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Parábola del tuerto que reclamaba ojo por ojo y no recordaba que él mismo se había sacado el ojo sin querer

Tipo de Nota: 
Opinión

Parábola del tuerto que reclamaba ojo por ojo y no recordaba que él mismo se había sacado el ojo sin querer

18 de Marzo de 2016

Había una vez, en un lejano país, un fiscal que estaba a favor de la pena de muerte.

Dicho fiscal acusó a un hombre de haber asesinado a su esposa y lo llevó a juicio. Presentó sus argumentos ante el juez y, según su convicción, pidió que el acusado fuera hallado culpable y que se lo condenara a muerte.

Pero había un problema: los investigadores nunca encontraron el cuerpo de la occisa, lo que dificultaba la labor de nuestro abogado. No obstante, la evidencia circunstancial en contra del acusado era abrumadora. La pericia del fiscal hizo el resto, de manera que el juez...

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