Y pareciera que los obstáculos nunca acaban, es ir cuesta arriba. Es difícil mantener el optimismo y la confianza, solo una dosis grande de amor a nuestro pueblo nos mantiene firmes en el esfuerzo de ponerle un alto a la impunidad, a la violencia que arremete y golpea sin misericordia a mujeres, niños, niñas, adolescentes.
Son muchas las historias de lucha y hoy quiero compartirles un poquito de aquellas pequeñas en edad, pero grandes en su sufrimiento y su aporte a nuestra sociedad. Y es que no debiera ser así, los cambios no deberían darse en base a la muerte, al sufrimiento de nuestros niños y niñas, pero ellos son los que están pagando la negligencia, corrupción e indiferencia de una sociedad tolerante. El día seis de febrero de este año, el tribunal de Sentencia Penal, de Delitos de Femicidio y otras formas de violencia contra la mujer del departamento de Quetzaltenango deja en libertad al violador y asesino de GIA una niña que nunca tuvo la oportunidad de romper el silencio, porque la muerte la alcanzo en manos de su agresor, de aquel que debió amarla, protegerla y cuidarla, su padre. El tribunal desestimó toda la prueba, lo deja en libertad por el delito de Femicidio, cuando existían suficientes elementos que indicaban que Edgar Haroldo Barrios Cifuentes, había violentado y asesinado a su menor hija. Basta darle una lectura a la sentencia para darse cuenta, me pregunto en donde queda la especialidad y el porqué de darle vida a estos tribunales.
Recientemente también nos vimos en la necesidad de presentar antejuicio contra tres magistrados que integran la sala de apelaciones de Zacapa, por haber dejado en libertad a través de un recurso de exhibición personal a Juan Carlos Salguero Estrada por el asesinato de ARIANY, una menor de siete años, tras ocasionarle una herida con arma de fuego en su cabeza, por lo cual fuera condenado a 28 años de prisión por un Tribunal de Sentencia de Chiquimula.
En la misma semana se reporta la desaparición y asesinato del menor LESTER Wilfredo Ramírez Lorenzo, en Chiquimula. Es de señalar que se activó la alerta Alba-Keneth pero de parte del Ministerio Público no se realizaron todas acciones pertinentes para su localización; cabe señalar que la escena del crimen se tuvo que procesar dos veces. En estos últimos días nos conmocionó la violación del menor Carlos Sosa en Huehuetenango, CARLITOS muere como consecuencia de este hecho, los responsables son dos menores de edad.
Hay cuatro menores de edad que perdieron la vida por suicidio, si analizamos a conciencia cada caso, podremos darnos cuenta que debemos de forma urgente, avanzar en reformas a nuestro sistema de justicia, pero también en reformar nuestra conducta de indiferencia. Tenemos como sociedad el reto de no tolerar más tanta violencia, tanta impunidad. Debemos asumir el reto de garantizar la vida, la seguridad, el bienestar de nuestros niños y niñas para que estos actos abominables no sigan pasando. Hoy fue Gia, Ariany, Lester y Carlitos, mañana puede ser alguien muy cercano a nosotras, porque la violencia no discrimina en Guatemala.
Debemos avanzar en un nuevo contrato social entre hombres y mujeres en Guatemala, donde nos comprometamos a respetar nuestros derechos, a tener igualdad de oportunidades, a no más exclusiones, porque solo así lograremos construir un país diferente.
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