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Lenina García, Secretaria General de la Asociación de Estudiantes Universitarios - AEU - encabeza el cortejo que unió a miles de manifestantes en rechazo al mandatario Jimmy Morales y su gabinete de gobierno

La nostalgia del #Paro20S del año pasado y las decisiones de Jimmy Morales movilizaron a una ciudadanía que continúa indignada

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La nostalgia del #Paro20S del año pasado y las decisiones de Jimmy Morales movilizaron a una ciudadanía que continúa indignada

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La plaza volvió a recibir la indignación. Miles de estudiantes, de la USAC, Rafael Landívar y Del Valle, se unieron para protestar contra Jimmy Morales y exigir el seguimiento de la CICIG. Les acompañaron organizaciones campesinas y cientos de ciudadanos con la misma consigna: "Jimmy renuncia"

El presidente Jimmy Morales se enfrentó este jueves 20 de septiembre a una nueva movilización masiva que exige su renuncia. Una convocatoria lanzada por la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), y el recuerdo de la Plaza Central llena durante el #Paro20S del 2017 han hecho efervescencia. Una mezcla que consiguió levantar a la ciudadanía.

“Cuál, cuál, cuál soberanía, Jimmy y su mafia imponen tiranía”. Las consignas eran directas en las solicitudes de la mayoría de presentes en la Plaza de la Constitución: Morales debe dejar el puesto y, junto con él, el vicepresidente Jafeth Cabrera, exrector de la Universidad de San Carlos (USAC), exigían los manifestantes.

El binomio presidencial no es bienvenido en la universidad estatal, y con la movilización de hoy, quedó ratificado. “Están atentando contra el Estado de Derecho, contra el orden constitucional y queremos que nuestras garantías como ciudadanía no sean vedadas. Queremos que este país esté dirigido por personas conscientes, no por quienes actúen por ciertos intereses”, declaró Lenina García, dirigente de la AEU, como consigna principal para la movilización, que tenía un rumbo ya planeado: avenida Petapa, Trébol, avenida Bolívar, sexta avenida y Plaza Central.

Simone Dalmasso

A las 8:30 de la mañana, el movimiento en el Estadio Revolución de la USAC poco a poco aumentaba. Estudiantes de varias facultades preparaban pancartas, se amarraban pañuelos al cuello y se hidrataban para aguantar la jornada. Una de las prohibiciones acordadas fue cubrirse el rostro, también consumir alcohol, portar armas o pintar paredes en la vía pública.

El objetivo era una movilización pacífica, llegar a la Plaza Central al mediodía y allí exponer los temas ante el micrófono para hacerse escuchar por un Palacio Nacional, que desde temprana hora, ya les esperaba con varias barras de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).

“Estamos acá para resguardar a cualquier persona que se haga presente”, aseguró uno de los oficiales que permanecía inmutado, cual estatua, a pesar del calor y sabiendo que le esperaba una jornada de sol intenso. Las nubes grises que anunciaban la lluvia se disiparon.

“Seguridad ciudadana, esa es la razón de la presencia de agentes de PNC. No portan arma de fuego, únicamente bastón y grilletes para la prevención de conflictos y que puedan ejercer su derecho con libertad. Protocolo para las manifestaciones”, comenta Pablo Castillo, vocero de la institución, quien al término de la jornada comentó que no se reportó ningún incidente. En total fueron 800 agentes divididos entre el Congreso de la República, el Palacio Nacional y la sexta avenida, puntos principales donde se preveía que estaría la ciudadanía.

Simone Dalmasso

Y aunque el grupo masivo de sancarlistas, que a las 9:00 horas inició su recorrido por la avenida Petapa, no haría su ingreso al parque hasta pasado el mediodía, varios ciudadanos se presentaban a título personal o en grupos de vecinos o amigos, y empezaban a ondear banderas, sonar vuvuzelas y gritar “Fuera Jimmy”. Incluso alumnos, profesores y personal administrativo de varios institutos y colegios comenzaban a acercarse. El Liceo Javier, el Santa Teresita y el Colegio María de Fátima fueron algunos.

