La vida me dio la oportunidad de integrar junto a su hija Milagro el jurado calificador de la III Edición del Premio Internacional de Ensayo Mariano Picón Salas, de Caracas, Venezuela. En esa ocasión, con Milagro Laín y el ensayista venezolano Óscar Rodríguez Ortiz, concedimos el primer lugar a la obra Cultura y alteridad del argentino Ramiro Podetti, humanista y profesor en la Universidad de Montevideo, Uruguay.
El doctor Laín Entralgo estudió en la Universidad de Valencia, se doctoró en medicina y se licenció en Ciencias Químicas. En el mundo académico se le reconoce en tanto sus ensayos recuperan lo recuperable del mundo intelectual previo a la Guerra Civil Española y son punto de partida para la discusión cultural de la España actual. Fue Titular de la cátedra de Historia de la Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, de la que fue Rector. Asimismo, fue Miembro Titular de la Real Academia Española de la cual llegó a ser Director. En 1991, por sus aportes humanísticos y médicos le fue otorgado el V Premio Internacional Menéndez Pelayo.
En Guatemala, el doctor Carlos Martínez Durán fue el primer Rector elegido por votación de profesores, estudiantes y egresados debidamente graduados posterior a la emisión del decreto de Autonomía Universitaria. Don Carlos Martínez, tres veces Rector -y por lo tanto Rector Magnífico- de la Universidad de San Carlos de Guatemala, era médico y cirujano especialista en patología. Fue ministro de educación pública y fundador de la UDUAL, la Asociación Internacional de Universidades con sede en Niza, Francia, en 1950. Graduado en Humanidades, fue miembro de varias academias internacionales de antropología, historia, lengua y literatura. Por supuesto, también de medicina. Su legado quedó escrito en muchos libros de su autoría y se le reconoció como un consumado ensayista y poeta.
Traigo al presente a estos dilectos personajes porque con motivo de mi última columna de fecha 21 de noviembre, un estimado (o estimada) lector (a) comentó de mi persona -que no del contenido de mi artículo de opinión-: “Paradójico que un Médico y Cirujano dirija un área docente. ¿Es que acaso no hay profesionales en la pedagogía que pueden cubrir esas áreas? ¿Un Médico y cirujano (sic) escritor? ¿De cuando (sic) acá?”
El aluvión de respuestas en contra del comentario de rome lucas (así se hace llamar el o la distinguida lectora) no fue escaso. Es que, en su misma acotación, como indicó otra persona, está la razón misma de dirigir un campus universitario. Ser médico y escritor no es malo. Lo peligroso estriba en abrir la boca o escribir sin tener el expertise en el tema de que se trata. De tal manera, la pregunta ¿De cuando (sic) acá? (con un sic porque cuándo al significar interrogación debe llevar tilde), la respondo así: Desde que la ciencia es ciencia y el humanismo es humanismo.
Don Pedro Laín Entralgo y don Carlos Martínez Durán eran primordialmente médicos, y políticamente, derechistas consumados. ¿Sería admisible cuestionar la titularidad de don Pedro Laín Entralgo en la Real Academia Española tan solo por haber sido médico o derechista? Y, ¿tendría lógica reñir con los logros humanísticos de don Carlos Martínez por haber sido patólogo o por sus ideas políticas? No, por el contrario, son virtudes dignas de imitarse.
En lo particular yo no peleo con los políticos de corte derechista, riño con los ladrones y asesinos quienes, amparados en la defensa contra el supuesto fantasma del comunismo internacional han hecho trozos y destrozos en nuestra patria
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