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La Ministra de Salud Pública, Amelia Flores, en la sede del MSPAS. Simone Dalmasso

Ministra de Salud: «No le quito la razón de que es un ministerio corrupto»

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Ministra de Salud: «No le quito la razón de que es un ministerio corrupto»

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A siete meses de su gestión, la ministra Amelia Flores dice que se entiende bien con los sindicatos mayoritarios para ordenar la contratación de personal, quiere fortalecer la Unidad Anticorrupción y está cómoda en el cargo. Su relación con el presidente Alejandro Giammattei es cordial, mantienen una comunicación fluida, pero no está acostumbrada a estrechar amistades en sus experiencias laborales.

Amelia Flores asumió la titularidad del Ministerio de Salud en medio de una crisis grave de credibilidad del gobierno por el manejo de la pandemia de COVID19, y en el medio de la primera ola de la enfermedad, causa de la saturación de hospitales públicos y privados.

Aunque es poco clara sobre los resultados de las auditorías elaboradas sobre gestiones anteriores, asegura que sí se plantearon denuncias y se están mejorando los procesos para establecer si los proveedores del Ministerio tienen vínculos con corrupción.

Esta es la segunda parte de una conversación con Flores para conocer los detalles de su administración al frente de la cartera más visible durante este último año.

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Este ministerio es señalado de ser el más corrupto, existen varias acusaciones en contra de gestiones anteriores a la suya. Usted anunció una auditoría al asumir ¿encontró alguna anomalía seria y plantearon denuncias?

Lamentablemente las personas que realizan estos procesos saben cómo hacerlo. Como cuando se le entran los ladrones uno dice ¿por dónde se entraron? Si todo estaba tan bien cuidadito. Ellos saben cómo hacerlo.

Tuvimos casos muy palpables en los que sabíamos que tal o cual persona tenía mucho que ver en esto, sin embargo, nunca firmaron, nunca evidenciaron o pidieron a otro que lo hiciera. Y hay personas que, podría decirse, firmaron inocentemente algún proceso en el que hubo un principal interesado en provocar ese proceso de corrupción.

Me duele mucho oír que es el ministerio más corrupto porque yo aquí me formé, aquí tuve mi primer trabajo y luego igual salí para otros lugares, pero lo sigo queriendo. No le quito la razón de que es un ministerio corrupto.

¿Cómo se enfrenta a los sindicatos que crecieron en los últimos años y están involucrados en múltiples casos de corrupción, algunos señalados penalmente?

Hay una gran cantidad de sindicatos, pero son dos o tres los más fuertes que hacen más movimiento. El mayoritario ha peleado mucho por la reivindicación de los trabajadores, entonces este año en estos pocos meses nos ha tocado trabajar de la mano con ellos por un proceso que ya traía para poder pasar 11 mil personas de reglones temporales, y trasladarlas a 011 (personal permanente).

El Servicio Civil nos dijo que se debe hacer un proceso de selección interna y externa, tienen que competir para ganar la plaza. Nos sentamos con el sindicato y les dijimos que esto se va a hacer, nos respondieron que nunca se ha hecho así. «Pero ahora sí porque es lo que corresponde», les indicamos.  

Asumen que por estar contratados ya son personal fijo, y eso es terrible, porque se han asumido tantos compromisos. Si una retira un personal contratado por cualquier razón, ponen juicio y ganan. ¡Es terrible! Ni siquiera son personas que se ganan esos derechos.

¿Tiene una buena comunicación con el sindicato mayoritario entonces?

Diríamos que vamos al fin alineándonos y ellos entendiendo que las cosas no son así, pero lógicamente tienen la presión de toda la gente a nivel nacional que les dice «miren pero yo peleé por esa plaza, yo la tengo que ganar». Y mucha gente evaluada no gana. Pueden tener 8 años de estar aquí, pero en realidad no aprendieron nada y puede ser que otro que venga de la calle o que esté dentro y quiere un ascenso tenga una mejor calificación.

Otro tema importante con ellos es el de los bonos. Han peleado muchos bonos con diferentes administraciones y lograron que muchos funcionarios profesionales técnicos sumen salarios equivalentes a los del Congreso.

