El famoso desfile desafortunado con muñequitos de Disney, alguna de las 100 carreras urbanas organizadas por algún banco como BAM (porque correr es decirle ¿qué sigue? a la realidad), pues correr está de moda. Y por una vez que los guatemaltecos se inclinen por los vicios más sanos, bajando esas llantas, la psicosis racista a puro agotamiento físico, los excedentes de nalga, la apatía a flor de piel que se desgasta a puro tenis, no habría infeliz persona que pudiera desanimar la iniciativa.
Pero el caso es que Medio Ambiente regula "espectáculos públicos" y entre lo que eso implica en el universo de lo práctico y lo convivial, es el nivel de Decibeles máximo permitido. Eso sí, Medio Ambiente no funciona en fines de semana.
El audio a todo pedorreo, mal ecualizado y mal mezclado, la hermosa voz de los animadores, y ni se diga sus graciosísimos chistes y albures comerciales parte del escript de nuestros elegantes agentes de mercadeo, no dejan de irrumpir en la vida de los otros, quienes vivimos en los alrededores del Obelisco.
Con ese nivel de decibeles, irrumpir es una palabra, vamos, suavecita! Y, sabiendo que el sonido sube por naturaleza, igual que el aire caliente, el efecto se vuelve exponencial.
Emetra es quien extiende los permisos a los "espectáculos" y los calendariza, pero es Medio Ambiente quien los "regula y los sanciona" palabras que existen en la dimensión de lo abstracto, hasta ahora en estas latitudes.
Todo está bien pensado: los permisos de Emetra se extienden ANTES de que los solicitantes presenten su actividad a Medio Ambiente para que sean autorizados rápidamente, es decir la cosa funciona. Y si alguien se queja, allí está el evento que lo demuestra. Claro, esos que se especializan en cobrar por poner cepos, no se dedican a poner cepos, en este caso, a los eventos cuyos decibeles están obstruyendo la paz en la vía pública.
En vez de enterarlos antes de darles el permiso, para que los organizadores de eventos sean informados / educados en el sentido de lo que pueden y no hacer en las vías públicas (¡como poner baños portátiles para que no se orinen en todas las esquinas posibles, en las que los residentes bajamos a caminar en nuestro día a día!). Bravo Ministerio de Medio Ambiente, ¡hacerse de la vista gorda al parecer no es solo cosa de las derechas!
Así las cosas, todo se autoriza, es decir, la ilusión de que todo es asombrosamente funcional. Nos tarda 2.33 horas de trámite público autorizar un evento público. ¡Enhorabuena Municipalidad de Guatemala y Ministerio de Medio Ambiente!
¡Por supuesto que me emociona que personas con la vena del deporte, novatas o profesionales, en sillas de ruedas o en patines, participen en una carrera dominical! ¡Cuánto no hemos avanzado desde aquellos años en que nadie salía a las calles!
Pero, por qué tenemos que enterarnos todos que a Don Fulano lo anda buscando su esposa por un altavoz además mal ecualizado, o que Pedrito está perdido, o que ahora sí empieza el calentamiento con una buena música por favor Giovanni, música animada para el inicio de la carrera. El pseudo Dj siente que pronto llegará a llenar arenas y setea hacer creer (solo a los patrocinadores) que la cosa está re amena!
El volumen no tiene nada qué ver con la calidad ni la efectividad de la comunicación, por un lado. Para no meternos a filosofía, basta con entender la física del asunto: el volumen funcional al evento es nada más relativo a que los participantes del mismo estén enterados y participen de lo que acontece.
Los habitantes de las zonas 9,10 y 13 de la ciudad capitalina, no necesitamos estar enterados, menos un domingo a las 6.30 de la mañana, al ritmo de los mega mix tropicales o tecnotrónicos de ninguno de sus pormenores.
Si quisiéramos bailar a las 6.30 de la mañana estaríamos probablemente estirando nuestro sábado a un límite que sólo en los 20s se aguanta, o muy pero muy excepcionalmente celebrando la venida de un gran artista digamos Daft Punk a Guatemala, es decir nunca o vamos, alguna gran noticia personal porque ni cuando se dictó la sentencia a Ríos Montt...
La línea 1551 recibe los reclamos del público, para la MUNICIPALIDAD capitalina, la cual no puede coordinar acciones correctivas pues es con Medio Ambiente con quien se coordinan, y es únicamente de LUNES A VIERNES que se puede "denunciar". Claro, eso tiene mucha lógica.
Y así empieza a existir el medio ambiente urbano en Guatemala, de lunes a viernes, de manera correctiva, y no preventiva, que siempre sale más caro y como sobra el recurso en Medio Ambiente...
Lo más horrible es tener que oír a Laura Pausini remix tecno, y cualquier otra barbaridad musical que exhiben los pseudo Djs.
Agradezco al DJ ruco, al que pone salsa vieja, se agradece a Luis Enrique, Gilberto Santa Rosa, Lalo Rodríguez, Willy Colón, Celia Cruz, Eddie Santiago, Oscar D´León, Grupo Niche, El Gran Combo o Jerry Rivera! Ojalá pusieran más Héctor Lavoe.
6.30 de la mañana, meciéndonos a la cadencia del temblor, señales de humo del Pacaya y el aburridísimo albur de los amenizadores. Para salir corriendo, sí, ¡pero de la capital!
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