[field_foto_galeria_portada]
Ir

Nicaragua se prepara para votar

Todas las encuestas realizadas hasta ahora dan un triunfo holgado al presidente Daniel Ortega, quien ha vendido al electorado su mejor imagen de reconciliador, mientras el resto de candidatos se enzarzan en discordias y disensiones
Tipo de Nota: 
Información

Nicaragua se prepara para votar

Palabras clave
Historia completa Temas clave

Este 6 de noviembre se realizarán las quintas elecciones presidenciales desde la transición que en 1990 sentó las bases de la democracia. Son más de tres millones de nicaragüenses los que están convocados a elegir nuevas autoridades.

Son cinco los candidatos que se disputan la Presidencia, incluyendo uno, el actual presidente Daniel Ortega, que participa en el proceso violando la Constitución.

Ha sido una campaña electoral desgastante, en la que el oficialismo ha estado en palco bajo la premisa de divide y vencerás, mientras la oposición intenta diferenciarse al calor de una lucha sin cuartel entre tres tendencias del otrora poderoso liberalismo, que ha alejado a sus candidatos de los intereses del electorado.

FSLN: en palco

Todas las encuestas realizadas hasta ahora dan un triunfo holgado al presidente Daniel Ortega, quien ha vendido al electorado su mejor imagen de reconciliador, mientras el resto de candidatos se enzarzan en discordias y disensiones. Ortega ha aprovechado el desastre causado por las lluvias justo durante la campaña, para mostrarse como un presidente sensible y presto a resolver las necesidades de la población más vulnerable, y, de hecho, sus últimas apariciones públicas han sido para mostrar que él ha estado al frente de la emergencia.

La más reciente encuesta de Cid Gallup muestra que la población reconoce el esfuerzo del Presidente ante el desastre, y muestra que un 46% de los encuestados ven a Ortega como el candidato que es capaz de resolver los problemas del país. “Dentro de este clima e inclemencias, la población siente que el país está encaminado en un sendero positivo”, refiere el informe de Gallup.

Desde el oficialismo han evitado tocar temas controvertidos, paralizando hasta la agenda parlamentaria, donde aún no se aprueban leyes importantes como la que penaliza la violencia contra las mujeres. La primera dama Rosario Murillo, veladora de todo lo referido a la campaña oficialista, ordenó a los simpatizantes del FSLN a evitar la confrontación y la violencia, mientras ella misma se ha mantenido activa en los medios de comunicación sandinistas dando a conocer los beneficios con que el Gobierno “responde al pueblo”, y que durante esta campaña han aumentado, gracias, en buena parte a la ingente cooperación de Venezuela.

En uno de sus últimos mensajes, Murillo hace un llamado a mantener la paz, a “preservar ese ambiente de tranquilidad, ese ambiente festivo, ese ambiente de celebración que tenemos en el país”, mientras anunciaba nuevos planes del Gobierno para ayudar a las familias damnificadas por el desastre de las últimas semanas: 56 mil nuevos beneficiados con el Plan Techo, la ampliación de la estadía de médicos cubanos en el país hasta enero –es decir, una vez concluida la elección–, entrega de sillas de ruedas para discapacitados y hasta anuncio que este diciembre “será el más feliz de estos cinco años”.

“Con el resultado de este gobierno eficaz, este gobierno competente, de este nuestro presidente capaz hemos logrado crecer económicamente en Nicaragua y hemos logrado extender y ampliar los programas solidarios, los programas de restitución de derechos, por lo tanto, Dios mediante, este diciembre tiene que ser el mejor de los últimos cinco años, en cuanto a garantizar el derecho a la alegría, el derecho al bienestar, este lema de paz y bien hecho realidad en todos los hogares nicaragüenses”, dijo Murillo.

Más allá del discurso oficial que canta loas a la paz y la reconciliación, la maquinaria del Frente Sandinista no ha parado de trabajar para garantizarse el triunfo en las elecciones de noviembre. Aprovechando al máximo el control de los poderes Electoral y Judicial, el presidente Ortega se ha garantizado una elección en la que prácticamente todos los mecanismos le garantizan la reelección.

