Dice que mis sueños son su compromiso, es decir, los sueños de todos los guatemaltecos: su preocupación es por los niños crezcan sanos y fuertes, que vayan a la escuela, que tengan las oportunidades que a las generaciones de sus padres o se les ha negado o simplemente que el Estado no ha logrado brindar a sus habitantes... Ésos han sido los sueños de siempre, de toda la vida.
Yo sueño con una política de Estado valiente, que se impulse desde el Ejecutivo, que se aleje de ser estr...
Dice que mis sueños son su compromiso, es decir, los sueños de todos los guatemaltecos: su preocupación es por los niños crezcan sanos y fuertes, que vayan a la escuela, que tengan las oportunidades que a las generaciones de sus padres o se les ha negado o simplemente que el Estado no ha logrado brindar a sus habitantes... Ésos han sido los sueños de siempre, de toda la vida.
Yo sueño con una política de Estado valiente, que se impulse desde el Ejecutivo, que se aleje de ser estrategias de mantener la campaña electoral durante cuatro años más a base de financiamiento público, sin capacidad de asegurar la reelección y menos de comprometer a cualquier político a hacer lo que dice, como otro tipo de financiamiento privado y secreto. Pienso en el discurso populista de este Gobierno que no ha dejado de ser constante, que no se aleja de los otros, de los anteriores. Como dice el cantor, no es lo mismo, pero es igual.
Queda pendiente ese sueño de vivir en una democracia real, y se ha visto empañada por la manera en cómo los conflictos sociales son abordados, resultado de la lógica de privilegios para todo lo que sea negocio sobre todo lo que sea bienestar comunitario y autodeterminación de quien vive en los territorio. El sueño de los Acuerdos de Paz de dejar atrás una sociedad militarizada, se ha quedado en sueño de muchos, y al contrario, a dos años del Gobierno de Otto Pérez y la Cartera de Gobernación, somos muy realistas y sabemos, todos los guatemaltecos, que si se habla, que si se critica, que si se cuestiona, el Gobierno no lo tolerara, y al contrario de motivar un diálogo social, democrático y la real participación de la ciudadanía, la fuerza y la violencia siguen siendo los mecanismos de resolución de conflictos.
Sueño con un presidente, una vice-presidenta que no tengan excusas para dar cuentas claras de lo que la población le confía, que sí es producto del trabajo de miles de los guatemaltecos que sueñan. La transparencia es parte de un cuento de hadas que ya nadie cree. Al contrario, vemos a una vice-presidenta que se le agotan las justificaciones, que como patadas de ahogado mete la pata con el presidente de un país vecino, y veo cómo el avión presidencial da vueltas al mundo, en vuelos y vuelos amistosos de sus hijos y sus compañeritos de farra.
Lejos está de ser cierto lo que el anuncio de este Gobierno nos obliga a escuchar tantas veces al día. Los sueños de los guatemaltecos no son el compromiso de nadie en este Gobierno. ¿Cómo se le dice cuándo alguien miente en tu cara?
PD: También sueño con un mandatario que no sea el hazmerreír por decir que todos los guatemaltecos estamos sufriendo por un partido de fútbol, ni sufra de balbuceos y argumentos pobres en una entrevista de una cadena gringa que tiene alcance en todo el mundo.
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