Este es un intento de visibilizar preguntas que a muchas personas nos gustaría plantear a candidatas y candidatos. Hasta el momento les he propuesto a ustedes preguntas sobre (1) derechos civiles, (2) gestión de riesgos y (3) salud pública. En esta ocasión quiero centrarme en un tema que aparece en la propaganda electoral de manera consistente: la generación de empleo.
En la Crítica de la razón utópica, Franz Hinkelammert explica que la utopía neoliberal da por sentado que el mercado sin regulación tiende al equilibrio y que la riqueza generada alcanza al resto de la población por derrame. En otras palabras, existe toda una religión que pretende ser conocimiento científico y que mueve a la gente a creer que la acumulación capitalista sin regulación indefectiblemente regresa por derrame a las clases trabajadoras en forma de inversión y empleo.
Hinkelammert nos recuerda con agudeza que, desde hace décadas, el momento para ese derrame de bienestar «nunca es hoy, siempre es mañana».
Agreguemos que en Guatemala son escasas las empresas que pagan salarios dignos y valoran a su personal. La gran mayoría asume, incluso, que la pobreza es una ventaja competitiva para el país, un negocio redondo que se complementa con la ausencia del Estado cuando se trata de proteger derechos laborales.
Lo anterior viene al caso porque no hay proyectos con viabilidad en este sistema electoral, que hablen con claridad sobre el tema. Se hace necesario, entonces, proponer algunas preguntas con relación al empleo para candidatas y candidatos a la presidencia:
- La legislación laboral vigente en Guatemala no protege eficazmente a las mujeres y a otros grupos objeto de discriminación. ¿Qué políticas, reformas a la ley y decisiones desde el Ejecutivo ha contemplado para promover ambientes de trabajo incluyentes?
- En el marco del TLC con los Estados Unidos, el Estado de Guatemala está siendo demandado por incumplir la legislación laboral. ¿Qué presupuesto destinará al Ministerio de Trabajo para que se castigue a quienes incumplen la legislación laboral y se promueva la sindicalización como medio para que las trabajadoras y los trabajadores se protejan de abusos?
- La distribución de fertilizante ha sido una medida electorera, ineficaz y clientelar. ¿Qué medidas concretas y qué presupuesto destinará a fortalecer la economía campesina, que todavía es la fuente de trabajo y el sustento de millones de personas?
- Consistentemente, una parte del sector privado organizado ha estado promoviendo leyes que garantizarían más privilegios fiscales con el argumento de que esa medida incentivará nuevas inversiones y creará más puestos de trabajo. Sin embargo, esos privilegios han fracasado en el pasado y solo han servido para que muchas empresas bien establecidas paguen menos impuestos. ¿Usted apoya esa vía para generar empleos? Y si ese fuera el caso, ¿en qué países ha sido efectiva esa medida sin compensadores sociales y sin una institucionalidad fuerte que garantice los derechos laborales?
- ¿Apoya usted el salario mínimo diferenciado? Si su respuesta es afirmativa, ¿es consciente usted de que ese sería el fin del salario mínimo, pues habría una competición entre municipios para ofrecer las más bajas remuneraciones?
- ¿En qué áreas de la economía promovería inversiones públicas o inversiones mixtas para promover la generación de empleos?
- ¿Qué reformas al Código de Trabajo promoverá y qué penas se contemplarán para quienes lo incumplan?
- En su plan de trabajo, ¿cuántos nuevos empleos formales deben generarse anualmente y cómo piensa alcanzar esa meta?
- ¿Cómo incrementará la carga fiscal para que el Estado pueda cumplir con sus obligaciones laborales, comenzando por el pago de la deuda con el IGSS?
- ¿Cuántas médicas, maestras y policías contratará para ampliar la cobertura de salud, educación y seguridad?
Por favor, no olvide que los empleos ofrecidos mediante más privilegios para los mismos son tan falsos con las mojarras de Amatitlán que nos ofreció la exvicepresidenta Baldetti.
No olvide tampoco que generar empleo no es una tarea fácil y que el neoliberalismo ha fracasado en la generación de empleo digno. Sin un Estado fuerte y saneado es prácticamente imposible proteger a los más débiles y orientar la economía.
Tenemos, por lo tanto, la obligación de plantear proyectos políticos por medio de los cuales podamos trascender la utopía neoliberal.
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