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Los frentes abiertos en la guerra contra el narco: decisiones en el norte, reacciones en el sur

Más que un plan de ayuda era un informe de cómo han decidido atacar a grupos de traficantes de drogas. El plan había empezado en el 2009 y para el siguiente año presentaron un presupuesto de 20.5 millones de dólares para echar a andar programas en las tres aéreas.
Lo más visible de la lucha contra el narcotráfico de parte de Estados Unidos son los operativos para capturar a los líderes de organizaciones. En los últimos dos años Estados Unidos empezó a realizar operativos en el país que había abandonado en el 2003. Antes las capturas se hacían fuera de Guatemala.
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Los frentes abiertos en la guerra contra el narco: decisiones en el norte, reacciones en el sur

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En el 2009 la DEA creó un plan para afrontar al narcotráfico en toda Centroamérica en tres frentes: operativos contra grupos por tierra, mar y aire; inteligencia para atacar sus estructuras financieras e identificar formas para lavar el dinero; y una ofensiva para incautar y detener la importación de químicos con los que se elaboran drogas sintéticas. En dos años Guatemala aprobó regulaciones y adecuó medidas para hacer compatible el plan de Estados Unidos a las políticas del país.

Los cambios están a la vista: los controles en el aeropuerto y nuevos requisitos al tratar de cambiar dólares, restricciones y prohibición para la importación de ciertos componentes químicos que han hecho que laboratorios cambien fórmulas para la elaboración de medicinas, y controles más estrictos para los viajeros que pasen por el Aeropuerto La Aurora.  Todo para que dejen de llegar drogas ilegales hacía Estados Unidos y que el dinero escape a cuentas de narcotraficantes.

Empezaron

El 25 de mayo pasado el jefe de operaciones de la DEA, Thomas M. Harrigan, presentó ante el senado el plan de “ayuda de Estados Unidos hacía Centroamérica”. Allí declaró que en el 2010 el 95 por ciento de toda la droga que llegó a Estados Unidos pasó por algún país de Centroamérica y que grupos como Los Zetas y el cártel de Sinaloa estaban tomando mayor presencia. La preocupación de la DEA era real.

Pero más que un plan de ayuda era un informe de cómo han decidido atacar a grupos de traficantes de drogas. El plan había empezado en el 2009 y para el siguiente año presentaron un presupuesto de 20.5 millones de dólares para echar a andar programas en las tres aéreas.

“La estrategia es aprovechar los bienes de las naciones anfitrionas y sus organismos de control. El objetivo es interrumpir el flujo de drogas, dineros y químicos entre las zonas de origen y Estados Unidos”, decía Harrigan.

También detallaba los grupos operativos que han desplegado por los países centroamericanos.

En Guatemala sus aliados han sido el Ministerio de Salud, la Superintendencia de Bancos, Aeronáutica Civil, Policía Nacional Civil y el Ejército.

Ya no más cambio libre de dólares

Juan José trabaja para una empresa de audiovisuales en Estados Unidos. Su trabajo lo hace desde Guatemala. Cuando recibió la retribución de dos meses de labor (3000 dólares) su cuenta fue inmovilizada mientras explicaba a la Superintendencia de Bancos por el por qué del dinero.

“Yo lo necesitaba, no soy terrorista ni narco, pero igual me hicieron presentar una serie de documentos que no vienen a cuento”, dice molesto Juan José, que por temor a más problemas pide que no se difunda su apellido.

El motivo por el que su dinero fue inmovilizado fue por la resolución 108-2010 de la junta monetaria creada el 31 de octubre del 2010 que pide a las entidades financieras llevar un control estricto sobre las cuentas de aquellas empresas o personas que las reciben en cantidades de tres mil dólares en adelante. El caso de Juan José.

El Superintendente de Bancos, Víctor Mansilla, explica que la decisión se tomó luego de haber observado cómo se incrementó el flujo de dólares en Guatemala cuando México prohibió las ventas en efectivo superiores a tres mil dólares. “El incremento de moneda fue tal en las ciudades fronterizas (con México) en los meses siguientes que debimos hacer algo para frenar el ingreso de dólares, el lavado de dinero.”

Datos exactos no tiene Mancilla pero explica que en general fue el doble de lo usual, es decir que en esos meses el cambio de moneda llegó hasta los Q160 millones por mes en todo el país.

