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La inmigración sube, el crimen baja

Los índices de criminalidad descendieron en el período en que la inmigración aumentó. Los datos del UCR del FBI muestran los índice se incrementaron levemente en 2005 y 2006 (época en que la inmigración estaba en descenso), según el Centro Hispánico Pew.
“En lugar de sufrir un aumento continuo en las cantidades de inmigrantes, como es percibido comúnmente, Estados Unidos experimentó un drástico incremento en los flujos migratorios en la última década y este tuvo un inicio, un punto medio y un final definidos”.
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La inmigración sube, el crimen baja

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Expertos y el FBI sostienen que la inmigración indocumentada no ha incrementado el crimen en Estados Unidos. Sin embargo, algunos políticos y la policía continúan insistiendo en lo contrario.

Por Cristina Rayas, de News21.com
(traducción de Margarita Cano, Plaza Pública)

Las primeras víctimas en la batalla de palabras sobre la inmigracion indocumentada parecen ser los hechos.

La retórica política sobre una ola de crímenes que inunda la nación desde la frontera sur está equivocada, de acuerdo a la confiable y muy usada información de reportes de crimen. La delincuencia ha bajado en Estados Unidos, a nivel nacional y a lo largo de la frontera.

Además, en un muy irónico giro, nuevas investigaciones demuestran que realmente los migrantes de cualquier tipo pueden ayudar a crear comunidades más seguras.

Mientras tanto, los migrantes latinos que llegan o ya se asentaron en Estados Unidos continúan siendo señalados como graves amenazas al país.

Los números

Según el cálculo más reciente de la Oficina de Estadisticas de Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, unos 10.8 millones de migrantes no autorizados viven en Estados Unidos. Este número de inmigrantes tuvo una tendencia al alza desde 1990 al 2000 y luego descendió alrededor del 2004, de acuerdo con el Centro Hispánico Pew, una organización investigativa no partidista. (Expertos han debatido si el descenso a mitad de la década de 2000 fue causado por el aumento de protección fronteriza, las tendencias económicas u otros factores).

Así como la inmigración indocumentada a Estados Unidos ha descendido en los últimos años, la violencia ha escalado en México a causa de las actuales guerras entre carteles de narcotraficantes y entre estos y el mismo Gobierno. Alguna de esa violencia se ha acercado a la frontera y, en ocasiones, la ha rebasado.

Sin embargo, durante el período de gran incremento en la inmigración, de principios de 1990  hasta inicios del 2000, el índice nacional de criminalidad descendió, año tras año, según el Uniform Crime Reporting Program del FBI. Los datos del FBI muestran que las tasas de delincuencia bajaron cada año de 1992 hasta el 2004. Durante este período, la inmigración de personas indocumentadas alcanzó su punto máximo, según el Centro Hispanico Pew.

“En lugar de sufrir un aumento continuo en las cantidades de inmigrantes, como es percibido comúnmente, Estados Unidos experimentó un drástico incremento en los flujos migratorios en la última década y este tuvo un inicio, un punto medio y un final definidos”, escribieron Jeffrey S. Passel y Roberto Suro, investigadores de Pew, en su reporte de 2005. “Desde principios de los 1990 hasta la mitad de la década, cada año, un promedio de un poco más de 1.1 millones de migrantes llegaron a Estados Unidos. En los puntos máximos, 1999 y 2000, la afluencia anual era casi un 35% más, llegando a 1.5 millones de migrantes. Para el 2002 y 2003, la cantidad de personas entrando al país había vuelto a la marca de 1.1 millones”.

(Gráfico: Rethinking Crime and Immigration, Robert Sampson, Contexts Magazine, Winter 2008 Issue.)

Entonces, los índices de criminalidad descendieron en el período en que la inmigración aumentó. Los datos del UCR del FBI también muestran los índice se incrementaron levemente en el 2005 y 2006, período en que la inmigración estaba en descenso, según el Centro Hispánico Pew.

Para la fecha en que los legisladores de Arizona empezaron a debatir por primera vez la controversial ley de inmigración, SB 1070, y otras leyes “endurecidas” concernientes a la inmigración, el crimen y la inmigración estaban en declive a nivel nacional. De 2007 a 2009, la tasa de crimen nacional se redujo, y también lo hizo la inmigración indocumentada. 

Las aproximaciones iniciales, divulgadas en diciembre de 2009 como parte de las estadísticas de crimen violento del Reporte Uniforme Preliminar Semianual de Crimen, muestran que los índices nacionales de criminalidad siguen decreciendo. Comparado con 2008, los crímenes violentos disminuyeron en un 4.4% y los crímenes de propiedad, un 6.1%. La región fronteriza ha disfrutado de ese descenso junto con el resto del país, un hecho que el presidente Barack Obama señaló en su discurso sobre inmigración en julio de 2010. 

La historia de Arizona

Los creadores de la nueva y dura ley de inmigración de Arizona, la SB 1070, que puso al Estado en el centro de la atención nacional, originalmente la llamaron la “ley para apoyar la aplicación de la ley y los vecindarios seguros”, y argumentaron que la ley es una política seria para el combate del crimen.

(Partes de la SB 1070 han sido suspendidas por un juez federal).

Jan Brewer, gobernadora de Arizona y defensora de la SB 1070, ha hecho declaraciones inexactas sobre como la mayoría de indocumentados tienen antecedentes criminales y conexiones con el trasiego de droga transfronterizo. Estas afirmaciones han sido escasamente refutadas por los oficiales encargados de aplicar la ley.

Los inmigrantes que cruzan la frontera sin documentos o que permanecen en el país de forma ilegal, están violando la ley federal. Sin embargo, oficiales de las patrullas fronterizas  estiman que un 80% de los detenidos por la agencia en el área más concurrida —la frontera sur de Arizona— no tienen ningun otro récord criminal. 