Estos bonos de fin de año eran imposibles de pagar porque no había recaudación tributaria, entonces costaba mucho tener ese presupuesto. Eran 65 millones de quetzales para cubrir todo eso.

El problema más serio fue que este traslado de personal de contrato a renglón 011 lo hizo la administración anterior a este gobierno, con (Carlos) Soto. Contrataron una cantidad increíble de personas jubiladas que estaban en el renglón 029, a mí no me pasa la cólera todavía. Es injusto porque no le dimos la oportunidad a todos esos jóvenes que podrían haber entrado a trabajar.

Y eso no fue lo peor. Todo ese recurso financiero que servía para contratarlos a ellos debería haberse trasladado al renglón 011 para pagarles, pero se quedó  en el 029 y se contrató más gente ahí. Entonces el 011 no estaba financiado para cubrir al personal que trasladaron.

Cuando la ex ministra Lucrecia Hernández dejó al ministerio, denunció múltiples cartas de congresistas y alcaldes para obtener plazas en la cartera. ¿Algún funcionario del Congreso o de otra institución le ha solicitado plazas?

Con cartas no, porque ahora ya no, en eso se tiene temor. De igual manera a nivel local ellos hacen sus gestiones y denuncian que algún director de área no funciona, por ejemplo. Entonces, si se demuestra se puede pedir un cambio de persona.

Nosotros evaluamos el desempeño de cada uno de los directores de área, de hospitales y gerentes. Pero si yo destituyo a algún director de área por hacerle el favor a alguien del sector político, lo que va a pasar es que la persona plantee un proceso legal y luego lo restituyan.

Se podría decir que las peticiones de plazas las están disfrazando de fiscalización…

Puede ser… Tal vez no. Ellos presentan su fiscalización como las metas no cumplidas, como algunos de los servicios o la mala atención.

Sobre los proveedores del Ministerio, ¿estableció algún protocolo para conocer si los proveedores o empresas tienen vínculos con políticos o con empresarios corruptos o algún tipo de anomalías?

Estamos trabajando en un protocolo para implementarlo a partir de este nuevo año, se está reforzando el Departamento de Adquisición del Ministerio en donde consideramos que se debería hacer el primer filtro.

Regularmente pasan el proceso y lo trasladan para firmarlo acá, casi nunca tienen tachas, pero cuando lo revisan los asesores se descubre que esta empresa está señalada, que esta otra tiene un proceso, o que ayer en el periódico alguien habló de esta empresa.

Entonces decidimos que no tiene que pasar, pero puede ser que muchas cosas se pasan por cuestiones mínimas que no nos demos cuenta. Lo macro sí lo revisamos mejor.

¿Cómo se va a implementar el protocolo en esta unidad?

Lo que queremos es que esta unidad cuente con profesionales de alto nivel y no estoy hablando de tener diez profesionales, sino dos o tres técnicos que conozcan de equipo quirúrgico y de otras cosas que actualmente se compran en el Ministerio.

Por ejemplo, que tengamos un récord de las empresas que distribuyen y que son de más prestigio. Nos hemos dado cuenta de que hay empresas de prestigio que nunca le han vendido al Ministerio, pero no lo hacen por las comisiones anómalas.

Queremos que la gente nos tenga confianza para denunciar si le están pidiendo alguna comisión porque definitivamente es una costumbre de corrupción que se da. Para eso estamos reforzando la Unidad de Transparencia y Anticorrupción que formó la ex ministra Lucrecia Hernández. Como tenía plazo, hicimos un nuevo acuerdo para prórroga y quedó con un tiempo indefinido. Estamos reformándolo todo con nuevo personal capacitado, aquí lo que más se necesita es alguien que entienda de transparencia.

¿Durante su gestión ya se plantearon denuncias sobre anomalías?

Sí se presentaron a la Unidad de Anticorrupción y Transparencia, encontramos que había denuncias acumuladas.

¿Por qué los procesos en las unidades no ven vínculos empresas con personajes señalados?

La unidad debería de tener pegado en la pared todas aquellas alertas de empresas que no deberían de estar, sin pretender el cien por ciento, pero sí las más gruesas. En la red de servicios hospitalarios no creo que no se sepan, pero como puede ser que ofrezcan entregas rápidas o precios más baratos. Tal vez estoy hablando de más, pero tal vez esas cosas pasen para facilitar las compras y cuando sentimos ya están aquí los productos.