Desde diciembre los bancos deben pedir información que justifique por qué una persona cambia más de esa cantidad límite. Por eso, desde esa fecha, quien quiera transformar divisas extranjeras en moneda nacional precisa tener una cuenta en el banco. El dinero debe ser ingresado primero, y después retirado:  esa es la solución que encontraron para poderle seguir el rastro.

La medida ha tenido éxito, según el superintendente de Bancos. Dice Mansilla que al comparar la cantidad de dólares que los bancos compraron en agosto del 2010 y agosto del 2011 se observa que se redujo casi a la mitad: en el 2010 adquirieron 118.8 millones de dólares. Mientras que un año después cayó a 68.5 millones.

¿Qué dicen estas estadísticas? “Que había un flujo de dinero que no tenía origen legal y se ha reducido desde el principio del año un 42% de compra de dólares”, afirma Mansilla

El analista Edgar Gutiérrez explica que  no se puede hablar que una reducción de cambio de dólares se deba sólo a tema de narcotráfico o crimen organizado porque cuando se toman iniciativas de regulación, si no se tiene “buena puntería”, se afecta a personas que no tienen nada que ver con actividades ilegítimas.

“Estás hablando de reprimir el mercado y si no hay una puntería fina se puede afectar al comercio legítimo como ejemplo las remesas. Es más económico concentrarse en la fuentes grande de lavado”, dice Gutiérrez. En las remesas o en los turistas.

Según el analista, debe modificarse la ley de la Intendencia de Verificación Especial (IVE) para que no dependa de los bancos para tener información si no de un sistema directo que le permita hacer “inteligencia” financiera y mejorar los casos.

Más controles en el aeropuerto

El miércoles 16 de noviembre dos hermanas costarricenses llegaron en la mañana al aeropuerto para regresar a su país. Su vuelo primero aterrizaría en Panamá y después despegaría en dirección a Costa Rica. Cuando pasaron el control los policías del aeropuerto las notaron sospechosas: las entrevistaron y revisaron su equipaje, pero no encontraron nada. Un agente notó que una de las mujeres estaba nerviosa y la interrogó nuevamente y ella intentó seducirlo. Así  decidieron que el equipaje pasara por rayos x. Al final encontraron que un compartimiento 70 mil 104 dólares. Así las hermanas Adriana y Karla Méndez fueron llevadas al preventivo para mujeres Santa Teresa en la zona 18.

Según datos del Ministerio de Gobernación desde enero hasta septiembre se incautó en el aeropuerto 3.7 millones de dólares (Q30 millones aproximadamente) y fueron capturadas treinta personas, a raíz de la implantación de nuevos métodos de seguridad requeridos por Estados Unidos.

Otra de los modificaciones es que los pasajeros en tránsito también deben pasar los controles de seguridad. Antes no debían pasar por ningún control, salvo el del país de origen.

Algo similar ocurre en los puertos marítimos (Quetzal y Santo Tomás de Castilla), en los que existe la iniciativa “Contenedor seguro” de las Naciones Unidas. La idea consiste en instalar un grupo especial que debe inspeccionar los contenedores que ingresan para evitar contrabando y el tráfico de drogas y armas.

En el análisis participan, además de la marina, la Superintendencia de Administración Tributaria, la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público.

En el puerto Quetzal aún no existe un sistema efectivo de rayos X mientras que en Santo Tomás de Castilla no llena los estándares internacionales. Por eso se hace una revisión manual que ha llevado a quejarse a transportistas.

Aunque se intentó localizar al superintendente de Administración Tributaria, Rudy Villeda no fue posible localizarle. Tampoco a su relacionista de la SAT, Ingrid Alfaro.

“No se ha mejorado el control de los contenedores que van en tránsito, que ingresan al puerto y después salen con destino a otros países como Honduras, El Salvador, Belice... ya que durante su tránsito sacan productos de contrabando o narcóticos”, explica un militar de jerarquía asignado a  Puerto Quetzal  que explica que la revisión mejoró un poco después de la intervención.

¿Qué intervención? El pasado 25 de mayo el presidente Álvaro Colom anunció la intervención de la portuaria Quetzal para evitar el contrabando y el narcotráfico y designó a su ex secretario de asuntos administrativos y seguridad, Ricardo Marroquín, como el interventor. En esa ocasión Marroquín declaró que el Presidente tenía “su información” sobre las anomalías en la portuaria Quetzal, en donde, según dijo, se  permitía que ingresaran contenedores con drogas y artículos de contrabando.

