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Lencho, nuestra historia

una generación que se encuentra en un mundo diferente al de tres décadas atrás, pero con la posibilidad negada de encontrarse con ellas de una manera digna.
Tipo de Nota: 
Opinión

Lencho, nuestra historia

23 de Septiembre de 2013
Palabras clave

Me gustan las historias, siempre ha sido así. Cuando las historias se ven en pantalla grande, y se alejan de los paisajes de grandes rascacielos, de las batallas sin límite de balas y muertes de extras anónimos sin importancia, y se traslada a las calles de Guatemala por donde yo misma he caminado, y reconozco la misma manera en cómo yo hablo, la historia tiene que ver conmigo.

Eso hace precisamente “El regreso de Lencho”, es una manera de enfrentarme a mi propia historia, que lejos de ser sólo pasado, es también una suma de presentes que nos persiguen.

Los problemas –el trabajo en las maquilas, la falta de atención estatal a las demandas de una vida plena, la desconfianza hacia la institución que brindaría seguridad, el maltrato de la mujeres, la violencia, los niños en la calle…− son todos, uno tras otro, la sucesión de golpes que recibe la sociedad guatema...

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