Institucionalidad migratoria parsimoniosa e ineficaz

Durante más de un año, esta institución, responsable de acompañar a los migrantes en el extranjero, estuvo acéfala, paralizada, y durante meses sus trabajadores estuvieron sin recibir su salario.

Cuando finalmente, el pasado 20 de marzo de este año, el Congreso de la República eligió al titular del Conamigua, desestimó a la persona que mejor calificaba al cargo, el chimalteco migrante Marvin Otzoy Tubac, el único que dejaba clara su relación y trabajo directo con la comunidad de migrantes en Estados Unidos, así como su experiencia en temas migratorios. Lamentablemente, los diputados hicieron oídos sordos a los migrantes y a grupos de la sociedad civil en Guatemala que lo respaldaban y, por el contrario, nombraron como secretario a Carlos Rolando Narez Noriega, de quien se sabe que posee la licenciatura y la maestría en Comunicación y que entre 2011 y 2017 trabajó en el Registro Nacional de las Personas (Renap).

Habrá que ver si Narez da la talla para el puesto y logra recuperar el Conamigua, establecer una relación permanente con las comunidades y organizaciones de la población guatemalteca en Estados Unidos y en Guatemala e implementar planes de incidencia con las autoridades de ambos países.

Siendo el Conamigua la única instancia gubernamental que por mandato legal tiene asignadas las funciones de proteger, atender y brindar asistencia y auxilio a los migrantes guatemaltecos y a sus familias en Guatemala, así como a los migrantes que se encuentran en el territorio nacional, se espera que el titular cumpla con este mandato.

El señor Narez debería solicitar de manera urgente a la Contraloría General de Cuentas una auditoría al consejo a fin de conocer las condiciones en que la nueva secretaría ejecutiva recibe el puesto.

Se espera que, con la asignación del secretario ejecutivo y de la subsecretaria del Conamigua, la institucionalidad relacionada con el tema migratorio deje la inercia y se mueva a la formalización de la Autoridad Migratoria, de modo que se pueda conocer el plan de transición de la nueva institucionalidad creada a raíz del nuevo Código de Migración, decreto 44-2016.

Como un proceso de transparencia, consulta e inclusión, se espera que, previo a la aprobación de los reglamentos de este nuevo Código de Migración, la Autoridad Migratoria comparta los reglamentos con organizaciones de la sociedad civil que trabajan en temas relacionados con investigación, incidencia y atención de la población migrante, ya que, desde su experiencia, seguramente podrán ofrecer elementos importantes para lograr los tres aspectos clave del Código de Migración: el derecho de migrar, el derecho migratorio y el derecho del migrante.

Claro está que la sociedad civil de Guatemala y las organizaciones de migrantes en Estados Unidos debemos desempeñar un rol activo, ser vigilantes del trabajo del Conamigua y de la Autoridad Migratoria, para que se cumpla la nueva legislación, ya que queda claro que este gobierno, sin presión social, no lo hará.