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Nineth Escobar, socia de la panadería Milán, ubicada en la sexta avenida de la zona 1 capitalina, esperaba clientes a la entrada de la tienda, una de las pocas en quedarse abierta el martes 17 de marzo

La verdadera doña Chonita, la mipyme, empieza a sufrir

El gobierno el crédito a través del CHN e insta al IGSS a aceptar que los patronos paguen su cuota con tres meses de retraso
«Se me ocurre que el Estado podría asumir una parte del pago de planillas, como la que pagamos al IGSS», afirmó una empresaria
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La verdadera doña Chonita, la mipyme, empieza a sufrir

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¿Quién es doña Chonita? Una vendedora de zapatos que el presidente Alejandro Giammattei inventó para transmitir la decisión de suavizar las medidas del gobierno destinadas a prevenir el contagio por el COVID19 en Guatemala y que ya afectan la actividad económica.

La cuarta aparición del presidente en cadena nacional, luego del inicio de la aparición del virus en Guatemala fue, según afirmó, para aclarar algunos mensajes contradictorios que salieron del propio gobierno sobre la suspensión de labores en el sector privado.

«Se dijo no a los centros comerciales porque es ahí un lugar en donde confluye mucha gente. Si llega alguien como portador sano, es decir, que lleva el virus, que todavía no lo sabe y lo principia a regar con las demás personas tendríamos muchísimos más problemas», aseguró Giammattei.

«Pero si doña Chonita, aquí en la sexta avenida, tiene una zapatería a la cual le llegan diez clientes al día, no tiene por qué cerrar; la puede abrir. El tema es cerrar los centros comerciales, los lugares en donde se atiborra de gente», enfatizó el mandatario.

Por la descripción que ofreció Giammattei, doña Chonita —que atendería a unos 10 clientes por día— es una pequeña empresaria. Además, una de las más afectadas por el impacto económico ante el avance de la enfermedad y por las medidas de restricción a los comercios que anunció el mandatario el 16 de marzo.

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Doña Chonita sería dueña de una de las 435,043 microempresas que existen en Guatemala. El dato corresponde al 2017 y es el más actual que ofrece el Ministerio de Economía. Este tipo de empresas, las más abundantes en el país, tienen de uno a diez empleados; y son muchas veces negocios que atienden sus propios dueños.

Para Raúl Rosales, director ejecutivo de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa Guatemalteca (FEPYMES), el principal impacto sería en pequeños empresarios como doña Chonita. «Ellos tienen deudas con otros más grandes y si no tienen actividad todos los días no pueden pagar», aseguró.

Simone Dalmasso

De hecho, Rosales aseguró que el martes 17 de marzo por la mañana se sintieron los efectos en las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) ante las disposiciones del Gobierno de cerrar todos los espacios laborales. Todavía no se cuenta con datos certeros, pero la disminución de las ventas es motivo de preocupación.

Esta impresión la comparte Juan Arturo Pérez, presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Guatemala (Asopyme). «Lo que nos preguntamos es cómo hacerle frente a la falta de ventas y al estancamiento total del consumo. La preocupación en el fondo es cómo pagar costos si no hay ingresos y hay empresas que vivimos al día», afirma Pérez.

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Para ambos empresarios, la situación es inédita y no se encuentran preparados para una situación de cierre total por quince días, como lo anunció el presidente el pasado 16 de marzo. Además, aseguran que no han tenido comunicación o apoyo por parte del Ministerio de Economía para hacerle frente a la crisis.

Y es que las consecuencias del COVID19 en las mipymes se presentarán tanto por el avance de la enfermedad como por las medidas que tome el Gobierno y que ordena la paralización de sus labores para asegurar el aislamiento social.

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«Por el lado de la demanda, la economía puede verse afectada por la reducción de empleo y de ingresos en los hogares de los trabajadores, tanto nacionales como por aquellos que trabajan en Estados Unidos que también han debido dejar de laborar por la crisis sanitaria», asegura Jonathan Menkos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).

De hecho, las mipymes son las que generan el mayor número de empleos en el país. De acuerdo con el Ministerio de Economía son las que ofrecen el 80% de los puestos de trabajo y su contribución al producto interno bruto es de alrededor del 40%. Al mismo tiempo, son los pequeños empresarios los que tienen mayor dificultad para acceder a créditos.

Mientras que las grandes empresas, las que cuentan con más de 200 empleados, son 1631 y apenas representan el 0.34% del sector económico.

Simone Dalmasso

Nineth Escobar, socia de la panadería Milán, en la zona 1, optó por abrir el 17 de marzo, a diferencia de muchos otros negocios. Sin embargo, apenas había logrado vender una décima parte de lo que acostumbra.

Para Marta Méndez, dueña de la pizzería L’Aperó y el restaurante-panadería Miettes, Cuatro Grados Norte, la disminución de las ventas y la decisión del presidente de suspender las actividades laborales en el sector privado es un golpe muy duro para los pequeños y medianos empresarios.

«Tenemos incertidumbre de cómo manejar la situación, especialmente en relación con el personal», aseguró Méndez. «Manejamos una política de salarios justos, pero el impacto de mantener los negocios cerrados es grande», dijo.

