Palabrerío

Cada país en su contexto valora más o menos la libertad de expresión. Creo también que en cuanto más se respeta la libertad de expresión, más valor se le debe dar a las palabras. En países como Guatemala que están en un proceso de descubrimiento de la libertad de expresión, luego de un largo periodo de represión, las palabras también están en descubrimiento constante.

Ayer por la tarde,  en la 19 Bienal de Arte Paiz me entregaron un glosario. El glosario incluía palabras como: perfomance, modernidad, patriarcado, sexualidades, posguerra, ritual, sanación, queer, autocastigo, etc. Un palabrerío que en realidad es clave para comprender el mensaje de la exposición. El glosario nos pone en contexto y nos ayuda a darle importancia al artista, porque muchas veces si no entendemos el lenguaje no captamos el mensaje o lo ignoramos.

Al igual que necesitamos un glosario para comprender mejor la expresión artística, quizás es importante que nos fijemos más en la palabras que usan los actores políticos del país. Y con ello no me refiero, exclusivamente, a quienes ocupan cargos de gobierno, sino a los representantes del sector privado y a quienes representan grupos sociales.  Este glosario nos daría herramientas para criticar esos discursos y obligaría a quienes los dan, a repensar sus palabras. Estos discursos compuestos de palabrerías tendrían que poder verse reflejados en acciones concretas. Para así poderle dar más importancia a la libertad de expresión.

No creo que en Guatemala podamos establecer un repertorio de discursos que hayan marcado un cambio en la historia del país.  Y si los tenemos creo que poco se “ discute”  sobre ellos. Quizá estamos descubriendo el discurso y sus formas, pues no tenemos discursos como el de Lincoln, Churchill, Nelson Mandela o Pankhurst.

Ojalá que en los discursos de las entidades que representan grupos de interés viéramos reflejadas acciones congruentes. Pocas veces se escuchan o se publican los discursos de los líderes ambientalistas y empresarios. Cuando hacen declaraciones, los empresarios tienden a usar palabras como: empleo, prosperidad, estado de derecho, propiedad; y los ambientalistas palabras como: violación, reclamo, derechos, uso público, pero pocas veces sabemos a qué se refieren con esos términos.

Para ser ciudadanos es importante la existencia del discurso. Y, si para eso necesitamos crear glosarios es hora de que exijamos a los actores políticos nos entreguen esos glosarios, que cuestionemos el contenido de sus palabras.