Informes preparados por organismos de observación electoral como Ética y Transparencia, IPADE y Hagamos Democracia muestran irregularidades en el proceso para favorecer al FSLN. El informe del IPADE denuncia que en 55 municipios del país el CSE ha permitido que activistas del FSLN entreguen cédulas, violando la ley electoral. El Frente Sandinista controla los CEM y CED, gracias a una irregular distribución que hizo el CSE, que incluso entregó cargos a aliados del FSLN como Alternativa por el Cambio, que ni siquiera participa individualmente en la elección.

El Frente también fue beneficiado en la distribución de primeros y segundos miembros de las mesas electorales, dado que ALN anunció que no tiene la capacidad para ubicar a simpatizantes suyos en estas mesas, por lo que ese espacio lo ocuparán seguidores del FSLN.

La estrategia del FSLN en esta campaña ha sido jugar en dos vías: por un lado el presidente y la primera dama se alejan de cualquier controversia centrándose en las emergencias por las lluvias, mientras que la muy aceitada maquinaria del oficialismo controla todo el proceso electoral y ve desde el palco cómo el PLC y ALN se encargan de contener la emergencia de una alianza opositora encabezada por el PLI.  

PLC: atacar al PLI

 

Desde que el candidato de oposición Fabio Gadea Mantilla y su equipo de campaña llegaron a un acuerdo con una facción del Partido Liberal Independiente (PLI) para usar su casilla electoral, el controvertido expresidente Arnoldo Alemán parece haber emprendido una batalla personal por intentar desmantelar el aparato político del PLI, no sólo porque Gadea aparentemente logró diezmar la base electoral del otrora poderoso PLC, sino figuras importantes de ese partido decidieron apoyar la candidatura del empresario radial.

 

Aunque jugador de menor peso en el pacto política amarrado con Ortega, el controvertido expresidente acusado y condenado por la corrupción denunciada tras su Administración, usó la influencia que todavía tiene en el CSE para desatar una cacería de brujas contra candidatos a diputados de la Alianza PLI-UNE, entre ellos Maximino Rodríguez, con quien Alemán parece mantener diferencias personales. Al final, el CSE admitió inhibir la candidatura de Rodríguez, así como la de otros cuatro candidatos de la alianza.

 

De la misma manera el PLC ha desacreditado a los candidatos de PLI-UNE, incluyendo al mismo Gadea, de quien los medios afines a Alemán han inventado enfermedades graves y hasta supuestas renuncias a la candidatura, con el fin de desalentar el voto de Gadea en las zonas rurales, importante bastión de la oposición. “Le pido caballerosamente al doctor Alemán que decline y ellos contestan que soy un viejo paralítico, que soy un viejo senil, que se me están cayendo los dientes”, dijo en marzo pasado Gadea, en referencia a la campaña sucia desatada contra él por el PLC.

 

La campaña del PLC ha estado encaminada a atacar a la alianza opositora, haciéndole un gran favor al FSLN. Desde el PLC hasta se ha restado importancia a las concentraciones de Gadea en regiones del interior del país, creando una “guerra de plazas” en el que el mismo PLC ha quedado ridiculizado por las cifras de la Policía Nacional: en Matiguás, por ejemplo, aseguraron que habían reunido a más de 70 mil simpatizantes, mientras que el informe presentado por la Policía Nacional mostraba que la asistencia fue de 24,800 personas.

 

“Nosotros cuando pusimos 70 mil personas en Matiguás, obedeció a listas que elaboran cada una de nuestras estructuras en los barrios, comarcas, caseríos y cañadas. No es que se monta cualquiera, son listas que nos pasan nuestros líderes”, dijo en agosto pasado el diputado PLC Freddy Torres.

 

Toda la trama desatada por el PLC contra el PLI no ha hecho más que debilitar la candidatura de Alemán, empequeñecida hasta lograr apenas el 10% o menos de la intención de votos, según las encuestas. Además, un 80% del electorado desprecia al expresidente, mientras se socava la que era la gran base del PLC, el voto rural. Pero los liberales constitucionalistas no han estado solos en su campaña contra el PLI, otro grupo liberal, la ALN, ha jugado un importante papel en la esta campaña del liberalismo, que se ha centrado más en el ataque que en propuestas que atraigan al electorado o que recupere la imagen del despreciado Arnoldo Alemán.