Sin enemigo fuerte para la gripe

En febrero del 2009 el gobierno prohibió la comercialización de pseudoefedrina, un componente base para la elaboración de antigripales y antialérgicos. Pero también para la elaboración de drogas sintéticas. La decisión llegó después que Guatemala importó en el 2008 Q1 mil 600 millones en pseudoefedrina, una cantidad mayor de toda la medicina que compró el Estado ese año. Sin duda Guatemala era la puerta por donde entraba el componente químico que estaba prohibido en México y en El Salvador además de ser controlado en toda Centroamérica.

En informes de la DEA se dice que varios grupos que elaboran estas drogas se mudaron a Guatemala, en especial a la frontera con México. Este año la policía desmanteló cinco laboratorios de drogas sintéticas, la mayoría en lugares de difícil acceso. Incluso se ha detenido a ciudadanos mexicanos algunos con solicitud de extradición hacía Estados Unidos.

Con la prohibición de comercialización de pseudoefedrina el Estado dejó de recibir Q350 millones en impuestos y los consumidores los tan efectivos antigripales. Los laboratorios buscaron otro componente químico y ahora llegan las quejas de que no tienen el mismo efecto.

La búsqueda de componentes para crear nuevas drogas sintéticas hace que narcotraficantes contraten a químicos para elaborar nuevas mezclas utilizando nuevos componentes. Quien regula esto es la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife) de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Las regulaciones han acarreado problemas incluso para  quienes tienen una enfermedad terminal porque narcotraficantes han  tomado uno de los analgésicos más potentes para elaborar drogas: Oxicodona. Los Estados han tenido que regular la venta de esta medicina y dada la demanda ha aumentado el precio.

Ilse Álvarez, ex viceministra de gobernación y experta en temas de regulación de sustancias químicas, explica que en los últimos meses han crecido las solicitudes de un componente químico -Fenil acetato de etilo- que, se sabe, se utiliza ahora para la fabricación de drogas ilegales.

“Sirve para hacer jabón, pero llama la atención que antes del 2009 se pedían 1000 mil litros anuales y después pasaron a pedir 80 toneladas. Quiere decir que quieren inundar el país de jabón o está sirviendo para otros fines”, dice Álvarez, que asesora al ministerio de salud.

Por eso se han hay hecho más estrictas las regulaciones de importación de químicos.

“Hay gente que viene a solicitar el permiso para traer sustancia sin saber para qué se usa. También hay casos de gente que simula ser juez para solicitar que le devuelvan el producto retenido en aduanas”, dice Álvarez.

Ejércitos y el efecto dominó

Lo más visible de la lucha contra el narcotráfico de parte de Estados Unidos son los operativos para capturar a los líderes de organizaciones. En los últimos dos años Estados Unidos empezó a realizar operativos en el país que había abandonado en el 2003. Antes las capturas se hacían fuera de Guatemala. La última captura fue la de Hugo Chacón Cerna en Estanzuela, Zacapa, el 21 de noviembre: fue detenido por agentes de la DEA en un cancha de fútbol.

Incluso hubo algunas denuncias de abusos por parte de oficiales estadounidenses. Según cables de Wikileaks y documentos del Senado de Estados Unidos la nueva dinámica de lucha contra las drogas se asemeja más a una lucha contra el terrorismo: un grupo de boinas verdes capacitó a policías y agentes de la DEA designados inicialmente a Afganistán ahora trabajan en Centroamérica. Esto pasa mientras Honduras ha anunciado que serán soldados los que lucharán contra narcotraficantes y El Salvador cambia a su ministro de seguridad por un militar.

“Esto parece un efecto dominó que viene de México; estamos entrando en un conflicto más por inercia. La región viene saliendo de un conflicto y parece que nos vamos a meter a otro”, aventura Edgar Gutiérrez mientras advierte lo peligroso que puede ser meter a una región a pelear al narcotráfico como que fuera terrorismo.

Para Mario Mérida, especialista en seguridad, todas estas medidas siempre afectarán a los ciudadanos “comunes y corrientes”, pero, continúa, hay que tener en cuenta que todo es para “asegurar a la colectividad una vida más segura”.

Para el analista David Martínez Amador los errores no deben repetirse: en México los Zetas nacieron de un grupo élite que peleaba contra traficantes. “¿Sabes algo? Pasará lo mismo (que en México). Le van a llegar al precio a los Kaibiles y los van a poner de comandantes. El éxito deber ser quitarles el dinero, golpear su parte financiera de verdad”, propone Martínez Amador. Porque, añade, lo demás lo encuentran con dinero.

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