A pesar de las fotografías que son mostradas regularmente en las cadenas televisivas, de personas saltando las cercas en la frontera, una gran parte de los inmigrantes llegaron inicialmente sin documentos en regla a Estados Unidos. Se estima que un 40% son personas que se quedan más tiempo del permitido por su visa, que son bienvenidos al país por el Departamento de Estado y caminan, conducen o vuelan por la frontera legalmente, de acuerdo con Bernard Schwartsz, un investigador del Council on Foreign Relations, organización no partidista. En marzo de 2010, Shwartz le señaló al Comité de Seguridad Nacional del Senado que múltiples grupos, incluido el Servicio de Inmigración y Naturalizacipn (antes de ser reorganizado y que se le cambiara el nombre) y el Centro Hispánico Pew, había decidido que la cifra era alrededor del 40%. Sin embargo, Schwartz destacó que eso es solo un estimado ya que el Gobierno “aún no tiene un método totalmente confiable para detectar a aquellos que permanecen más tiempo de lo permitido”.

Ya sea que crucen las cercas y caminen a través del desierto o entren por aire y con visa, la mayor parte de inmigrantes entran a través de la frontera sur de Arizona. Cuando se implementaron medidas de seguridad más duras a mediados de los 90 en California y Texas, se creó un efecto de embudo hacia Arizona.

La patrulla fronteriza de ese estado es ahora la más ocupada del país y el Centro Hispánico Pew ha demostrado que el Condado Maricopa, que incluye a la ciudad de Phoenix y sus suburbios, casi dobló su población hispánica entre 1990 y 2000. La población hispánica en Phoenix aumento aún otro 60% entre el 2008 y 2008. Este crecimiento se deriva de la inmigración indocumentada, hispanos nativos e hispanos que son residentes legales y han migrado a este estado. Después de 18 años de este explosivo crecimiento, el área mayor de Phoenix ahora tiene la quinta población hispánica más grande del país, después de Los Angeles, Houston, Chicago y Miami. De acuerdo con Pew, 30% de los hispanos en Phoenix son probablemente inmigrantes sin documentos legales.

Especificamente para Arizona, el Reporte Uniforme de Crimen del FBI muestra que el crimen ha disminuido en años recientes y ha tendido a decrecer en seis de los últimos nueve años, al mismo tiempo que la inmigración aumentaba.

Los crimenes violentos especialmente, se redujeron en el estado entre 2001 y 2004. Aumentaron en 3005 y 2006 y luego volvieron a reducirse del 2007 al 2009. Las últimas estadísticas oficiales del programa del Reporte Uniforme de Crimen muestran que la tasa de crímenes violentos del 2008 en Arizona es más baja que el promedio nacional, siguiendo con la tendencia que ha estado ocurriendo desde antes del debate sobre la SB 1070. El número de crímenes violentos en las tres ciudades más grandes de Arizona —Phoenix, Tucson y Mesa— son también bajos.

Cuando en abril de 2009 Forbes publicó su lista de las ciudades más peligrosas del país, basada en las estadísticas del Reporte Uniforme de Crimen del FBI de ciudades con más de 500 mil habitantes, ciudades fronterizas que entrarían en esta categoría, como El Paso, Texas, o San Diego, California, no aparecían. Detroit, Memphis y Miami fueron las ciudades con las tasas de crímenes violentos más altas. Phoenix no aparece en la lista.

A pesar de esas cifras, algunos oficiales de Arizona, como el representante John Kavanagh, R-Fountain Hills, dicen que estas no muestran una imagen exacta de la realidad.

“Este último análisis sobre una reducción en el crimen en Arizona es muy engañoso. Primero que nada, el crimen en general está disminuyendo en el estado. Pero si se divide entre áreas metropolitanas y areas no metropolitanas, podemos ver que el crimen en las áreas no metropolitanas está, de hecho, aumentando un 30% o 40% . Estoy hablando de crímenes violentos. Y puedo asumir que mucho de esto se debe a crímenes cometidos en ciudades fronterizas por inmigrantes ilegales”, dijo Kavanagh.

 Sin embargo, al analizar las estadísticas de las áreas no metropolitanas de Arizona del FBI para 2007 y 2008 (las de 2009 no han sido publicadas) los crímenes violentos también han disminuido en estas áreas. Hubo 347 menos crímenes violentos reportados, un descenso del 26%.

Aún así, el sheriff Paul Babeu, el principal hombre de ley en el area rural/suburban del Condado Pinal, dice que el observa actividades criminales que pueden no ser registradas en el sistema de reportes del FBI. Indica que muchas de ellas están relacionadas con contrabando transfronterizo y trafico de drogas. Se ha unido al senador John McCain, originario de Arizona, en hacer un llamado al presidente Obama para que envíe tres mil guardias a patrullar la frontera. 

Babeu dice que la búsqueda de supuestos traficantes de drogas se ha vuelto mucho más común en los últimos años para sus oficiales.

“Esta gente actua como loca, pone a otras personas en peligro, incluyendo a nuestros oficiales y nuestros ciudadanos”, dijo Babeu.

La oficina del sheriff entregó a más de cien personas indocumentadas a la patrulla fronteriza entre enero y mayo, acusando a 41  por contrabando de drogas. Babeu dice que él apoya la SB 1070 como otra manera de combatir el crimen.

“Sin importar cuál sea su opinión política, entonces esta [SB1070] se le entregó a los oficiales de policía,” dijo Babeu. “Nosotros no escribimos esta ley. De hecho, yo no creo que sea la solución, pero la apoyo porque la uniformidad de su aplicación…nos da otra herramienta”.

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