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La Vicepresidente y sus contradicciones

"Todo era muy lento, así que propuse: ‘Denme la mitad del país de organización, porque al paso que van nunca van a formar un partido político’. Acabé mi parte y la otra persona no había acabado el primer departamento. Así me convertí en la secretaria de organización del PP".
Sobre si repartir métodos anticonceptivos en los centros de salud expresó que su intención era “llegar a un acuerdo con las iglesias, porque hay algunas creencias, como las de los católicos, que evitan la planificación familiar (por métodos que la Iglesia no considera naturales)”.
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La Vicepresidente y sus contradicciones

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Roxana Baldetti es la primera mujer en Guatemala que ha llegado a la Vicepresidencia, a la subjefatura de Estado. Con el partido que ella ha construido y liderado en una década. En un país machista que se lo explica por una afinidad con su líder político, como a todas las que destacan, que ella niega y responde con años de trabajo con ahínco y el reconocimiento de sus seguidores y adversarios. Con la lucha contra la corrupción como bandera y opacidades en sus finanzas privadas. Con vehemencia y conservadurismo. Éste es un repaso a la vida de la Vicepresidente que puede ser la más influyente en lo que va de la era democrática.

Ella empezó a correr y correr, no podía dejar escapar a la fotógrafa que había captado un momento tan humillante. Pero Roxana Baldetti no la podía alcanzar. Al día siguiente los periódicos sabrían, y habría imágenes para demostrarlo, que fue detenida, porque la Policía la encontró con una gran cantidad de dinero en su bolsa. Y con esa sensación de angustia, de repente, se despertó. Así lo relataba, de forma divertida, unas semanas antes de que se celebrara la segunda vuelta de las elecciones la entonces candidata a la vicepresidencia.

Baldetti quiere parecer simpática y lo consigue. Una semana antes de la segunda vuelta, en la casa de campaña del Partido Patriota muchos conocidos y desconocidos se acercan a ella para felicitarla y robarle unos minutos de su apretadísima agenda. Ella recibe a todos con una sonrisa y una mirada cansada. Hay varios empresarios, también, una señora de más 70 años, que ha esperado horas solo para expresar su compromiso con el Partido Patriota.    

La entrevista se desarrolla en su despacho decorado con tonos suaves y acogedores. “Es que los hombres no son tan detallistas como nosotras”, señala. Su equipo de comunicación graba todas sus entrevistas y de vez en cuando aparece su secretaria personal para recordarle que la esperan en el siguiente acto. “Usted sabe que estoy trabajando”, contesta Baldetti, haciendo gala de su carácter. Al rato, recibe una llamada de Otto Pérez Molina: “Estoy terminando una entrevista, general, en cuanto acabe, me muevo para allá. Vaya, general”.

Baldetti tiene fama de tener una personalidad muy fuerte, es apasionada, tenaz, tajante, trabajadora y le gustan las cosas claras. Sin embargo, haciendo un repaso sobre su vida, hay varios aspectos que permanecen un tanto oscuros, lejos de la claridad que a ella le gusta. 

Sus compañeros de trabajo han destacado de Roxana Baldetti su preocupación porque la gente con la que trabaja esté cómoda. Sus críticos o sus adversarios, que prefieren ocultar su nombre, llegan a definirla como intolerante y agresiva. De ambas descripciones hay evidencia. Por ejemplo, en el Foro de la Universidad Rafael Landívar de las candidatas a vicepresidenciables, en donde se enfrentó a Raquel Blandón, del partido Lider.

A pesar de que Blandón nunca respondió a sus ataques e incluso elogió su trayectoria en el Congreso, Baldetti no tuvo piedad y a la hora de expresar un elogio sobre ella señaló: “De Raquel Blandón de Cerezo… perdón… me equivoqué… es que cuando era pequeña yo la conocía así. De verdad, pido disculpas... (muchos murmullos en la sala). Creo que tiene valor por haber aceptado la candidatura de Manuel Baldizón. Lo digo porque lo conozco y porque no se merece que sea presidente de Guatemala”. Asimismo, ya una vez ganadas las elecciones, en una entrevista radiofónica decía: “Ahora se va a sentir que hay un hombre gobernando un país y no un payaso, y que gracias a Dios y al pueblo de Guatemala, hoy tendrá que buscar trabajo donde le corresponda”.  