En la intersección de la 18 calle y la sexta avenida, los grupos de estudiantes Landivarianos y Acción UVG se adhirieron a la marcha con un grupo de no más de cien personas, entre estudiantes y docentes, a diferencia del año pasado en que contaban con cientos de integrantes cada uno. "Pues no se podría pedir más gente porque nuestras universidades no se unieron al cese de actividades. Que quizá habría aportado al número de personas, pero también se percibe una apatía que no permite manifestar", comenta Mauricio Rosales, integrante de Landivarianos."Vemos mucha gente que está atendiendo la convocatoria. Hay mecánicos, gente de los mercados, estudiantes y empresarios manifestando su rechazo ante lo que está pasando en el país", dice Gabriel Wer del colectivo Justicia Ya, ante la interrogante de si hay más disposición que el año pasado.

Simone Dalmasso

“No estamos de acuerdo con las decisiones de Jimmy Morales porque van contra nuestros derechos de expresión y locomoción. No queremos vivir tiempos como los de antes, de militarización”, comentaba Astrid Figueroa, una manifestante.

“Soy educadora y creo que en la labor docente se debe integrar la participación ciudadana. Además, espero que en el país puedan tener acceso a una educación pública todas las personas y que los sancarlistas podamos tener acceso a ese 5% del presupuesto nacional que no hemos tenido en años”, era la petición de Margarita López, docente de la Escuela Superior de Arte.

Las ausencias (y la sorpresa) de la movilización

Ante la convocatoria de AEU varios colectivos urbanos y organizaciones campesinas e indígenas, se sumaron. Grupos como el Comité Campesino del Altiplano (CCDA) y el Comité de Unidad Campesina (CUC) estaban desde temprano  para acompañar a los estudiantes desde la USAC hasta la plaza central. Sin embargo, una de las organizaciones con mayor número de miembros en el país y de mayor trayectoria hizo notar su ausencia: el Comité de Desarrollo Campesino (Codeca).

“Evaluamos nuestra participación pero es muy complicado para nosotros salir a manifestar dos veces en dos semanas consecutivas”, comentó Neftalí López, uno de los dirigentes de Codeca que lideró la movilización del pasado 12 de septiembre en diferentes puntos de la ciudad capital.

Esto fue algo que ya se había discutido desde la Asamblea de Movimientos y Organizaciones Sociales, llevada a cabo hace dos semanas en el Paraninfo Universitario, convocada por Codeca, en donde se buscó articular a la mayoría de grupos para establecer una agenda de actividades en común. En el debate que ha surgido a partir de estas reuniones, un objetivo es claro: llamar a un paro nacional en conjunto.

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“La fecha para un paro aún sigue en discusión. Hemos hablado entre las organizaciones para que en esa movilización podamos lanzar convocatoria en conjunto. Por ahora, como asociación hicimos la invitación a una movilización masiva”, explica Luis Ávila, secretario de Actas de la AEU en relación a la movilización de hoy, a la que muchos bautizaron como paro.La movilización se denominó “#YoMePreParo”, pues ese era su fin, funcionar como una antesala para un eventual paro de labores.

Nadie tiene claro cuántas personas asistieron a la manifestación. Lenina García comentó que era preferible no dar cifras, pero se mostraba expectante un día antes, cuando el CSU hizo oficial su apoyo ante la movilización, al suspender las actividades en la universidad para que tanto docentes, estudiantes y personal pudieran atender al llamado y manifestarse en contra de la corrupción. No se sabe cuántas personas asistieron, pero no es difícil calcular que serían las suficientes para llenar el estadio Doroteo Guamuch, superaban las 25 mil según estimaciones propias. 

El rector de la USAC, Murphy Paiz Recinos, quien participó en el evento en que se declaró non grato al binomio presidencial, ingresó junto al grupo de sancarlistas a la plaza central, se pronunció en el micrófono y ratificó lo que horas previas había dicho: “Marchamos como un manifiesto de rechazo ante las últimas decisiones que se han tomado como país a través del Gobierno. El combate a la corrupción y la impunidad debe ser permanente, respetando los procesos jurídicos. En ese escenario la USAC acompaña, y además manifiesta por la dignidad universitaria, por la que creemos y exigimos, que merecemos un presupuesto digno”, afirmó.

