Nosotros estamos entregando, vendiendo, –y a muy mal precio, dicho sea de paso– nuestros recursos naturales no renovables. Nuestros órganos. Esos recursos que nos debieran garantizar nuestra subsistencia futura.
Costa Rica lo tuvo claro. El 30 de noviembre pasado, la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica sepultó el proyecto minero Crucitas, propiedad de la transnacional canadiense Infinito Gold. El debate se centró en el impacto advers...
Nosotros estamos entregando, vendiendo, –y a muy mal precio, dicho sea de paso– nuestros recursos naturales no renovables. Nuestros órganos. Esos recursos que nos debieran garantizar nuestra subsistencia futura.
Costa Rica lo tuvo claro. El 30 de noviembre pasado, la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica sepultó el proyecto minero Crucitas, propiedad de la transnacional canadiense Infinito Gold. El debate se centró en el impacto adverso que la minería a cielo abierto tiene en el desarrollo humano sostenible. Modelo al cual el país le ha venido apostando desde hace décadas.
El énfasis ambiental en Costa Rica inicia en los años setenta con la creación de parques nacionales y un sistema nacional de áreas silvestres protegidas. Posteriormente, se desarrolla una política de promoción de turismo ecológico y de aventura. Costa Rica se vende en el extranjero y a su interior como un país amigo del medio ambiente, verde, ecológico. Con una propuesta de desarrollo basada en lo humano y lo ambientalmente sostenible. El proyecto minero pone en riesgo este modelo de desarrollo.
Los riesgos y daños ambientales de la minería a cielo abierto en Crucitas, se resumen en los siguientes:
- Mayores riesgos ambientales asociados a la alta pluviosidad y alto nivel sísmico que caracteriza la zona
- Los países tropicales con más bosques, son más vulnerables al impacto en el ambiente, que aquellos áridos o desérticos
- El uso de explosivos y sustancias tóxicas como el cianuro, dañan y contaminan el recurso hídrico
- El impacto negativo en el paisaje debido a la destrucción de amplias zonas boscosas
- Destrucción de la flora y la fauna del lugar
- El análisis costo-beneficio/económico-ambiental demuestra que al ser el tiempo de recuperación del daño ambiental desmesuradamente grande, el costo de recuperación hace inviable este tipo de actividad.
El proyecto además, había incurrido en ilegalidades. Como que se autorizaba una ampliación del mismo, sin que se hubiera realizado un estudio de impacto ambiental. La sentencia además, conlleva una investigación judicial de altos funcionarios, incluido el señor Oscar Arias, por acciones ilegales.
Sin embargo, lo más trascendental es que el país se planteara si el proyecto minero era congruente con el tipo de desarrollo que se está buscando. Se preguntó si valía la pena vender sus pulmones (sus bosques) y sus riñones (su recurso hídrico), a cambio de cualquier paga.
Algo para reflexionar aquí en Guatemala.
Más de este autor