Ella niega tal extremo: “No, no me considero agresiva. Yo diría que tengo carácter. Mi timbre de voz es fuerte, ronco, aunque esté diciendo algo de buena manera va a parecer que te estoy molestando. Y soy muy delicada con mis cosas, mucho”. Tanto que en otro momento de la conversación, no deja que una de las personas de su equipo de comunicación le mueva sus carpetas -todas de color naranja- donde guarda ordenadamente la documentación sobre los casos de corrupción que ella -y su equipo compuesto por 8 mujeres- investiga. En la parte mostrada, se aprecia una especial fijación por Manuel Baldizón, de Lider, y sus diputados. Era antes de la segunda vuelta presidencial. 

Y es que así, fiscalizando, es como le atrapó la política hace 8 años: “Los primeros 3 meses en el Congreso (en 2004) recuerdo que le decía al general (Pérez Molina): ‘No me gusta, es un lugar en el que no entiendo lo qué están haciendo, solo platican, comen, no ponen atención, me siento amordazada y no me gusta’. Él me contestó: ‘espérese un mes más y si realmente no le gusta, pide permiso y que entre el que sigue’. Pero como buena periodista empecé a investigar el primer caso de corrupción en el gobierno de Óscar Berger, que era un director de una institución y me di cuenta de que como diputada (así como de periodista) también puedo hacer investigaciones y fiscalizaciones. Ahí es donde me atrapa la política. Tengo poder para pedir datos que un periodista no puede tener acceso y puedo presentar mis informes de mi trabajo de manera política, aunque fueran trabajados de forma periodística”.

A pesar de que quiere ser la abanderada de la transparencia no dice de forma pública ni sus ingresos, ni los financistas de su partido. “Se lo entrego a quien me corresponde por ley”, contesta. Unos días más tarde, en una entrevista radiofónica a Emisoras Unidas, explica un poco más su hermetismo: “Tengo socios en varias empresas que han estado ayudando al partido, pero ellos fueron víctimas de este gobierno (de Álvaro Colom). Fue terrorismo fiscal. En el laboratorio (de productos de belleza), he tenido viviendo al Ministerio de Salud. Yo no quiero que les hagan lo que a mí. No he recibido dinero ni del narcotráfico ni del gobierno, cosa que el otro candidato sí lo ha hecho”, concluye.

Sus inicios

Los orígenes de Roxana Baldetti son sencillos. Vivía junto a sus padres y sus dos hermanos en la colonia Primero de Julio, en la zona 19. Desde pequeña siempre destacó por su belleza, lo que le sirvió para participar en el certamen de Miss Guatemala, en 1980, donde quedó primera finalista.

Abandonó este mundo e incursionó en el de los periodistas. Su mentor, como ella le nombra en su currículum publicado en el Congreso, fue el abogado y periodista de extrema derecha Mario David García, que la contrató para el programa televisivo que él mismo había fundado y dirigía, Aquí el mundo. Ahí estuvo varios años en diferentes puestos -fue encargada de la información internacional, de los corresponsales y gerente de ventas- hasta que en 1988 Vinicio Cerezo cerró el programa. Para Roxana Baldetti fue censura.

En el informe Guatemala: Memoria del Silencio, de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), se explican un poco más las razones de la clausura: “Luego de la intentona de golpe de estado de mayo de 1988, el Gobierno ordenó el cierre de Canal 3, a tan sólo siete días para que finalizara el contrato del noticiero Aquí el Mundo con el canal. Por orden judicial se reabrió el canal pero no se renovó el contrato al noticiero debido a la advertencia del Gobierno de una nueva suspensión de este medio u otro si ‘se vuelven a detectar acciones desestabilizadoras’. El noticiero había apoyado en sus emisiones la intentona golpista”.

Este hecho lo confirma un trabajador del programa, quien recuerda a Mario David García –que se presentó en las elecciones de 1985, en las que ganó Cerezo- con un pañuelo rojo en el brazo izquierdo aquella noche de mayo: “Estaba muy nervioso y él mismo contestaba las llamadas de teléfono. Después de recibir una, nos dijo a todos los que estábamos presentes: ‘Ya no tenemos noticia’”.

Después de que no se le renovara el contrato al noticiero, Mario David García intentó durante unos meses seguir con la emisión a través de satélite desde los EE.UU., pero Cerezo presionó a todos los anunciantes para que retiraran su publicidad y finalmente, el programa desapareció.

Roxana Baldetti en esa época estaba embarazada de su primer hijo, Luis Pedro. Óscar Masaya, compañero suyo en Aquí el mundo, rememora un momento especial: “Estábamos sentados en una banqueta, ella estaba embarazada ya, habíamos ido juntos a buscar trabajo, pero no habíamos encontrado y nos preguntamos los dos: ‘¿Y ahora qué?’ Entonces, a mí se me ocurrió: ‘Hagamos TV noticias’”. Así es como enlazó su segundo trabajo, también como periodista.