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La empresaria afirmó que han ideado otros mecanismos de venta para mantener a flote el negocio. Se han organizado entre propietarios de varios negocios en la zona para vender productos a domicilio y también para llevar, y quieren convertirse en una especie de centro de abastecimiento de productos de primera calidad.

Ante la demanda por parte de la población para mantener alimentos en su casa, la situación es distinta para los proveedores de supermercados.

Lorena Araton, CEO de TASU Chips, aseguró que los productos listos para su consumo están teniendo un flujo de producción y venta normal. Además, afirmó que desde que se reportaron los primeros casos de COVID19 en Guatemala, hicieron un protocolo de seguridad e higiene para el personal y así seguir operando, aunque lo hacen de manera distinta. Implementaron mecanismos para trabajar de manera remota, con lo que redujeron el tiempo que pasan en la calle y solo atienden los puntos de venta más grandes y que están autorizados. «Nuestra misión como empresa está relacionada con la salud. Así que por el momento no nos interesa una moratoria en el pago de impuestos, sino que el Gobierno garantice que el virus no se propague entre la población»

Simone Dalmasso

María Kaltschmitt, directora de Zen Interactive Media, una agencia digital de comunicación, asegura que la crisis incrementó sus actividades: «Todos mis clientes necesitan comunicarle al público grandes cambios en su manera de trabajar o de sus planes de cierre por la crisis».

Según Kaltschmitt, los trabajadores de su empresa se encuentran haciendo las tareas desde casa y los resultados son excelentes. «A mis clientes le mandé un comunicado para decirles que nos volveríamos literalmente lo que somos: una agencia digital. Y mandé a todo el mundo de inmediato a trabajar desde casa». En solidaridad con sus clientes por la situación, asegura la empresaria, no cobra por el trabajo extra que implica la emergencia del COVID19 en Guatemala.

En 2017, las mipymes generaron un monto de Q223,672.79 millones de quetzales por ventas y más de Q35,746 millones por exportaciones.

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La mayoría de las mipymes (31.93%) se dedican a actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler. La segunda categoría más grande (29.32%) se dedica al comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos automotores, efectos personales y enseres domésticos.

Según el Ministerio de Economía, «en términos de desempeño económico el sector Mipyme ha evidenciado un dinamismo que supera el de la economía total en su conjunto, en los años observados (de 2014 a 2017) han incrementado las ventas del sector por encima de lo observado en el resto de la economía, así como sus exportaciones».

Por ello, la preocupación sobre el impacto del sector frente al avance del COVID19 y el recorte de puestos de trabajo en el sector.

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Para el director del ICEFI, Jonathan Menkos, una de las medidas para garantizar el menor impacto en las mipymes sería asegurar la demanda y el consumo por parte de la población. Sin embargo, esto se vería imposibilitado ante la falta de empleo. Por ello, a decir del experto, una de las medidas urgentes es evitar que los hogares con ingresos menores a la Canasta Básica Ampliada vean reducidos sus ingresos.

«Las medidas para evitar la carencia de ingresos en los hogares de los trabajadores pueden ir desde el incremento de medidas de protección social como aumentar la cobertura y el monto de las transferencias en efectivo, de las pensiones no contributivas a los adultos mayores, de los subsidios a la electricidad, universalizar el acceso al IGSS mientras dure la emergencia sanitaria hasta nuevos programas como un ingreso mínimo garantizado, es decir un seguro de desempleo o de apoyo a los trabajadores informales que vivan en condiciones de pobreza y exclusión», aseguró Menkos.

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También se menciona, como parte de las propuestas, implementar medidas financieras como, por ley, eliminar el cobro de intereses a préstamos y tarjetas de crédito mientras dure la emergencia, así como medidas tributarias que consistirían en prorrogar el pago del impuesto sobre la renta a los trabajadores en relación de dependencia.

Si la situación continúa tal como está, Méndez, de L'Aperó, dice que precisarán del apoyo del Estado: «Necesitamos una moratoria en el pago de impuestos y de las cuentas por los servicios como arrendamientos, agua o luz. O se me ocurre que el Estado podría asumir una parte del pago de planillas, como la que pagamos al IGSS», afirmó.

Sin embargo, a pesar de utilizarla como ejemplo, doña Chonita no parece ser la prioridad para el Gobierno. De todas las medidas anunciadas por el presidente como parte del plan económico de emergencia para hacerle frente a la crisis que podría generar el COVID19 en Guatemala, apenas una medida está dirigida a las mypimes.

El presidente anunció que se facilitará el crédito para los pequeños y medianos empresarios a través del Crédito Hipotecario Nacional. Se tendrá un fondo de 100 millones para cumplir con estas necesidades, y podría llegar con el tiempo a 300. Además, instó al IGSS a aceptar que los patronos paguen su cuota con tres meses de retraso.

Pero no hay acciones de protección social para el sector que genera el mayor número de empleos. «Las amnistías y las rebajas de impuestos serán medidas que beneficiarán principalmente a las grandes empresas que debido a sus niveles de utilidad tienen obligaciones de pagar impuestos», puntualizó Menkos.

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