en Londres una banda cuya especialidad es convertir sus conciertos en desórdenes públicos. Los Sex Pistols entran en escena. «Bet you don’t hate us as much as we hate you!», le dice el vocalista a la audiencia antes de darle rabia a la interpretación de Anarchy in the UK. Y lo cambiaron todo. ¡Gracias por la violencia gratuita, Sid Vicious!

Con el punk asentado como un fenómeno aparecen en escena entonces los Ramones, que expresan una rabia casi adolescente, que los lleva a desear estar sedados y a no crecer y que personalmente me conmueve hasta las lágrimas por su estilo sencillo y purista a ultranza.

The Clash. En 1979, el lanzamiento de London Calling ejemplifica una evolución del punk que incorpora ska, reggae, jazz y dub. El octavo mejor álbum de la historia, según Rolling Stone. La fusión de ritmos hizo de los siguientes álbumes, Sandinista y Combat Rock, éxitos de mercado, con sencillos bien conocidos como Should I Stay or Should I Go, Rock the Casbah y Train in Vain.

Sin embargo, el punk siguió evolucionando. En el hardcore punk, con letras agresivas, encontrarían terreno fértil bandas altamente críticas a la cultura comercial. Dead Kennedys, con Holiday in Cambodia, es una muestra. En el anarco-punk encontraría su hogar el estilo agresivo de Napalm Death, con When All Is Said and Done. Y también el pop punk de bandas como The Offspring y ese Green Day de los primeros días, con Welcome to Paradise, son parte de esa evolución.

Alguien sugirió que el punk carga una bien merecida reputación machista, al igual que toda la cultura del rock. Decido no hablar de Riot Grrrl y solo dejo por aquí a las Poison Girls con Riot in my Mind y, unos años después —tal vez 40—, a Vi Subversa con Old Tart’s Song, sin mencionar a las Pussy Riot con su Virgin Mary, Put Putin Away.

La palabra épica ha sido escrita muchas veces en las páginas de deportes de los periódicos en los últimos días. Yo creo que el punk es la épica aplicada a la música. Pero todo se escribe mientras persigo a mi hija de cuatro años para ponerla en su uniforme de la escuela. ¡Otra clase de épica!