En el mundo político

Pronto, por lo tanto, retomó sus relaciones con los políticos. Volvió a hacer una entrevista a Magdalena de Serrano (ya le había hecho una), la esposa del expresidente Jorge. A partir de entonces, entró en contacto son el entonces candidato, quien le explicó que no tenía equipo de comunicación y que si podía ayudarle para preparar mejor la campaña de las elecciones de 1990. Roxana preguntó cuánto le pagarían. Quinientos quetzales fue la cifra elegida y aceptó. El mayor adversario y el favorito para ocupar el cargo de dirigente del país era el periodista y candidato de la Unión Centro Nacional, UCN, Jorge Carpio Nicolle, pero contra todo pronóstico Carpio perdió y ascendió al poder Serrano, con el partido Movimiento de Acción Solidaria. También ella fue sorprendida por estos resultados: “Nunca pensé que fuera a pasar a segunda vuelta, pero pasó y ganó las elecciones”, comenta.

“Como buena periodista”, Roxana Baldetti aprovechó para pedirle la primera entrevista: “Estábamos en un hotel de la séptima avenida y todos los medios andaban detrás de él, pero él me la dio a mí. Cuando se acabó la entrevista me indicó: ‘Quiero que te vengas a trabajar conmigo al gobierno’”. Algo que Roxana no tuvo mucho en cuenta. “Eso me lo dijo un presidente recién electo; pero a los 15 días recibí una llamada del presidente, ya con la banda, y me volvió a decir que quería que yo fuera parte de su equipo”. Por aquel entonces Roxana estaba recién casada, ya tenía un hijo, pero nada de experiencia en política, así que le contestó: “No sé nada de política, pero si le sirvo en comunicación, con mucho gusto”. Y ocupó el segundo puesto en la Oficina de Prensa de la Presidencia de la República.

Sobre el parentesco de Roxana Baldetti Elías parece quedar claro que ella no es sobrina ni tiene lazos familiares con la familia Serrano Elías, aunque personas con las que tuvo contacto en esa época aseguran que ella proclamaba que era sobrina de él. Sin embargo, Baldetti, en entrevista radiofónica, lo explica así: “Mi abuela es de La Democracia, Escuintla, y de ahí viene el apellido Elías. Jorge Serrano tiene este apellido, porque su mamá se llamaba Elías y su apellido era libanés, pero seguramente cuando le inscribieron el escribano no supo poner el apellido libanés, le puso el Elías, pero realmente era el nombre de su mamá”.

Serranazo

El gobierno de Serrano Elías llevaba apenas 3 años en el gobierno, pero desde marzo de ese año se estaban produciendo numerosas protestas. La situación era tan insostenible que el 25 de mayo de 1993, el presidente –antiguo servidor neopentecostal de Ríos Montt– disolvió el Congreso, la Corte Suprema de la Justicia y censuró a la prensa. Se inspiró en el autogolpe que había dado Alberto Fujimori tres meses antes en Perú, pero los resultados no fueron los mismos.

El Procurador de Derechos Humanos, Ramiro de León Carpio, logró escapar por el techo de su casa, pues esa mañana su vivienda amaneció rodeada por la Policía, fue a Prensa Libre y declaró: “He recibido ya de parte de más de cinco gobiernos el ofrecimiento de asilo político y se los he agradecido, pero les dije que no me puedo mover de mi país. Quizás sea el primer Procurador de los Derechos Humanos que trabaje en la clandestinidad, pero soy un defensor de la Constitución y del sistema democrático. No puedo menos que luchar, junto con los diferentes sectores sociales, por el retorno inmediato a la constitucionalidad. La sociedad tiene derecho a la resistencia, a unirse y a pedir explicaciones sobre una disposición absurda e ilegal. El Presidente Serrano ha cometido delitos en contra de la Constitución y al volver al orden constitucional, lo lógico es que se le lleve a juicio”. La entrevista fue publicada clandestinamente antes de que el periódico aceptara la censura al día siguiente.

