Al igual que su contraparte, el partido republicano está envuelto en un proceso de primarias internas intenso y sumamente competitivo. Los dos candidatos que van a la cabeza de la carrera y quienes se están peleando la nominación son Newt Gingrich y Mitt Romney. Similar a las primarias demócratas del 2008, las campañas de los candidatos han sido caracterizadas por enormes sumas de dinero y campañas negras con tintes muy personales. Por lo que ambos candidatos tratan de no errar y así cuidar sus campañas de ataques. Mitt Romney es quien actualmente encabeza las encuestas ya que ha cosechado triunfos en Iowa, South Carolina y el domingo pasado en Florida.
Sin embargo, la celebración del domingo le duró solamente tres horas a Mitt Romney ya que cometió un grave error al declarar públicamente que ni a él ni a su campaña le preocupan los extremadamente pobres del país. Inmediatamente recibió críticas de la prensa a las cuales él respondió que este sector poblacional contaba con una amplia red de seguridad. El candidato se refirió a los diferentes programas sociales que existen en Estados Unidos como Medicaid y los sellos a cambio de comida, y resaltó que él iba arreglar las deficiencias de estos programas para hacerlos más accesibles. Cuando fue entrevistado por CNN, el candidato reiteró que el principal enfoque de su campaña es el rescate de la clase media.
Sin embargo, los programas sociales que el Gobernador Romney asegura protegen a la población más vulnerable, han sufrido en los últimos años recortes significativos a manos del partido que desea representar. En los últimos dos años, los legisladores republicanos han propuesto y aprobado medidas para recortar el financiamiento a los programas que promueven la seguridad social. Los recortes financieros que ha experimentado el seguro social en Estados Unidos han resultado en la disminución en el acceso a dichos programas. Por lo tanto, resulta una medida contradictoria ya que en tiempos de recesión económica es cuando la gente necesita más que nunca la ayuda de estos programas. Las declaraciones del candidato Mitt Romney no solamente muestran una irresponsabilidad política sino también su falta de contexto social. Según un estudio realizado por el Census Bureau en el 2010, 2.6 millones de estadounidenses descendieron a la pobreza y conforman los 46.2 millones de personas que viven bajo la línea de pobreza. Esta es una cifra devastadora, ya que esta entidad calcula que el 15% de la población de Estados Unidos es pobre, el porcentaje más alto que se ha visto en los últimos 52 años.
Las contradicciones no solo se encuentran dentro del partido republicano sino que las podemos observar en las propias declaraciones de Romney. A pesar de que él ofrece fortalecer los programas de seguro social y ampliar su base de beneficiarios, sus políticas apuntan otra realidad. Durante su campaña electoral, el mismo Mitt Romney ha hecho un llamado a recortar el gasto federal y el financiamiento de las redes del seguro social. Por ejemplo, propone recortar un 5% de todos los gastos discrecionales lo cual implicaría una reducción significativa al financiamiento del seguro social. La restructuración de dichos programas no significa una mejoría sino una disminución de sus alcances y sus beneficiarios. Por ejemplo, el candidato pretende que Medicaid, un programa de seguro médico, se obtenga a base de concesiones y bajo un proceso de selección, eliminando a los candidatos con más necesidades.
No es la primera vez que Romney muestra su pobre concepto de la realidad que viven los americanos, ya que en el pasado ha dado declaraciones similares. Por ejemplo, durante un mitin político afirmó que a él le gustaba despedir a las personas que proveían servicios, sin tener en cuenta que el porcentaje de desempleo en Estados Unidos llega a un 8.5%. Según su campaña, su mayor enfoque es la clase media, sin embargo, durante un rally declaró que los juicios hipotecarios deberían proceder hasta que tocaran fondo lo cual dejaría a la clase media en una posición vulnerable. Mitt Romney es uno de los empresarios más ricos de Estados Unidos, a quien los problemas del average joe no le afectan ni mucho menos los entiende.
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