El gobierno del doctor Giammattei debe seleccionar a las personas y a las familias beneficiarias con la mayor transparencia y precisión posibles.
¿Cuenta con las herramientas necesarias?
Seamos realistas. En estos casos nos enfrentamos a cinco inevitables realidades que, combinadas, suman la totalidad de la población. Veámoslas:
- La inclusión legítima (positivos). Son los previstos beneficiarios que reciben el apoyo o la transferencia diseñada para ellos.
- La exclusión legítima (negativos). Son aquellos que no califican.
- La inclusión ilegítima (falsos positivos). Son quienes se benefician de los programas sin cumplir con los requisitos. Estos pueden darse por error (siempre hay una proporción de esto por más refinado que sea el sistema) o por decisión de la autoridad responsable. Esta mata personas y destruye el tejido social. Es hija del clientelismo político y de la corrupción.
- La exclusión ilegítima (falsos negativos). Califican, pero alguien decide que no sean incluidos por no estar alineados con los sistemas clientelares vigentes.
- La exclusión omisiva (falsos negativos invisibles). El sistema de focalización —también llamado selección de beneficiarios— carece de la precisión necesaria para encontrarlos.
Las últimas tres cosas son lo normal, lo cultural, el modus operandi del sistema.
Concentrándonos en la focalización, nadie dice que sea un asunto fácil. En entregas anteriores discutimos el tema de la protección social y de la necesidad de tener una base de datos única depurada. Esto no existe por ingeniería política de los gobiernos anteriores. No es culpa del presidente Giammattei, pero sí será su responsabilidad directa si permite que la imprecisión, el clientelismo y la corrupción sean los miembros estelares del comité de selección.
Categóricamente, lo mejor es la selección comunitaria, de base, cuando no está invadida por el clientelismo y la corrupción.
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Hablemos de la imprecisión. Ante la inexistencia de una base de datos única y actualizada para la protección social es necesario activar nuestras mejores neuronas para proponer algoritmos de focalización.
El consumo mensual de electricidad es un buen indicador inicial. Por ahí va la cosa, pero ¡genera una exclusión de casi dos millones de pobres!
No hay espacio para abordar la focalización en cada uno de los diez programas de asistencia, pero dejaremos algunas ideas generales.
La focalización debe ser el resultado de un complejo proceso de emparejamiento de datos. Distintas bases de datos deben interactuar para verificar criterios de selección. Estos deben ser diversos y ponderados. Al asignar peso a cada variable, se puede construir una escala de vulnerabilidad y atender a las personas por valor de más a menos en la vulnerabilidad.
Las bases de datos deben validarse contra el censo de población, el Renap, la encuesta de salud maternoinfantil, el registro de pacientes por desnutrición crónica y aguda y otros repositorios donde ya se encuentra la información, pero quizá no se cuente con el algoritmo para extraerla.
Hay datos adicionales que pueden ayudar. Los big data (macrodatos) consisten en gigantescas bases de datos con sus propios protocolos de uso (y asuntos de privacidad que se resuelven mediante acuerdos). Por ejemplo, una variable de selección puede provenir de la telefonía. Las personas más pobres disponen de teléfonos móviles. Son básicos y sus recargas son prepagos a los valores mínimos, pero constantes. Es posible conocer las coordenadas de localización geográfica de cada número: saber qué números duermen en zonas precarias y pasan el día en los alrededores de la Terminal, la Cenma, el Parque Central, etc. Eso ayuda a localizar a los trabajadores informales o a estimar su número. En las zonas rurales se puede hacer lo mismo.
Los satélites también pueden ayudar. La localización exacta de hogares sin electricidad se puede conseguir mediante la superposición de imágenes satelitales de zonas pobladas sobre zonas de puntos de luz nocturna. Si hay un hogar, pero no un punto de luz, hay una o varias familias vulnerables que se localizan usando la cartografía censal o hasta Google Maps.
Para los agricultores precarios pueden utilizarse los mismos instrumentos usados por los seguros paramétricos.
Continuaremos en el siguiente artículo.
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