A diferencia de lo que recuerdan los periodistas entonces, según Roxana Baldetti, ella intentó impedir que hubiera censura: “Lo que hice fue decirle a Serrano que no estaba de acuerdo -y tengo pruebas y testigos- porque yo venía de una censura. El gobierno de Vinicio Cerezo censuró el programa de Aquí el mundo. Y yo le dije que no podía estar de acuerdo, porque a mí me habían dejado sin empleo por una censura, que yo en lo que creía era en el diálogo y realmente, la democracia decía que había que dejar que los medios hablaran. Sin embargo, escuchó otras opiniones y cometió el gravísimo error de censurar a la prensa. Fue la Secretaría General la que se hizo cargo de mandar abogados por instrucción del presidente a censurar a muchos medios y yo lo que hice fue regresar a mi casa. No pude ni entrar a la oficina al día siguiente. En ese momento, tenía un bebé recién nacido (Mario Antonio) y mi esposo no quiso que yo saliera cuando me mandaron a llamar, lo cual se lo agradezco”.

Sin embargo, algunos directores de medios de comunicación de la época contradicen que ella no estuviera en su oficina durante los acontecimientos ocurridos. Mario Antonio Sandoval, director entonces de Prensa Libre, hasta que renunció por la censura, recuerda que “ese mismo día (del autogolpe) o al día siguiente, no sé bien, recibí una llamada de parte de la Secretaría. Era Roxana Baldetti y me explicó que ya era legal hacer cualquier tipo de censura;  a lo que yo le contesté: ‘Primero que no era legal, segundo, que ellos no podían violar la Constitución y tercero, que mientras yo fuera director de Prensa Libre ningún censor iba a entrar’. Llegó el censor y no le dejé entrar y le advertí: ‘En el momento que usted ponga sus ojos en Prensa Libre, está cometiendo el delito de censura y yo le voy a perseguir hasta el fin del mundo’. Lo filmó CNN y el censor se dio cuenta de que se estaba metiendo en un problema muy serio y se fue. Cuando entré en la redacción, todos se levantaron y aplaudieron. Me emociona aún mucho eso. Sin embargo, a mí no me gustaron algunas decisiones de la Junta Directiva y decidí renunciar”.  

En el otro bando dentro del Estado, el entonces general en activo Otto Pérez Molina respaldó la resolución de la Corte de Constitucionalidad, que declaró inconstitucional las acciones de Serrano que rompieron el sistema democrático. Esto, unido a las presiones nacionales e internacionales, obligó a Serrano a salir huyendo rumbo a Panamá junto con su mujer y sus hijos, donde aún vive plácidamente, a pesar de que Guatemala reclama su extradición para que sea juzgado por casos graves de corrupción, pues aunque vivía antes de su gestión en el gobierno con problemas económicos, en Panamá vive como millonario y es accionista y propietario de diferentes empresas.

¿Robo?

Roxana Baldetti asegura que dejó de forma tranquila la Oficina de Prensa de la Presidencia. Los registros judiciales, no obstante, muestran que fue acusada por el Estado de llevarse varios equipos de esta oficina. Baldetti dice que cuando Otto Pérez Molina, el jefe del Estado Mayor Presidencial, EMP, en el gobierno de Ramiro de León, le reclamó los bienes desaparecidos, se aclaró la situación. Ahí es donde tiene la oportunidad de conocer al General, con mayúscula, como ella lo llama.

La demanda que le interpuso el Estado por “apropiación y retención indebidas” existe. Con fecha del 18 de abril de abril de 1994 se le acusó de la desaparición de varios bienes muebles que ascienden a casi de Q24 mil, entre ellos una impresora, una destructora de documentos o una minigrabadora.

En la demanda consta que fue citada al Estado Mayor Presidencial, pero que “no se presentó”. Los que acudieron fueron Sergio Fernando Illescas, jefe del Departamento de Administración del EMP, Augusto Francisco García del Valle, jefe de Administración II, y Óscar Amílcar, encargado del negociado de Inventario del EMP. Los tres reconocieron que habían desparecido varios bienes en la Oficina, de la que estaba a cargo Baldetti, pero a ninguno le constaba que ella hubiera sido la responsable del delito. Años después, en 2003, los abogados de la ahora vicepresidenta electa, los hermanos Zetina Gutiérrez, exponían: “El presente proceso ha estado inactivo durante mucho tiempo, lo cual induce a pensar que no existe ningún interés en continuar el mismo” y por tanto, “es precedente decretar la prescripción aunado al hecho de que no hay mayores elementos de investigación”.  Pocos meses después se concedía la preinscripción.  

