Dos argumentos saltan a la vista en el primer discurso electoral. El primero, para que sean los mismos militantes de la UNE los que defiendan a morir su campaña. La campaña no es de Sandra; ella tan solo ha reaccionado a la mayoría. Son estos los llamados a dar todo por su candidata. Segundo, a pesar del intento de moderación, la estrategia del partido oficial anuncia con fuerza la puesta en marcha de todo un dispositivo donde el factor clase manifiesta su clara línea de división de las otras...
Dos argumentos saltan a la vista en el primer discurso electoral. El primero, para que sean los mismos militantes de la UNE los que defiendan a morir su campaña. La campaña no es de Sandra; ella tan solo ha reaccionado a la mayoría. Son estos los llamados a dar todo por su candidata. Segundo, a pesar del intento de moderación, la estrategia del partido oficial anuncia con fuerza la puesta en marcha de todo un dispositivo donde el factor clase manifiesta su clara línea de división de las otras opciones.
Este llamado hará caer en la trampa a los sectores conservadores, a quienes la figura de la primera dama les resulta repulsiva. Estos harán hasta lo indecible para oponerse a la candidatura y a minar toda su ruta, aunque represente bajarse el canasto para hacer brotar sus más bajas pasiones.
En ese camino, corren alto riesgo de cometer los mismos errores de siempre: enarbolar la bandera del miedo, crear demonios y jugar al manipuleo permanente de las personas e instituciones que se presten a su juego. Todo ello sin mayor estrategia política. Así las cosas, el sector oficialista no tendrá que hacer mayor cosa para asegurarse, al menos, el paso a la segunda vuelta electoral.
El panorama electoral se ha modificado de ayer para hoy. Las otras candidaturas deberán replantear sus estrategias. El partido oficial es una opción real. A diferencia de la época fuerte del FRG, no hay condiciones para crear un frente anti-Sandra. La propia UNE ha puesto en marcha una estrategia planificada, medida paso a paso, donde el factor de las negociaciones es el signo más representativo.
Esta línea de actuación es una y no da chance para escenarios alternos. La candidatura va porque va. El contenido pragmático representa lo sustantivo. Enseñar con las acciones, con los programas concretos. De nada sirve hablar de lo que no se puede hacer en la práctica. Beligerancia y hechos, dos bastiones del proyecto.
El lanzamiento de la candidatura ha sido por demás simbólico. Hacerlo en La Carolingia, lugar emblemático de sectores populares, no es casual. Significa el tipo de apuesta central que ha dominado desde su ejercicio público, que ahora se enfatizará en la campaña. El perfil de sus habitantes es el bastión del proyecto UNE.
Preocupa que ese acto haya sido a pocas horas de la recta final en la designación de los magistrados de la Corte de Constitucionalidad. Es un anuncio del tipo de correlación de magistrados que el oficialismo espera obtener.
Por demás simbólico es que el acto político haya sido en el Día Internacional de la Mujer. Su campaña estará marcada por este tipo de elementos, donde se rompen paradigmas, donde se presiona a los otros partidos hacia dimensiones impensables, donde la persuasión política cambia de modelo para ubicarse en el terreno de la provocación, romper esquemas y a presionar hasta la desesperación de los contrarios.
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