Discutíamos la imposibilidad (e incapacidad) que hemos tenido de rescatar al sujeto universitario que propone, que reflexiona y que construye visiones diferentes de nuestra sociedad y nuestro Estado desde todas las trincheras profesionales. Nuestro punto de partida era una historia compartida, en la que los referentes universitarios si bien en su mayoría eran sancarlistas, los landivarianos nos mirábamos en aquellos jóvenes que trabajaron por un país mejor desde las aulas. Es una historia que no es exclusiva y que trasciende las identidades universitarias parceladas para convertirse en la herencia de todos aquellos que vemos en esas luchas un ejemplo para el presente.
Con ese espíritu creíamos que ya era hora de sentarse a discutir. Estudiantes landivarianos de Derecho, Ciencias Económicas, Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, con el imprescindible apoyo del periódico Brújula de la URL, nos dimos cita para reflexionar sobre lo que creíamos era lo que nos daba nuestra identidad landivariana e ignaciana. Discutimos en los siguientes meses sobre la historia de voces valientes de las universidades jesuitas en Centroamérica, y de la especificidad de la URL en el contexto de su creación y en la actualidad. Pensábamos en aquellos landivarianos, estudiantes de su tiempo, que también, desde una universidad privada como “el colegiote”, no callaron las injusticias y se comprometieron con la transformación de su país.
Existe entre muchos landivarianos, la opción por ser consecuentes con el discurso que se nos ofrece desde nuestros cursos y desde la filosofía de nuestra casa académica. Más allá de lo que falta o de lo que no se hace en la URL, creemos en lo que podemos aportar para lo que se pueda construir desde adentro. Creemos que el diálogo, como se nos ha dicho tantas veces en la Landívar, es un primer paso para acercarse y construir. Por eso, con el afán de asumir con todas sus letras lo que significa ser joven y universitario en Guatemala, decidimos intentar con algo pequeño.
Compartimos nuestra idea en diciembre con algunos estudiantes de San Carlos que se habían sumado a la discusión en octubre, e invitamos a algunos otros a ser parte de una propuesta en construcción. La respuesta fue inmediata, luego de una reunión donde se nos mostró que existen algunas diferencias entre sancarlistas y landivarianos pero (y más importante) también es real la voluntad de querer conocerse para comenzar a caminar juntos en la conformación de un ser universitario comprometido con el ideal de la vida digna.
El jueves 23 de febrero la “Jarrillita Histórica” se llevó a cabo. Sabemos lo importante de nuestra historia y cómo en la actualidad se lleva una lucha por la verdad, la justicia. No darle la espalda a una historia que está hecha de vidas humanas truncadas violentamente, muchos de ellos universitarios como nosotros, fue nuestra manera de comenzar. No olvidamos que el 25 de febrero de cada año, se conmemora el Día Nacional de la Dignidad de las Víctimas del Conflicto Armado y que toda institución educativa (por ley) debe dar el espacio necesario para hablar de aquellos que ya no están con nosotros.
Más de 70 estudiantes de San Carlos y de URL se dieron cita para compartir juntos, gracias a las Asociaciones Estudiantiles de Políticas de las dos universidades. Se invitó a ocho personas, tanto de la URL como de la USAC para que nos compartieran desde su experiencia de vida lo que el Conflicto Armado ha sido para Guatemala. Estudiantes, junto a directores de institutos de investigación, miembros de organizaciones como Redes89 e H.I.J.O.S, investigadores y catedráticos lograron, como se dijo ese día, hacer historia colectiva.
Un primer paso que, seguro, tendrá un segundo.
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