Prioridad

En un país donde ver o escuchar noticias parece un calvario, este fin de semana y estos días han sido mitigados por las entrevistas y columnas dedicadas a nuestro héroe nacional.

Ser deportista en un país como el nuestro ha de ser muy difícil, al igual que los artistas; pareciera que no hay espacio para ellos, que no son prioridad. Para muchos padres es inconcebible pensar que sus hijos se van a dedicar al deporte, consideran que no es una profesión “rentable” y por lo tanto no incentivan a sus hijos a ser deportistas. Los empujan en muchos casos a seguir carreras universitarias que, al final de cuentas, no los hacen felices y que terminan siendo no rentables ya que las tasas de desempleo son cada vez mayores.

En otros casos, ni siquiera se puedan dar el lujo de ir a la universidad y tienen que ingresar al mercado informal o formal en un trabajo que tampoco los hace felices. Si la vida tiene como finalidad el ser feliz, creo que los padres deberían tomar eso en consideración al aconsejar a sus hijos.

Como jóvenes deberíamos también de asumir responsabilidad y ver en Erick Barrondo un ejemplo de alguien que buscó su felicidad. Poner nuestra felicidad como prioridad es difícil pero tiene frutos.