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Home…sweet home

Por alguna razón afectiva, cultural e histórica estas personas, tienen vínculos insondables –al menos para mí- que los unen a esta tierra, como yo los tengo con la mía. Ningún árbol puede crecer ni afianzarse sin cepa. Muerta la raíz, muerta la cepa… muerta la esperanza.
Tipo de Nota: 
Opinión

Home…sweet home

20 de Enero de 2012
Palabras clave

Querido Ramón, mientras leía tu última carta mi mente fue asaltada por recuerdos de encuentros breves, fortuitos pero densos en reflexiones. Su huella no la definió el tiempo, sino la sustancia del ejemplo. “Home… sweet home” murmuró aquel haitiano, poco antes de aterrizar en el aeropuerto Toussaint Louverture.

Habían transcurrido pocos meses desde el terremoto de 2010. Compartió el asiento de al lado. Ambos lucíamos ansiosos, aunque yo sabía exactamente el motivo de mi inquietud.

Había dejado todo en Guatemala para ir a residir a un país asolado y culturalmente distinto. No era la primera vez que lo hacía, pero sí nuevas las circunstancias. El sobre peso de mis dudas, nostalgias y responsabilidades transitó oculto, así que, para mi fortuna, me libré del pago de impuestos. Esa es la venta...

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