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Padre y señor de la mentira

Estamos hablando de que esas reformas dan pábulo a la posibilidad de no reconocer a las autoridades indígenas y pérfidamente, militarizar a la población indígena.
Tipo de Nota: 
Opinión

Padre y señor de la mentira

15 de Octubre de 2012
Palabras clave

Cuando los guatemaltecos creíamos que el ejército actual “era otro”, —diferente al de la guerra interna—, sacó las garras, dio el zarpazo y mató. Y la falsedad hizo presa de Guatemala.

La visión del mal de San Juan era: Padre de la mentira. Y esa condición —de mentira— parece haber abonado los sucesos de Totonicapán. Hoy sobreabunda el fingimiento.

La pregunta es: ¿Por qué?

Inmediatamente posterior a los sucesos del 4 de octubre, el ministro de gobernación salió al paso diciendo: “Los policías y los soldados no iban armados”; el ministro de la defensa declaró: “Iban armados pero no dispararon”; y el presidente Pérez Molina aclaró: “Iban armados y dispararon pe...

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