Concluir aquí para argumentar que la crítica a la religión fetichista-no-profética (la disputa teológica en Marx) es el paso necesario para la construcción de los argumentos que sustentan la obra Una contribución a la Crítica a la Economía Política sería demasiado fácil. Y además, inconcluso. Aunque es cierto que nos interesa mostrar el paso del Marx ´teológico´ al Marx que comienza su proceso de ´secularización´ en paso previo a su gran obra, El Capital.
Sin embargo, habrá que hacer un alto.
Quiero referirme a la tesis doctoral de Marx, Diferencia entre la filosofía de la Naturaleza de Demócrito y la de Epicuro. En esta obra de temprana autoría (muy lejana al Marx del materialismo dialéctico) quizá puedan encontrarse algunas de las raíces que sustentarán al futuro Marx Maduro de las ´Rígidas Leyes de la Transformación de la Materia´.
La pregunta de fondo es, ¿Por qué razón decidió Marx elaborar su tesis de doctorado con respecto al concepto de materia articulado en Epicuro? Los principios materialistas en la metafísica de Epicuro, transformados en epistemología, ¿Afectaron el pensamiento del maduro Marx?
La cuestión epistemológica compleja en este momento sucede al dilucidar sobre si el pensamiento de Epicuro resulta determinista, con lo cual entonces es posible atar de mejor manera los cabos. Y en efecto, así lo entiende Epicuro: ´La libertad es una ruptura ocasional de la ley material´…. [1]. Este jovencísimo Marx admira el materialismo de Epicuro y el de Demócrito, pero la mejor cita de aprecio en su trabajo doctoral la recibe el poeta romano Lucrecio. Y esto se debe al intento de dominar desde la posición ética el peso de lo físico. Marx lo encuentra en la cita que toma de Lucrecio: …´¿Ves pues ahora, que aunque una fuerza exterior empuja a muchos y les fuerce a andar a pesar suyo y los arrastre y los precipite… como hay sin embargo, en nuestro pecho algo capaz de resistir y hacerle frente?...´ [2]
Quizá entonces, ésta sea una de las notas más tempranas que existan en la literatura marxista con respecto a la idea de ´resistir´. La diferencia sería, quizá, que en este momento particular el joven Marx tendría algún aprecio por la categoría de libertad. Esta suerte de ´libertad´ entendida en el acto de ´resistir´ no sería para nada ilógica en la reflexión temprana de Marx tomando en cuenta que el tratamiento del problema judío (1843) no puede desligarse del todo del permanente acto de resistencia ejercida por la judería europea frente al Estado Cristiano.[3]
Pero para 1859, el énfasis de Marx (ahora puesto en Una Contribución a la Crítica a la Economía Política) se encuentra fundamentalmente sobre la figura del ´mito´. ¿Por qué? ¿Qué busca Marx?
Hay varios ´momentos de Marx´. Para 1841 en Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro encontramos un Marx con interés en subyugar la física a la ética aunque no deje de simpatizar con las propuestas materialistas deterministas. Para 1843, la tensión se ha trasladado a la cuestión de la identidad y la histórica resistencia judía (el cordero sacrificial). Por ello, esta obra de 1843 tiene algunas referencias interesantes hacia la figura de El Siervo Sufriente de Isaías.
El Marx de 1859, (Crítica a la Economía Política) es entonces, el Marx interesado en los mitos, mitos que entiende, sustentan formas políticas.
La siguiente cita de Marx en dicha obra resulta interesante: "Pero de todos modos era necesaria una mitología In-compatible con un desarrollo de la sociedad que excluye toda relación mitológica con la naturaleza, toda referencia mitologizante a ella, y que requiera por tanto del artista una fan-tasía independiente de la mitología".[4] Podría uno suponer (de manera muy posmoderna) que Marx articula una lógica muy similar que caracteriza a los estudios relacionados a la cultura. Sin embargo, dejo esta afirmación para un momento posterior.
Lo interesante ahora, resulta en la escritura de un Marx que traslada su énfasis de argumentación hacia la mitología griega como muestra puntual de una forma particular de organización social, en la cual subyace la dominación como problema. Dice Marx, (línea tomada de la ´Crítica´): “El arte griego su-pone la mitología griega, es decir, la naturaleza y la sociedad misma moldeadas ya de una manera inconscientemente artística de la naturaleza por la fantasía popular¨.
Al citar entonces el mito de Antígona,[5] este Marx que usa el ´mito´ para referir hacia ´el problema político´ hace la siguiente poderosa afirmación: ´Toda mitología esclaviza, domina las fuerzas de la naturaleza en el dominio de la imaginación y por la imaginación, y le da forma: desaparecen, pues, cuando esas formas son dominadas realmente.
De aquí entonces, de los mitos griegos y sobre los residuos del problema judío se construye ahora en Marx una argumentación que hoy resulta fundamental en la ciencia política: ¿Hay formas de dominación (ilegítimas) representadas en los mecanismos institucionales?
[1] C. Bailey, The Greek Atomist and Epicurus. p. 331.
[2] Lucrecio, De la Naturaleza.
[3] De acuerdo a Dussel, la figura de la Bestia-AntiCristo en las metáforas teológicas de Marx lo constituye el Estado alemán bajo el peso dominante de la religión cristiana-protestante.
[4] Una Contribución a la Crítica a la Economía Política. p. 312 en la versión castellana publicada por Siglo XXI Editores.
[5] Es interesante el énfasis que se realiza en Creonte como figura de la tiranía del poder.
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