Hay datos muy precisos que hacen a este proceso electoral un escenario complejísimo de predecir.
Primero, esta es la elección en la cual el “voto temprano” jugará un papel clave.[1] Segundo, dos estados en apariencia “bastiones” para el Presidente Obama, Nueva York y New Jersey, podrían tener complicaciones debido a las dificultades de movilización para los votantes en razón del desastre dejado por el huracán Sandy. Los puestos de votación en las áreas afectadas han sido movidos, que sumado a la tormenta de nieve-lluvia que afectará la costa Este el día martes (además de la escasez de gasolina) pueden seriamente afectar la movilidad de los votantes.
Un tercer escenario, poco mencionado, tiene relación con el carácter heterogéneo del voto hispano que no es necesariamente Demócrata en su totalidad. En Florida por ejemplo, (otro Estado clave y tal vez, ganado por los republicanos) tanto la comunidad “gusana” como la comunidad puertorriqueña se inclinarán por los republicanos. Pero también en Estados como Arizona y Texas, el mercado México-americano resulta que no es totalmente Demócrata, en particular las comunidades “chicanas” conversas al pentecostalismo extremo, que al igual que los grupos puertorriqueños en la Florida, han emigrado a la derecha-evangélica-fanática; y seguramente prefieren votar por un “mormón light”,[2] que por un político que desea imponer el criterio de la ciencia en las decisiones morales extremas (particularmente el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo).
Al margen de lo anterior. ¿Qué pasará la noche de la elección? Recuérdese el número mágico: 270 colegios electorales.
El escenario iniciará con 237 votos para el presidente Obama y 206 para Romney (dada la estructura rígida del sistema de colegios electorales). De allí en adelante, Florida dará 29 votos a Romney (235); Virginia (13), Colorado (9), además de New Hampshire (4) serán republicanos y entonces, darán un total 261 votos electorales. Barack Obama tendrá Wisconsin, Iowa y Nevada (por escaso margen) con lo cual sumaría 22 votos electorales (en total por los tres Estados) y sumaría 259. Puesto que estados como Pensilvania y Michigan no son terreno de Obama al cien por ciento, el Partido Demócrata explotará toda su fuerza en Ohio; particularmente haciendo énfasis en que dicho Estado tiene una tasa de desempleo menor a la media nacional, debido a la política de estímulo del presidente Obama, que fue dirigida hacia la industria automotriz de este lugar.
Los republicanos, que no tienen ni Pensilvania (no la han ganado desde 1989) y tampoco Michigan, se concentran –y ganarían– en Virginia (sobre todo el norte de Virginia), Carolina del Norte y Colorado, pasando de 261 (nuestro último dato) a 298.[3]
No creo que la victoria sea tan apabullante, pero sí –aunque no es mi preferencia– supongo al momento de escribir esta pieza que Romney ganará. En particular si la decisión del voto se deja influenciar por la Jesus supermarket theology, la falta de comprensión de la ciencia económica no ideologizada y un voto puesto con las billeteras vacías.
Ante lo último no hay marketing político que valga.
[1] Uno de los Estados claves para ambos partidos, Ohio- si no es que el Estado clave- reporta ya más de 1 millón de votos emitidos en el rublo de “voto temprano”. De los 7.9 millones de votantes registrados en Ohio, 1.6 millones de personas ya habían emitido su voto el día viernes 2 de noviembre. Sin embargo, la disputa ya inició con el hecho de que buena parte de esos votos podrían ser anulados debido a formas incorrectas de llenado en lo que respecta a la boleta. Y esto es serio, debido al peso que Ohio tiene, pues ningún candidato gana la Presidencia sin ganar el voto electoral de Ohio.
[2] George Bush Jr. tenía originalmente la religión “cervecera”, al igual que muchos cristianos fanáticos. Pero posteriormente, creía que Dios le hablaba cada mañana. Romney proviene de una religión que afirma que “el Dios que creó este mundo habita en un planeta aún no descubierto por la ciencia”. Entre fanáticos apocalípticos-neo pentecostales, el partido del té y el mormonismo subyacente en Romney, el mundo civilizado no tiene mucho futuro…
[3] Esta es la suposición de los estrategas de Romney expresada ayer a CBS, una victoria de Romney cercana a los 300 colegios electorales.
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