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La tasa de asesinatos se reducirá un 7% en los tres últimos años

Durante la Administración de Óscar Berger se produjo la muerte violenta de más de 21 mil 500 personas, mientras que en la Administración Colom, aún por concluir, ya sobrepasamos los 22 mil homicidios. Sin embargo, las simples comparaciones de cifras absolutas son inadecuadas, pues se requieren ajustes por cambios en el tamaño de la población.
Lo cierto es que, en 17 meses de gestión, Menocal puede presumir del mejor promedio mensual (3.4 por 100 mil) entre los cinco ministros de Gobernación de Colom.
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La tasa de asesinatos se reducirá un 7% en los tres últimos años

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Entre principios de 2008 y finales de 2011, la tasa anual de homicidios se reducirá aproximadamente un 7 por ciento. Cuando el Álvaro Colom tomó posesión de su cargo, lo recibió con una tasa anual de homicidios de 43 por 100 mil habitantes, según los registros de la Policía Nacional Civil. Si la tendencia de este último año se mantiene para los cinco meses restantes, posiblemente lo entregará en 40 por 100 mil. Eso, si se considera el inicio y el posible final del Gobierno. En medio, no obstante, no hubo buenas noticias.

Esta mejora ha resultado insuficiente para generar en los ciudadanos una percepción menos negativa sobre la realidad y para disminuir la relevancia del problema de inseguridad en el debate político electoral.

Algunos candidatos presidenciales, como Otto Pérez Molina, incluso le han dado rango de tema principal y han ofrecido “rebajar en un 20 por ciento el número de asesinatos”. Eso implicaría una caída aproximada de la tasa de homicidios anual de ocho puntos: del 40 al 32 por ciento.

Durante la Administración de Óscar Berger se produjo la muerte violenta de más de 21 mil 500 personas, mientras que en la Administración Colom, aún por concluir, ya sobrepasamos los 22 mil homicidios. Sin embargo, las simples comparaciones de cifras absolutas son inadecuadas, pues se requieren ajustes por cambios en el tamaño de la población. Así tenemos que la tasa promedio anual de Berger fue de 41 homicidios por 100 mil habitantes (2004-07), y la de Colom será aproximadamente de 43 (2008-11), lo cual confirma que la violencia sí aumentó de una Administración a otra, en términos generales. No obstante, es importante distinguir el comportamiento de la violencia homicida año con año para ver cuál es la tendencia. Por ejemplo, entre el primero y segundo años de Berger la tasa aumentó considerablemente: en 6 puntos (18 por ciento en número de víctimas fatales). Ese fue el salto que nos condujo a los actuales niveles (arriba de 40 por 100 mil desde el 2005).

Los dos primeros años de Colom son los que terminarán condenándolo en la historia del país como la Administración con peores resultados en materia de homicidios en el tiempo que llevamos de haber retomado la democracia. De la tasa de 43 por 100 mil que le heredó Berger saltamos a 46 en 2008, año en el que fuimos testigos de dos de los peores meses: los fatídicos agosto y octubre, cuando se sobrepasó los 600 homicidios mensuales (casi 20 por día, que el candidato Giammattei insiste en ubicar en el presente, ahora no sobrepasamos los 16 diarios).

En ese año fue la primera vez que se superó la trágica cifra de 6 mil homicidios anuales. Pero, lamentablemente, ese récord indeseable se superaría el siguiente año. En 2009, la tasa estaría por arriba de 46 y alcanzándose casi los 6 mil 500 homicidios. Agosto repetiría como un mes para el olvido.

¿Qué pasó en esos dos primeros años de la Administración Colom?

Se ha estudiado poco las causas de la violencia homicida en Guatemala, porque de hecho ni siquiera existen muchos acuerdos sobre el comportamiento de la variable dependiente (lo que da origen a este artículo, ver Prensa Libre 24 agosto 2011). Pero, no obstante, algo está claro: hubo un impacto negativo en el indicador de homicidios debido al frecuente cambio de Ministros de Gobernación en esos dos años (dos por año). Esto se visualiza e intuye fácilmente en la siguiente gráfica.

A Francisco Jiménez la tasa mensual se le disparó por arriba de 4 por 100 mil*. Salvador Gándara parecía estar retomando el control, pero en la segunda parte de su paso por el despacho ministerial ya se observa de nuevo un deterioro. A Raúl Velásquez le costó tomar las riendas y en su segundo mes salta de nuevo la tasa, aunque debe reconocérsele un importante esfuerzo para disminuirla después. Así, en mejores condiciones, la toma Carlos Menocal quien la devuelve en el 2010 a los niveles que logró el primer ministro de Gobernación de este Gobierno, Vinicio Gómez.

No me cabe duda de que la continuidad del Menocal ha contribuido a que la tasa anual del 2010 descendiera 5 puntos respecto a la del 2009 (de 46 a 41 por 100 mil), pues mantuvo el nivel mensual alcanzado por Velásquez (la mayoría de analistas tendrán dificultad en vincular alguna política pública de seguridad con lo observado, pero si les atribuimos los malos resultados ¿por qué no los buenos?).

Lo cierto es que, en 17 meses de gestión, Menocal puede presumir del mejor promedio mensual (3.4 por 100 mil) entre los cinco ministros de Gobernación de Colom. Aunque seguramente octubre 2010 debe haber sido de pesadilla para él (3.9), y mayo del 2011 también (3.7), especialmente por lo macabro y mediático de la matanza en Petén, la tasa de junio 2011 estuvo al mismo nivel de agosto 2004 (2.77). Es decir, logró la tasa mensual más baja en los últimos siete años.

Es este logro, y el hecho de que julio 2011 también estuvo por debajo de julio de 2010, lo que nos indica que la tendencia es a la baja y cerraremos el año levemente mejor que el anterior (verificado también con los datos del INACIF).

A lo mejor hasta en 2 puntos (39 por 100 mil), es decir, entre 5 mil 800 y 5 mil 900 homicidios.

Ya sé lo que muchos lectores están pensando en este momento: “¡Esa cifra sigue siendo altísima y estamos hablando de vidas humanas!” De acuerdo, pero si tuviéramos la misma tasa del 2009 (46) estaríamos lamentando más de 6 mil 800 homicidios. O sea que de ser cierto mi pronóstico optimista podríamos decir que se salvaron mil vidas.

Aunque no todos tenemos la misma probabilidad de ser víctimas de esta violencia homicida en Guatemala (otro mito muy difundido incluso entre gente bien educada que escribe en los medios, que repiten que la violencia nos afecta a todos por igual), entre esas personas no asesinadas podría estar un ser querido, un conocido, o nosotros mismos.

En este escenario, las pequeñas disminuciones en los niveles de violencia dejan de ser despreciables. Se convierten, literalmente, en asunto de vida o muerte.

 

*La tasa anual es un acumulado de las tasas mensuales.
Para leer mis artículos anteriores sobre violencia homicida en Guatemala pueden visitar mi BLOG: http://carlosantoniomendoza.blogspot.com/

Nota de edición. Por un error de edición el titular original de este artículo era "La tasa de asesinatos se reducirá un 7% en los tres últimos años". Lo mismo ocurre con la primera línea del texto: "Entre principios de 2008 y finales de 2011, la tasa anual de homicidios se reducirá aproximadamente un 7 por ciento". Disculpas por el error.

 

 

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