La primera gran conclusión es que la tónica general del estudio está teñida de una sensación de crisis y de urgencia por resolver lo que se percibe un entorno conflictivo e incierto, que aunque parece no entrar en lo inmediato en crisis, si representa ciertos peligros de involución o estancamiento:
“Aunque existe un malestar ciudadano con la democracia y sus resultados sociales, la asistencia a las elecciones ha tendido a aumentar, y las redes verticales a las que se hizo antes referencia han contribuido a establecer una suerte de intermediación adversa en la que, a pesar de todo, la población recibe ciertos beneficios del proceso político. No existe un apoyo explícito y entusiasta al arreglo político, pero tampoco existe una oposición generalizada y organizada al mismo”. Ricardo Saenz de Tejada
Paradójicamente, esa sensación de crisis es ya una percepción generalizada que es común que se exprese sobre la situación política de Guatemala, algo que fue denominado por un colega analista como los “profetas de un desastre” que nunca termina de llegar.
El segundo aspecto medular es intentar caracterizar el tipo de arreglo político vigente en Guatemala y las posibilidades reales de alterar la correlación de fuerzas que lo sostiene, de forma que se transite a una forma cualitativamente diferente de sociedad en la que haya más capacidad de integrar a los grupos, tradicionalmente excluidos.
La idea central común que se desprende sobre el arreglo político vigente en Guatemala determina que en el ambiente político, difícilmente existen lealtades afincadas en identidades de actores colectivos como Partidos Políticos o movimientos sociales de amplia base, ya que muchos movimientos y actores sociales terminan siendo identificados casi por entero a personajes notables que se preocupan muy poco por la rotación de los liderazgos, lo que determina un sistema político altamente personalista y volátil, haciendo muy complejo el análisis de mediano o largo plazo.
Las complejas negociaciones en el Congreso de la República en la elección de la Junta Directiva del 2015 es un claro ejemplo de ello: en palabras de un diputado presente en el coloquio, “los arreglos que se hacen en la mañana, se desvanecen en la tarde para dar paso a un nuevo arreglo político”: de ahí la frase que caracteriza el ambiente político de Guatemala: “Del plato a la boca, se cae la sopa”.
Al respecto, me viene a la mente una imagen que vi en un grupo que se formó en la red social, Facebook, para conmemorar los 70 años de la Revolución de Octubre: una fotografía que muestra a dos de las principales figuras de esa gesta heroica, me refiero al capitán Jacobo Árbenz y el teniente coronel Francisco Javier Arana: la historia demuestra que buena parte del fracaso de ese breve período de nuestra historia está marcada fuertemente por esa tendencia fuertemente centrífuga, basada en liderazgos personales hondamente arraigados, que llevaron al fracaso de la Revolución de Octubre.
Estas palabras, atribuidas al expresidente Árbenz, lo sintetizan magistralmente:
“El doctor Arévalo siempre quiso que Paco Arana fuera su sucesor. De haber realizado sus deseos tal vez, sólo tal vez, las cosas se hubieran salvado y nosotros no estuviéramos aquí… pasando frío” Jacobo Árbenz
Continuará
* http://www.congcoop.org.gt/noticias/447-estudio-mapeo-del-arreglo-politi...
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