De hecho, el desarrollo del mercado interno en Inglaterra a partir del siglo XVIII, fue un elemento importante en el proceso de construcción de una economía competitiva, con la capacidad de industrializarse e internacionalizarse.
Lograr dicho proceso de consolidación del mercado interno, implicó una inversión importante en la infraestructura del país. Era necesario conectar los mercados para reducir los costos de transporte y hacer rentable el trasladar productos a localidades distintas. Que el transporte sea más barato y rápido, permite que lugares más pobres accedan a productos más baratos, lo cual es una forma de incrementar sus ingresos. Asimismo, esa interconexión facilita el transporte de mercancías a los mercados internacionales.
En el caso de Inglaterra, un elemento importante fue el involucramiento de los empresarios del siglo XVIII, como Josiah Wedgewood, en financiar mucha de la construcción de carreteras y canales, donde había mucho contacto con los gobiernos locales.
Si queremos que las personas en el norte del Quiché y Alta Verapaz accedan a productos más baratos y puedan vender más productos a un mejor precio, debemos hacer cosas distintas. Imaginen que pudiéramos conectar la parte norte del Quiché, Alta Verapaz y Totonicapán rápidamente con Retalhuleu. Eso podría realizarse si se creara un sistema de canales que comunicaran el río Chixoy con el río Samalá. De esta manera, quedaría cerca la salida al mar, vía el puerto de Champerico.
Otras opciones de canales que valdría la pena considerar, sería conectar el Motagua (que desemboca en el Atlántico) con el Madre Vieja o el Coyolate (que desembocan en el Pacífico); así, hay muchas otras opciones.
Seguramente no tendrían que ser navegables para grandes barcos, para que ese tipo de propuestas fueran económicamente viables, y que al mismo tiempo permitieran servir de motor económico para muchos lugares en el interior del país.
¿Cómo podemos lograrlo?
Imaginen lo que implicaría que en Guatemala existiese una mejor planificación e implementación de proyectos de infraestructura a nivel local. Imaginen que se pudiesen realizar fácilmente Alianzas Público-Privadas (APP) con las municipalidades, en donde se pudieran lograr acuerdos con el sector privado para apoyar con el financiamiento y construcción de carreteras o incluso canales, para interconectar el municipio y el departamento con el resto de Guatemala y con el mundo. No sólo implicaría fuentes de trabajo, también implicaría más competencia, menores precios de compra y potencial para que los productores del municipio o departamento puedan vender a un mayor número de personas. Imaginen que se pudieran lograr varios de esos acuerdos, sin la necesidad del proceso complicado que implica hacerlo vía la Presidencia o el Congreso.
Claro, ésta es una idea que debe planificarse. Abrir el uso de APP a nivel municipal o departamental, sin adecuados controles, puede traer consecuencias negativas. Dado que en la mayoría de las municipalidades hay poca transparencia, ello puede dar pie a excesivo endeudamiento (algo que ya sufren hoy varias municipalidades), a inadecuada asignación de los riesgos en los proyectos, o a elevada corrupción.
Sin embargo, es necesario empezar a experimentar. Ojalá surjan alcaldes visionarios, gobernadores futuristas y diputados interesados en dejar un legado, para lograr que ideas como éstas puedan implementarse en Guatemala.
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