Etapa empresarial

Según Roxana Baldetti, Ramiro de León Carpio, el antiguo Procurador de Derechos Humanos y presidente designado por el Congreso tras el fracaso del autogolpe de Serrano, le pidió que le ayudara a comunicar. Pero ella no lo creyó conveniente y le dijo: “A usted no le viene bien que sea yo la que le comunique, porque hice gobierno con alguien que dio un golpe de Estado, es mejor que no le vean cerca de mí”. De León insistió: “La referencia que yo tengo es que es muy buena trabajadora y necesito que trabaje conmigo”.

Finalmente, se llegó a un acuerdo: ‘¿Sabe qué? Como no le quiero hacer daño, póngame a un intermediario para que yo les dé mis proyectos y que alguien se los desarrolle’. Y a la persona que antepuso fue a Otto Pérez Molina. Roxana Baldetti se negó: ‘con ese señor yo no trabajo, porque obviamente había sido el que apoyó la orden de la Corte (que consiguió restaurar la democracia). Para mí era como traicionar a alguien que me había dado trabajo, aunque no estuviera bien hecho”. Entonces, pusieron a otro oficial del ejército, pero este trabajaba muy lento y al final, acabaron trabajando juntos Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti.

Tres personas muy cercanas a Ramiro de León cuestionan estos hechos.   

Después de Ramiro de León, llegó a la Presidencia en 1996 Álvaro Arzú, entonces líder del Partido de Avanzada Nacional, PAN. En esa época, la ahora vicepresidenta electa Baldetti permaneció fuera de la política y se dedicó a sus empresas privadas.

Formó una productora de publicidad, dio cursos de relaciones públicas y manejo de la imagen en instituciones del Estado y se graduó en la Universidad de San Carlos como periodista, en un plan de nivelación profesional aprobado por el Consejo Superior Universitario en 1997. Pero además retomó otro de sus intereses desde pequeña: creó un salón de belleza, que se convertiría en una cadena y que fue utilizado más adelante, según varios periodistas, para “ganarse” a las mujeres reporteras, a las que animaba a ir al centro a hacerse tratamientos gratuitamente a cambio de una cobertura amable. También formó con varios socios un laboratorio de productos de belleza, llamado Maorlis S.A., la única empresa que actualmente reconoce tener.   

Fue en esos años también, entre 1996 y 1997, en los que algunos periodistas dicen haber visto abordar aviones a Baldetti rumbo a México, donde Pérez Molina participaba en las negociaciones de paz con la guerrilla, lo que ella niega. En un país machista, los rumores del romance entre ambos líderes del partido han sido constantes desde entonces. Tanto que, en un acto de transparencia sobre su vida personal muy raro en el mundo de la política latinoamericana, ella misma reconoció en una entrevista a Emisoras Unidas dos días antes de la segunda vuelta que afectaron a su matrimonio con Mariano Paz, un finquero de San Marcos, con un negocio de distribución agrícola, con quien tiene una relación desde los años ochenta. Por ese motivo, durante un año Paz decidió recluirse al trabajo en su finca entre semana, hasta que decidió volver de nuevo al seno de su familia en la capital, con una confianza total en su esposa. Para Roxana Baldetti esto es lo más duro de este mundo político: “No ven mi capacidad, el trabajo que hago; entonces inventan algo para destruirme. Tengo tres varones que viven conmigo. Mi esposo y mis dos hijos, que han sufrido muchísimo”.

De hecho no le gustaría que sus hijos siguieran su camino, aunque el mayor, Luis Pedro, está muy interesado –estudia Relaciones Internacionales, carrera cercana a Ciencias Políticas– y según algunas fuentes, Baldetti tenía la intención de impulsarle como diputado, hasta que fue nombrada vicepresidenciable y desistió de la idea.

Partido Patriota

Cuando regresó Otto Pérez Molina de la Junta Interamericana de Defensa, de la Organización de Estados Americanos, en 2000, con sede en Washington, volvió a involucrar a Baldetti en política. El ex militar, ya retirado del ejército, le contó que quería crear un proyecto político y que necesitaba su colaboración en comunicación. Pérez Molina no tenía dinero para pagarla, pero Roxana se entusiasmó. Lo recuerda así: “Me dio la risa y le dije: ‘En mi tiempo libre lo voy a venir a ayudar’. Éramos 14 guatemaltecos y solo 4 mujeres. Todo era muy lento, así que propuse: ‘Denme la mitad del país de organización, porque al paso que van nunca van a formar un partido político’. Acabé mi parte y la otra persona no había acabado el primer departamento. Así me convertí en la secretaria de organización del PP. Teníamos un año cuando hicimos la alianza con Óscar Berger, en la campaña puño, balanza y pirámide”.