La idea es ordenar esos procesos de tal manera que en las unidades ejecutoras tengan claro a qué empresas les deben tener mucho ojo.

Aunque escapa de su administración por ser un tema del Ministerio de Educación, ¿está de acuerdo con el seguro escolar privado contratado por el gobierno?

En general no conozco a profundidad cómo se ha manejado porque es un tema de educación. Sin embargo, nosotros siempre hemos atendido a niños en nuestros servicios en el tema de infecciones, controles y de otro tipo.

¿Cuál es el mensaje que se le da a la población con un seguro médico infantil qué podría duplicar funciones en lugar de fortalecer el primer nivel de atención?

Nosotros, independientemente de este proceso, estamos fortaleciendo el primer nivel de atención. Se trata de que la gente confíe en sus servicios más cercanos, que los niños aprendan que no sólo tiene que ver con proveer medicamentos e insumos para la enfermedad, sino que nuestro principal reto es que eviten enfermarse.

Yo le apuesto mucho a los niños, son los que enseñan a los adultos sobre lo que aprenden en la escuela.

¿Pero está de acuerdo con el seguro o no?

No tengo la claridad de lo que contempla a fondo.

Otro tema que vincula al Ministerio de Salud con señalamientos públicos es la gestión del extinto Centro de Gobierno, ¿cómo califica los indicios de usurpación de funciones de esta comisión presidencial?

De estos casi 7 meses de haber ingresado, los delegados del Centro de Gobierno para el Ministerio de Salud fueron muy respetuosos de todos los canales legales.

Cuando nosotros entramos ya algunos hospitales temporales para atender COVID19 estaban hechos. Sabemos que esto se hizo con gestiones de la iniciativa privada, la mayoría de ellos no le costó dinero al Estado. Yo en el que más estuve fue en la parte final del de Santa Lucía Cotzumalguapa, pero en general los delegados que estuvieron con nosotros fueron de ayuda en el tema de gestión.

Se nos ocurrió implementar unidades móviles, teníamos dos por allí qué pensamos que serían ideales y ellos nos las prepararon. Se las llevaron, hicieron la gestión con los donantes y rápidamente estaba preparada para que la echáramos a andar dentro de nuestra estrategia.

¿Pero eso no se podía hacer dentro del Ministerio?

Sí se puede, pero los procesos son más lentos. Ellos tenían definitivamente los enlaces con donantes.

Si eran donantes, ¿no tendría que encargarse la Conred?

La Conred se encarga de recibir las donaciones y entregarlas a los ministerios, pero las unidades móviles ya las teníamos en el Ministerio, lo que hacía falta era repararlas, ponerle llantas, pintarlas, todo ese proceso aquí podía durar tres meses y ellos lo hicieron en 15 días.

Nuestros delegados nos decían «nosotros nos hacemos cargo», conseguían sus donantes, me imagino, y el tema estaba hecho. Ellos tienen sus donantes amigos del gobierno que han realizado estos procesos y de igual manera otros, como los arreglos en alguno de los hospitales temporales.

¿Se siente cómoda en el cargo?

Me siento cómoda porque tengo un equipo de trabajo con el que nos escogimos mutuamente y creemos que lo hacemos bien. En el momento en el que alguien le digan que se tiene que ir, nos vamos a ir todos.

¿Cómo es su relación con el presidente?

Bien. Cuando él me llamó para tomar el cargo me dejó armar mi equipo y me ha dejado trabajar con ellos.

¿Hay alguna distancia?

Nunca he sido de acercamientos estrechos con nadie, especialmente en mi ámbito de trabajo, pero nuestra relación es fluida y normal.

¿Y cómo se ha sentido cuando la han denostado en conferencias o inauguraciones?

 Fíjese que no me afecta. No me siento menos porque me pongan en otra grada o porque no corté alguna pita. Eso de cortar pitas tampoco es que me haga muy feliz.

¿Quiere seguir al frente del Ministerio?

Si, voy a seguir hasta que el presidente no esté conforme conmigo o cuando yo no esté conforme de cómo estemos trabajando.

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