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Y por último, el funcionario ausente en la Plaza de la Constitución, que un año atrás fue recibido entre fotografías con la ciudadanía, risas y abrazos de apoyo a su labor, fue el Procurador de los Derechos Humanos (PDH), Jordán Rodas.

“He decidido monitorear la movilización desde la institución. Y debo agregar que no solo yo represento a PDH, sino también el grupo de auxiliares que sí están presentes en el parque, vigilantes de que se realice sin percances”, comentó Rodas.

Además, justificó que al haber presentado un amparo ante la Corte de Constitucionalidad (CC) para que el Ejecutivo garantice el derecho a la manifestación pacífica, no tomaría el papel de juez y parte. “No quisiera ser el amparista y al mismo tiempo ir a manifestar”.

En el amparo, que se encuentra vigente, se ordena al Presidente de la República, al Ministro de Gobernación y al Director de la Policía Nacional Civil garantizar el orden público y la seguridad ciudadana ante cualquier movilización y en cualquier punto del país.

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Rodas se ha presentado varias veces ante la CC en las últimas semanas debido a las decisiones del Ejecutivo, en las que ha buscado ser una voz confrontativa. Su última solicitud ante la CC fue acuerpada por varias de las organizaciones que se han movilizado en las últimas semanas, solicitando a través de una debida ejecución de amparo, la remoción de la ministra de Relaciones Exteriores, Sandra Jovel y del ministro de Gobernación, Enrique Degenhart de sus cargos.

Un empuje de dos vías

Varias acciones han ido aumentando el descontento ciudadano, y uno de los detonantes ha sido la no renovación del mandato a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), que en septiembre de 2019 terminará su labor en el país, a la que luego se sumó la prohibición de ingreso al país, para el comisionado Iván Velásquez. Dos estallidos estruendosos.

“Jimmy para afuera”, “Sí a la Cicig” e “Iván se queda” eran constantes en los carteles que abundaron en la movilización. El apoyo a una institución que ha destapado casos de corrupción en varias instituciones y en diferentes periodos de Gobierno, en conjunto con el Ministerio Público, era evidente.

En Quetzaltenango y Quiché las decisiones no se hicieron esperar, la indignación les llevó a convocar a un paro departamental desde el martes. Un día después la convocatoria de la AEU en la capital comenzaba a levantar efervescencia, hasta alcanzar a los departamentos de Huehuetenango, Sololá, Retalhuleu, Totonicapán, Alta Verapaz, Jutiapa, Sacatepéquez, Izabal, Zacapa, Petén y San Marcos donde también se registraron manifestaciones pacíficas este jueves.

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Son casi las dos de la tarde. La mayoría de organizaciones, colectivos y grupos ha tomado al menos un minuto en el micrófono y ya ha dejado de ingresar más gente a la plaza. El último grupo fue la Facultad de Derecho de la USAC. La agenda ya está marcada y el grupo de montaje debe quitar la tarima. “Nos habían dicho que terminaba a la 1 y ya se pasaron una hora, ya tenemos que irnos”, explicó uno de los trabajadores. Así que la mejor manera de despedirse de lo que muchos consideran un acto cívico, era cantando y bailando. Pero nadie reprodujo el himno nacional, sino La Chalana.

“Mata-sanos practicantes, del emplasto fabricantes, güisachines del lugar, choteadores: en sonora carcajada porrumpid. Ja. Ja.”

La ciudadanía ha solicitado la renuncia del binomio presidencial, de la canciller Sandra Jovel, del ministro de Gobernación Enrique Degenhart y del Procurador General de la Nación Jorge Donado, a las que se suman las de los 158 diputados y los 22 gobernadores, “que han apoyado a estas decisiones del pacto de corruptos”, explicaron varias de las personas presentes en la plaza.

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La decisión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de dejar a Iván Velásquez al frente de la Cicig, después de que la ministra de Relaciones Exteriores les pidiera una lista de posibles candidatos a evaluar, vuelve a colocar las cartas del lado del Ejecutivo. A la espera de una respuesta de Morales, la fecha para un nuevo paro nacional en los próximos días y las resoluciones de la Corte de Constitucionalidad, la incertidumbre de cuál será el próximo escenario, aumenta.

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