Parecen haber accedido a la aprobación del paquete de más de 10 préstamos externos que el Congreso conoce desde 2010, y que financian parte del gasto del presupuesto vigente de este 2011, aprobado por el mismo organismo. La tardanza en su aprobación ya ha generado debate en cuanto a ¿por qué en noviembre de 2010 el Congreso aprobó asignaciones de gasto para 2011, financiadas con los préstamos que luego dice no querer aprobar?
El PP se ha negado de manera sistemática a aprobar estos préstamos siguiendo con claridad el objetivo de asfixiar financieramente al Gobierno, pretendiendo con ello impedir el financiamiento oficial a la campaña dela UNE. Conformelas encuestas de intención de voto siguen señalando al PP como el ganador más probable, empezó a actuar más como futuro gobernante que como opositor.
El primer indicio de este cambio es que al parecer en el PP se han dado cuenta de que la táctica de pretender asfixiar al Gobierno está resultando un enorme y garrafal error. Primero, porquela UNEno es la más afectada, ya que el colapso de las finanzas públicas que generará la no aprobación de los préstamos no está impidiendo su campaña.
Luego, el gasto aprobado por el Congreso y que estos préstamos deben financiar incluye salarios, pago de la deuda pública e inversión en infraestructura. Así, el PP estaría siendo el responsable del atraso o dificultad para cumplir con estos compromisos (insisto, aprobados por el Congreso desde noviembre de 2010). Y, finalmente, no aprobar los préstamos afecta en particular a quien gane las elecciones. Más de la mitad de estos préstamos constituirían financiamiento externo en el presupuesto para 2012.
Pero, ¿el nuevo Gobierno necesitará endeudarse tanto o más de lo que lo ha hecho el Gobierno saliente? Por desgracia, sí.
¿Y la recuperación de la recaudación tributaria que se está reportando? Es verdad que la recaudación está creciendo, pero los ingresos recuperados (0.5% del PIB) son menos de la tercera parte de lo que se perdió cuando nuestra carga tributaria se desplomó debido a la crisis económica mundial (1.8% del PIB). Las cifras muestran que la carga tributaria de Guatemala no solo ya era la más baja de Centroamérica, sino que fue la que más cayó con la crisis.
Además, la recaudación que estamos recuperando en realidad solamente está taponando un agujero de alredor de Q2 mil millones: Q 1 mil millones por la no aprobación de la ley antievasión II (que ya cumplió un año esperando su aprobación en el Congreso), Q800 millones que no se recibirán de la producción de petróleo y la pérdida de Q134 millones por el fallo dela Cortede Constitucionalidad en contra del impuesto al consumo de cigarrillos.
Así, al PP sentirse cada vez más cerca de la victoria electoral, también está cerca de un escenario fiscal de pesadilla. Sin reforma fiscal ni ley antievasión II, la carga tributaria está estancada (solo tapando agujeros por la negligencia del Congreso), con lo cual los ingresos corrientes continuarán extremadamente bajos (11.5% del PIB). Es decir, si el nuevo Gobierno quiere cumplir alguna de sus promesas de campaña (un gasto de por lo menos 15% del PIB), está obligado a contratar más deuda pública, tanto o más alta que la que contrajo el gobierno de Colom.
Al parecer, el PP ya se dio cuenta de que continuar bloqueando la agenda legislativa, no aprobando la ley antievasión II y los préstamos, no es muy buena idea después de todo. Se están dando cuenta de que ese bloqueo es un búmeran político que sólo golpeará al triste ganador de las elecciones.
Parece que quizá al PP le llegó la hora de dejar de lado el discurso fácil y asumir el costo político de actuar con responsabilidad y con apego a la dolorosa realidad fiscal por la que transitamos.
ricardobarrientos2006@yahoo.com
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