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Nicaragua: WikiLeaks revela estrategia de EE.UU. en las elecciones de 2006

La embajada no se anduvo por las ramas al decidir a quién apoyaría en las elecciones presidenciales.
rivelli afirma que Ortega ha “nacido de nuevo en el catolicismo” y la capacidad del caudillo sandinista de mantenerse alejado del escrutinio de los medios ha complicado los esfuerzos de la embajada por revelar su personalidad.
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Nicaragua: WikiLeaks revela estrategia de EE.UU. en las elecciones de 2006

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La Embajada estadounidense en Managua fue un actor beligerante en el proceso electoral de 2006. Decenas de cables diplomáticos de la época que suman más de 1,200 páginas, firmados por el embajador Paul Trivelli y filtrados por la organización Wikileaks, revelan los esfuerzos de la sede diplomática para unificar a los partidos políticos liberales, potenciar la candidatura de Eduardo Montealegre, apartar al expresidente Arnoldo Alemán y evitar de esta forma el triunfo de Daniel Ortega en las presidenciales.

Los cables revelan la preferencia de la embajada estadounidense por la candidatura de Montealegre, a tal punto que Montealegre y miembros de su entonces partido Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) eran asiduos asistentes a encuentros, cenas y reuniones con funcionarios de la sede diplomática. En varias ocasiones miembros de la ALN solicitaron de forma directa ayuda económica al entonces embajador Trivelli, dadas las dificultades financieras por las que pasó esa organización política, revelan los cables en poder de Confidencial.

La embajada no se anduvo por las ramas al decidir a quién apoyaría en las elecciones presidenciales, catalogadas como cruciales por los funcionarios estadounidenses, que veían como amenaza un triunfo de Ortega. En al menos siete cables diplomáticos funcionarios estadounidenses analizaron el panorama electoral para el Departamento de Estado, en Washington, y dejaron claro que la prioridad para ellos era “apartar a Ortega”. Uno de los cables deja sentada las intenciones de la embajada desde el titular: “Garantizando la continuidad democrática en las elecciones de noviembre”. El cable es revelador al enumerar uno a uno los esfuerzos de la embajada para “revelar” el “siniestro pasado” del entonces candidato Ortega.

Objetivo: apartar a Alemán y a Ortega

En el cable diplomático el embajador Trivelli admite que han logrado un “modesto éxito” en “nuestros esfuerzos por revelar el abismal record de Ortega en materia de Derechos Humanos”. Trivelli afirma que Ortega ha “nacido de nuevo en el catolicismo” y la capacidad del caudillo sandinista de mantenerse alejado del escrutinio de los medios ha complicado los esfuerzos de la embajada por revelar su personalidad. Entre esos esfuerzos, el cable enumera:

-Apoyo a la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) en su trabajo para ayudar a los indios miskitos documentando casos de abusos y violación de derechos humanos “durante la era sandinista”, en la década de los ochenta, y presentarlos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

-La embajada actualizó y difundió “antecedentes penales”, documentando “excesos y fallas de la era sandinista” y particularmente de Daniel Ortega, los que fueron distribuidos entre el “público adecuado”.

-La sede diplomática investigó “probables conexiones entre el FSLN y el narcotráfico en la Costa Atlántica”, específicamente entre los candidatos de Yatama que participaron en la elección dentro de la alianza del FSLN. Además, investigó a jueces “afiliados al FSLN” sospechosos de liberar narcotraficantes.

Ortega no fue el único personaje que estaba incluido en la “estrategia” de la sede diplomática. En el mismo cable, el embajador Trivelli hace mención del expresidente Arnoldo Alemán, acusado y condenado por defraudar al Estado nicaragüense por más de 100 millones de dólares, por lo que recibió una condena de 20 años de cárcel. Alemán fue liberado más tarde en un “cambalache” político con el FSLN del presidente Daniel Ortega, quien mantiene una gran influencia en la Corte Suprema de Justicia. Ortega liberó a Alemán a cambio del control de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, en 2009. La embajada ataca abiertamente ese pacto libero-sandinista en el despacho diplomático.

“Nuestras prioridades en las elecciones de Nicaragua no han cambiado (…): apoyar elecciones nacionales limpias, justas, creíbles e incluyentes; mantener a Nicaragua en el camino democrático, y finalizar el control del sistema político por el pacto Ortega-Alemán”, escribió Trivelli.

 

 

 

 

 

 

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