En sus dos períodos como diputada el crecimiento de Roxana Baldetti ha sido exponencial, tanto a nivel profesional como personal. Óscar Masaya, diputado electo al Parlacen, explica su ascenso hasta la Vicepresidencia.

“Se ha ganado su puesto con su trabajo. Se quería que ocupara ese puesto alguien del partido, para que fuera de la misma línea y no hubiera grupos separados. En los gobiernos anteriores el vicepresidente ha sido siempre una persona ajena al equipo político; por ejemplo, pasó con Eduardo Stein, con Rafael Espada, y te dabas cuenta de que ellos estaban perdidos. Nosotros primero hicimos una encuesta interna, luego hubo una reunión donde se vieron los pros y los contras de que fuera ella la vicepresidenciable. Y lo único en contra era que la gente pensara que no teníamos a suficiente gente en el equipo”. Por ello, será la primera vicepresidenta mujer, aunque no está a favor de una política de cuotas que beneficie la participación de las mujeres en política: ¿De qué sirve llevar a una diputada mujer al Congreso solo para que levante la mano?”, se pregunta, dando poca fiabilidad a las recomendaciones que se han dado desde la ONU para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres en política.  

La conservadora Dama de hierro

Varias personas piensan que ella es la que lleva la “batuta” en el partido, por encima de Otto Pérez Molina. “Es el motor del general”, comentan algunos de sus compañeros políticos. Pero en su entorno más cercano lo niegan. Hugo Peña, asesor político y amigo de Baldetti, cree que son dos personalidades que se complementan, pues él es “analítico y certero; mientras que ella destaca por lo apasionada que es, lo cual le puede llegar a crear problemas porque siempre dice y defiende su verdad, y por lo creativa”.

Como bien dice Peña, que sea tan apasionada le ha creado inconvenientes. Por ejemplo, Baldetti en varias ocasiones ha denominado a sus contrincantes de la UNE como guerrilleros, así lo hizo en el Foro de vicepresidenciables de la URL,los patriotas nos caracterizamos porque cuando decimos algo tenemos las pruebas en la mano y sin embargo, la guerrilla se caracteriza por mentir, mentir, mentir, que es lo que hace Colom”.   

A pesar de lo “revolucionario” que puede ser el liderazgo de una mujer en política, pues es la primera secretaria general de un partido en el poder y la primera vicepresidente electa en 190 años de la República, Baldetti es una mujer de profundas creencias religiosas y sigue las tradiciones. Con frecuencia hace referencia a Dios, y no ha pasado un año que en su casa no se haya comido fiambre el día de Todos los Santos. Antes elaborado por su madre, pero desde que murió, ella es la que se encarga de cocinarlo desde varios días antes. Este conservadurismo que procesa le influye a la hora de elegir sus políticas en materia de sexualidad y la salud reproductiva. Sobre si repartir métodos anticonceptivos en los centros de salud, en el mismo Foro de la URL, expresó que su intención era “llegar a un acuerdo con las iglesias, porque hay algunas creencias, como las de los católicos, que evitan la planificación familiar (por métodos que la Iglesia no considera naturales)”.

Estos últimos años como diputada y jefa de bancada se ha caracterizado por hacer una férrea oposición al partido del gobierno, fiscalizando y obstaculizando cualquier proyecto. En una entrevista radiofónica se defendía: “La oposición constructiva no existe. Estudié la palabra y oposición es oposición. Eso sí, oposición que tenga documentos”. Un buen ejemplo de esta obstrucción es que ahora el PP se plantea una reforma fiscal con base en la que elaboró el Grupo Promotor del Diálogo Fiscal, que anteriormente había bloqueado al gobierno de Álvaro Colom y al ministro Juan Alberto Fuentes Knight.

Fuentes Knight recuerda que en la Comisión de Finanzas al presentar en 2008 la propuesta fiscal y explicarla a los diputados lo sorprendió la pregunta escéptica de Baldetti: “¿Esa propuesta es de ideología socialdemócrata?”, a lo que él respondió afirmativamente porque se buscaba una progresividad tributaria, que permitiera una redistribución de los ingresos.

El ex ministro lo cuenta en su libro Rendición de Cuentas, un volumen por el que, hace unos meses, Baldetti pidió que lo arraigaran. “Lo presenté como prueba en el juicio que llevo contra Sandra Torres", declaró la vicepresidente electa en una entrevista radiofónica, al tiempo que añadía con orgullo la supuesta cantidad de veces que su nombre aparece en esas páginas y el contenido de las referencias: "Me cita 398 veces, pero nunca mal. Me mandó flores. Creo que le faltó carácter para marcharse a tiempo".

