Muchos se endeudan porque el mandamiento navideño es “gastar y gastar” –se tenga o no el dinero–, tanto, que he escuchado promociones que invitan a comprar y comenzar a pagar las deudas hasta el otro año. Independientemente de si para usted tiene algún significado o no la navidad, mi consejo es que no se sume a esta gran oda al consumismo y trate que los más pequeños dejen el chip del consumismo y materialismo.
Pero si aún usted gusta de esta tradición de regalar, aquí, cuatro simples consejos:
- No regale juguetes ni prendas sexistas.
- No regale juguetes bélicos.
- Compre a pequeños comerciantes en lugar de a las grandes marcas.
- Haga regalos usted mismo con material de reciclaje.
Hace poco vi un anuncio de ropa infantil. Habían un niño y una niña, blancos y canches, como para que se vean “bonitos”. El niño tenía una playera de un superhéroe y la niña de una princesa. Los superhéroes son los que vuelan, luchan y salen al mundo. Las princesas son las que se mantienen bonitas, encerradas en un castillo, esperan a ser salvadas por un príncipe y, solo así, serán “felices para siempre”.
Lamentablemente, las jugueterías están divididas en el área de niños y el de niñas. El de niños está repleto de colores azules y oscuros; el de las niñas de colores rosas y claros. El área de niños tiene carritos, trenes, naves, superhéroes, monstruos, armas, dinosaurios, pelotas, bates, etc. El área de niñas está plegada de Barbies con casitas, princesas, muñecas para cargar como bebés, carruajes, cocinitas con comidita, canastas para ir al mercado, salones de belleza, planchitas, kits de limpieza, etc.
Pero, ¿por qué no dejar que los juguetes sean simplemente eso, juguetes para jugar y divertirse, en lugar de tener que clasificar “para niños” y “para niñas”? Desde pequeños se les encasilla a los niños y niñas en un rol, se les adoctrina para que vayan cumpliendo un papel y se les va entrenando para lo que les espera en su vida de adultos.
Seguramente a muchos les daría miedo atravesar estos estereotipos porque sus hijos se pueden volver “huecos” y a sus hijas les podría faltar ser lo suficientemente “femeninas”. Sin embargo, ya en otros países avanzados esto comienza a ser una realidad, especialmente en Europa. Hace poco vi un catálogo de una juguetería con niños jugando en cocinitas y niñas manejando carritos.
Evite los juguetes bélicos, todo tipo de armas para matar, destruir y en general, producir violencia. Una pistolita de regalo debería ser un mal chiste en un país con tantas muertes, sicarios y niños sicarios.
Procure comprar a empresas pequeñas o trabajadores por cuenta propia. Por ejemplo, las amigas que venden por Facebook o por catálogo, los artesanos que hacen bisutería y otras manualidades, los comerciantes que poseen pequeñas tiendas a nuestros alrededores, puestos en el mercado, etc. También se están promocionando varios espacios de comercio justo. O bien, intente hacer sus propios regalos con material de reciclaje.
Hay muchas opciones antes de ir a llenar el bolsillo de las grandes tiendas y transnacionales (varias acusadas de explotación y pésimas condiciones laborales). Que en esta época donde la economía se ve afectada, el dinero que circule llegue a las personas comunes y no a las grandes multinacionales.
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