El estudio fue presentado como parte de un proyecto conjunto entre Icefi y Unicef para evaluar la asignación del gasto público a la niñez y la adolescencia.
Una diferencia de siete centavos por niño que parece poco, pero que demuestra el poco interés del gobierno para atender una población vulnerable, en la cual tan sólo en el rango de menores de 5 años muere un niño cada 40 minutos por causas prevenibles según Unicef.
Según Unicef, el gobierno requeriría elevar el gasto social en asignaciones a salud, nutrición y educación a Q2,136.3 millones para garantizar un incremento en el gasto diario por niño a Q5.88, considerado el mínimo necesario. Christian Skoog, representante de Unicef en Guatemala, indicó que la inversión es menor al crecimiento poblacional anual del 2 por ciento y que no hay significativas mejoras en el gasto social. Para la economista Alejandra Contreras de Icefi, se requeriría de un incremento de Q12 por niño para tener un impacto significativo en la reducción de la pobreza y las desigualdades sociales.
Estas inversiones, en cualquier caso, deberían obedecer a componentes primarios como la prevención de la desnutrición crónica y prevención de la mortalidad materna y neonatal, que requiere un incremento de Q218 millones; textos y útiles escolares, valija didáctica y alimentación escolar Q209 millones y reparación y mantenimiento de edificios escolares Q243 millones.
La primera gran brecha en el sistema educativo que tienen que atravesar los niños es la casi inexistente educación inicial de pre primaria, apuntó Julián Duarte experto de Unicef en monitoreo. El Estado sólo provee una cobertura de apenas el 5 por ciento de los niños en edad de ser atendidos.
Bajo gasto social y reprogramación de gasto
Luego de la no aprobación del proyecto de presupuesto 2014 por el Congreso de la República, las entidades del Estado tendrán que trabajar con los mismos recursos asignados para este año, por lo cual se encuentran en proceso de reprogramación de sus presupuestos para cumplir con los compromisos en inversión social adquiridos.
Aunque las comparaciones parezcan odiosas, más odiosa resulta la realidad, Costa Rica gasta per cápita ocho veces más en niñez y adolescencia que Guatemala. Mientras que los países desarrollados tienen una educación entre 11 y 12 años promedio, en Guatemala apenas se alcanza los 4.1 años.
Unicef e Icefi realizaron un llamado a las instituciones del Estado, en particular los ministerios de Educación y Salud, para que los presupuestos de estas entidades sean “blindados” y no sufran recortes que favorezcan obra pública sobre inversión. En el caso del ministerio de Educación aún se encuentra bajo revisión el presupuesto para el próximo año para estimar las readecuaciones necesarias confirmó Luisa Alvarado vocera de la entidad, mientras que el caso de Salud ya se ha confirmado que se reprogramarán los recursos para los componentes de Hambre Cero en los próximos quince días indicó Gustavo Barrillas, vocero de la institución, aunque no se prevé un incremento en el monto total de su presupuesto.