En realidad, el ex ministro la menciona trece veces en su libro, casi siempre como un obstáculo a sus propuestas. “La diputada Baldetti Elías tenía una buena capacidad para comunicarse con la prensa y para enviar mensajes sencillos a la población, y volvía a repetir el mismo argumento", escribe Fuentes. "Se expresaba con fuerza y seguridad, lo cual le aseguraba un liderazgo incuestionable de la bancada del Partido Patriota. Mi impresión era que ni a ella ni a sus correligionarios les interesaba el contenido de lo que discutíamos, sino que lo importante era estar en línea con lo que los medios querían comunicar y en contra de lo que el Gobierno pretendía hacer. La consigna era oponerse.”

Esta oposición no ha estado exenta de machismos y racismos para intentar doblegarla. Mario Taracena, de la UNE, se refería a ella en la campaña de 2007 como “la prietita linda”. Un año después, como jefe de bancada oficialista, a Taracena no le quedó más remedio que disculparse y tener que sentarse a negociar con la jefa de la oposición en el parlamento.

Baldetti no ha sido acertada en algunas de sus declaraciones o actuaciones en relación a la  población maya. En uno de los actos de campaña, se vistió con el traje típico y espetó: “Miren, ya soy una de ustedes”, lo que equivaldría a que cualquiera que se vista de bávaro para el Oktoberfest se considere parte de esa cultura.

Rigoberto Quemé, técnico consultor del Observatorio Indígena Nacional contra el racismo electoral y político, opina que todos los partidos, inclusive el PP, han fomentado una imagen estereotipada de los indígenas y que “la utilización de indumentaria maya es una muestra de racismo, expropiación y suplantación forzosa de nuestros valores, teniendo en cuenta que nos dejan al margen al momento de la representatividad”.

En concreto de Roxana Baldetti, en el comunicado de prensa de esta organización se dice que “la vicepresidenta electa utilizó, de manera  irrespetuosa, la indumentaria cultural de los Pueblos Indígenas a los cuales llamó  mis  indígenas (…) además, a medida en que se va conformando el gabinete de gobierno y los puestos públicos más importantes, ninguna mujer o indígenas han sido nombrados”. Quemé añade que este próximo gobierno se va a caracterizar por no tener en cuenta las 56 consultas que se han hecho en los pueblos del interior en contra de la minería y va a seguir aplicando una política “extractivista”. 

Buena vida

Cuando se le pregunta a Roxana Baldetti por el mayor problema del país, sin dudar enumera los siguientes: “La pobreza, la pobreza extrema y la concentración de riqueza en unos cuantos”, aunque durante la campaña el PP se ha centrado sobremanera en la inseguridad y no en la redistribución de la riqueza. De hecho, una vez ganadas las elecciones Otto Pérez Molina en el programa Hablando Claro, de Emisiones Unidas, con el periodista Mario David García, explicaba cuál iba a ser la prioridad de su gobierno: “El mandato principal que nos están dando los guatemaltecos es que haya seguridad, que haya orden, que se frene la corrupción desmedida que ha habido en los últimos años en Guatemala”.

Pese a ver esas carencias todos los días cuando viaja al interior y ser consciente de su importancia; ella sigue viviendo con los lujos posibles. Se sabe que tiene caballos, dos en concreto –que están en La Aurora– y llegó a presumir en una entrevista a elPeriódico, por ejemplo, de cambiar todos los años de carro. Quizás tendría alguna explicación con su sueldo de diputada por unos Q30 mil al mes durante los últimos ocho años y un esposo empresario.

No obstante, al parecer las cuentas de la familia no estaban muy saneadas hasta hace una década. Tiene varias demandas en su contra por deudas. La primera del año 1992 y la última, del 2002. En ese último año fue denunciada por incumplimiento de deuda de una casa en carretera a El Salvador y arraigada por no pagarla. Tras ventilarse el caso en la prensa la deuda fue cancelada, pero para ello tuvieron que pasar más de dos años.

Ahora, la situación es muy diferente. Económicamente a la familia Baldetti le ha ido muy bien, especialmente al inicio de las campañas electorales. En la anterior, elPeriódico dio a conocer la casa de lujo que se acababa de comprar en Marina del Sur, la exclusivísima zona en las costas del Pacífico para la que importaron arena de Miami, que le había costado Q4.5 millones. Según los cálculos, “tendría que invertir todo el salario de 12 años que devenga como diputada” para haber comprado esa casa. Ella entonces contestó, “no entiendo cuál es el punto, si compré o no compré, mis finiquitos están al día en la Contraloría y además, no manejo fondos del Estado”. Explica que son los fondos de sus empresas las que le permiten estas adquisiciones.