ALN: marioneta política

 

El candidato presidencial de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Enrique Quiñónez, definió con exactitud en una entrevista televisada lo que es la campaña de la oposición: “nadie confía en nadie”, dijo Quiñónez. La ALN es señala de ser un títere político manejado por el oficialismo, hasta tal punto que se ha denunciado públicamente que los espacios que este partido debería ocupar en las JRV de todo el país, serán ocupados por miembros del FSLN.

 

La campaña de Quiñónez, la más conservadora y burda de todas, se ha centrado en ataques directos al PLI-UNE, y con menos fuerza al FSLN y al PLC de Alemán. “Nadie confía en nadie, tampoco confío yo en ellos (Eduardo Montealegre y miembros del PLI-UNE) que se reunieron a puerta cerrada y en secreto con Daniel, también que llevan sandinistas (en alusión al MRS)… Al igual que Ortega debieran estar presos. Son también culpables de muchas de las cosas que se hicieron en este país”, dijo Quiñónez.

 

Este candidato, que nombró como jefe de campaña a Álvaro Somoza (nieto del fundador de la dictadura, Anastasio Somoza García), es el que más ha usado el tema del aborto contra la candidatura de Fabio Gadea y su candidato a vicepresidente, Edmundo Jarquín. Quiñónez ha impulsado una agresiva campaña contra el aborto: el día de la presentación de su plan de gobierno se rodeó de muchachas que gritaban lemas contra el aborto.

 

A esa campaña se ha unido el PLC. El candidato a la vicepresidencia por ese partido, Francisco Aguirre Sacasa les espetó a los candidatos del PLI-UNE: “Arnoldo y yo somos provida y ¿vos Fabio sos abortista? ¿Vos Mundo podés decir que estás en contra del aborto?”

PLI-UNE: mantener segundo lugar

 

Tras los ataques de los otros grupos liberales, la Alianza PLI-UNE ha invertido gran parte de la campaña en responder a esas acusaciones y señalamientos, mientras intenta mantenerse a flote de la maquinaria estatal que amenaza con machacarla. PLI-UNE se ha mostrado ante el electorado como una organización débil, con un candidato poco carismático, conocido por haber creado un popular personaje real, pero al que el electorado ve poco conectado con la realidad social del país.

 

Al desgaste que ha sufrido esta alianza debe unirse la incertidumbre sobre el futuro de su estructura, dado que las autoridades judiciales y electorales podrían decidir después de las elecciones sobre la representación legal del PLI y las inhibiciones de 51 candidatos de esta alianza, lo que prácticamente haría desaparecer a la organización política.

 

Desde la alianza han intentado demostrar fuerza, afirmando en su campaña que es una organización sólida capaz de reunir una “montaña de votos” a su favor. Si bien las encuestas muestran que Fabio Gadea ocupa el segundo lugar en la intención de votos, con un rangos que oscila entre 15 a 30%, la diferencia frente a Ortega sigue siendo grande: en el mejor de los escenarios más de 15 puntos.

 

El equipo de Gadea ha intentado convencer al electorado que de ganar las elecciones mantendrá los programas sociales, no se separará del ALBA y, lo que es su mayor baza electoral, respetará institucionalidad del país. Promesas de campaña que hasta ahora no parecen sumarle la montaña de votos que la organización espera alcanzar.

 

El analista político Oscar René Vargas aseguró que ésta ha sido una campaña vacía, que “no ofrece nada que pueda atraer a los electores”. Vargas calificó esta campaña, la de todos los candidatos en contienda, como “una campaña de gente de derecha”. El gran perdedor es el electorado, que ha asistido a una cansina carrera electoral con poco de propuestas y mucho de pelea.

 

Este artículo de el Confidencial fue publicado con autorización por Plaza Pública.

Autor
Autor