A la hora de rajar ocote, el panorama es cuesta arriba: los recursos son limitados, los ofrecimientos muchos. Pero la limitante más importante es la confluencia de los intereses. Unos quieren halar por un lado, otros en distintas líneas. El Presidente se convierte en la fuente de los acuerdos, en el principal mediador; la persona que debe priorizar a qué se le entra, qué se descarta, qué se deja para después. Es el depositario de la búsqueda constante de la congruencia en todas sus decisiones...
A la hora de rajar ocote, el panorama es cuesta arriba: los recursos son limitados, los ofrecimientos muchos. Pero la limitante más importante es la confluencia de los intereses. Unos quieren halar por un lado, otros en distintas líneas. El Presidente se convierte en la fuente de los acuerdos, en el principal mediador; la persona que debe priorizar a qué se le entra, qué se descarta, qué se deja para después. Es el depositario de la búsqueda constante de la congruencia en todas sus decisiones. De allí que sea preocupante la reciente redesignación del Ministro de Salud.
Varios factores afloran: en contra de la Ley de Probidad, se nombró a una persona con una cantidad industrial de denuncias. Si bien queda duda sobre el contenido de los recursos en su contra, es indudable que tener más de 20 expedientes abiertos, con toda una gama de delitos de por medio, debiese haber sido el cuestionamiento principal para ni siquiera pensar en nombrarlo. ¿No hay otros profesionales de iguales o mejores calidades? ¿Cuál es la insistencia para nombrarlo contra viento y marea? Otro aspecto es el perfil del cuestionado. El manejo de la acumulación de crisis en el sector salud no es terreno para nombrar a un profesional de la medicina. Su formación y experiencias van en otros sentidos. Zapatero a sus zapatos. Las mafias corporativas que operan al interior de ese ministerio requieren de todo un equipo, previamente capacitado, con conocimiento de la cancha a la que se deberán enfrentar, donde las improvisaciones se pagan caro.
Una muestra de la importancia de la congruencia. Los discursos de la transparencia y la lucha en contra del clientelismo político se topan contra crudas realidades: el programa de fertilizantes, es en síntesis, una creación orientada desde su diseño para generar negocios de unos y clientelismo para otros. Ese programa no resuelve nada de fondo; solamente desvía las miradas.
El asunto no es fácil, pero luchar en favor de la congruencia exige enderezar a tiempo aquello que se quiere salir del diseño previsto. Eso tiene sentido en la parte inicial. Una vez enfilado el vehículo, las posibilidades de direccionalidad se complicarán más por la velocidad que imprimen las personas y sectores interesados en la inviabilidad de toda iniciativa, como lógica rectora.
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