Durante la actual campaña electoral, ha comprado otra casa en uno de los residenciales más exclusivos de la capital, en la colonia Los Eucaliptos, entre la 20 calle de la zona 10 y Muxbal, donde una parcela puede costar, según expertos en bienes raíces, entre US$1 millón y US$1,6 millones (entre casi Q8 y Q12 millones), es decir, más del doble de la que adquirió hace 4 años.

Ahora que va a manejar fondos del Estado se verá si estaría dispuesta a hacer públicas sus posesiones patrimoniales y su dinero percibido al año, ya que solo asegura tener el negocio del laboratorio de productos de belleza y el de su esposo, que tiene una distribuidora de productos agrícolas.

Pero ella se muestra muy segura: “Con lo que he hecho en el país, si tuviera una cola, ten la seguridad de que ya estaría presa, porque he dicho de todo a todo el mundo”.

No está tan segura de sus propios diputados. “Yo no defiendo a nadie. Si me traen pruebas, lo mandamos a la justicia. También dicen que yo tengo vínculos con el narcotráfico, pero a mí me gusta probar las cosas. Ellos (los de Lider) sí tienen relaciones”, afirmaba en la conversación para este reportaje antes del 6 de noviembre.

Lo que promete es que se pondrá a trabajar con mucho ahínco para desenmascarar la corrupción, incluso dentro del Partido Patriota. “Yo le pedí al general (Otto Pérez) que la comisión de transparencia se convierta en una dirección, pues así tendríamos recursos materiales y humanos para probar la corrupción. Ahora trabajo con 8 personas y quiero que lleguemos a ser 40, porque cuesta muchísimo demostrarla, pero si tengo un aparato que me ayude a hacer investigación, y además, una inteligencia civil, va a ser muy fácil decirle a cualquier funcionario, sea cual sea: ‘Aquí están las pruebas, usted se va a donde le corresponde, a darle cuentas a los tribunales de justicia’. Quiero ser la fiscal interna del gobierno”.

Durante sus años como diputada, participó activamente en luchar contra la corrupción en el Estado. Por ejemplo, en 2006, fue una de las legisladoras que ayudó a periodistas de Prensa Libre para obtener información oficial que demostrara la estructura de obras a cambio de votos desde el Programa de Apoyo Comunitario y Rural (Pacur) de la Secretaría Ejecutiva de la Presidencia y con ayuda de la Organización Internacional para las Migraciones, por Q600 millones en dos años.

El trabajo para denunciar la corrupción en su propio gobierno y el Congreso seguramente no serán sus únicas tareas en la administración de Otto Pérez Molina. Su ascendente sobre el partido, la bancada y el gabinete de ministros será determinante para comandar las líneas que tome el gobierno del PP. Será, probablemente, la vicepresidente con más poder e influencia de la era democrática.

“Una última fotografía, por favor”, le inquiere la fotógrafa de Plaza Pública. Pero ella ya está con su teléfono en mano atendiendo otros asuntos. “Póngase seria”, le dice de nuevo la fotógrafa. “No eso no, yo no soy seria. Mi madre siempre me decía que no perdiera la alegría”, contesta con una mirada cansada. Por fin, mira a la cámara y explica: “El brillo de mis ojos es herencia de mi madre, que hasta el último día le brillaron (murió en 2010). Tuvo una enfermedad muy dura, degenerativa, se quedó sin poder hablar y nos comunicábamos a través de los ojos. Esperaba a ver los noticieros y veía lo que había hecho en el Congreso. Estaba orgullosa de mí”, comenta muy emocionada y sale apresuradamente a su próximo acto.

Esta será su última etapa en la política, en la que podrá escribir un capítulo aparte en la historia democrática, con la lucha contra la corrupción como bandera y la promesa desde la noche del 6 de noviembre de trabajo tesonero para no defraudar a sus electores. Con 49 años cree que es suficiente este próximo cuatrienio como vicepresidente, porque de lo que más ganas tiene es de que sus hijos la conviertan en abuela y disfrutar de su familia. 

 

Nota de la autora: Por error se denominó como "inmuebles" a los bienes que, según la acusación de 1994, Roxana Baldetti sustrajo del Gobierno. Como señaló con humor nuestro lector Juan Pablo Pira, se trata de bienes muebles.

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