Mientras en Guatemala aún se debate en la agenda nacional el tamaño del Estado, en Costa Rica el discurso está orientado a la calidad del gasto público en educación. Un país con tres veces menos habitantes (5 millones) pero con un presupuesto público tres veces más grande que en nuestro país, siendo de aproximadamente $22,800 millones es por ello que el 100% de sus escuelas primarias tienen conexión a internet.
La Ley Nacional de Educación promulgada en 1991 establece en su artículo 89 que, dentro del régimen económico financiero para la educación nacional, los ingresos provenientes del presupuesto de la Nación no deben ser inferiores al 35% de los ingresos ordinarios del Estado. La misma Ley en su artículo 102 establece que el Estado debe realizar las acciones pertinentes para elevar la asignación al sector educación hasta el 7% del PIB. Con las cifras de 2014, eso significaría que se debieron haber destinado Q31,960.2 millones, teniendo pues una brecha de Q17,668.0 millones, incluso mayor al presupuesto vigente.
¿Cómo financiar esa brecha? Icefi ha reconocido que existen al menos ocho aspectos en los cuales se puede trabajar y se identifican los compromisos que cada Organismo del Estado deben asumir:
1. Mayores asignaciones. Guatemala debe pasar de la discusión sobre el tamaño del Estado en la sociedad. Resulta incongruente pedir resultados de calidad cuando hay cerca de 4.2 millones de niñas, niños, adolescentes y jóvenes fuera del sistema educativo.
2. Equidad en la educación pública. Una vez en el sistema educativo, este debe priorizar la atención para aquellos grupos históricamente excluidos así como diseñar programas para incluir en la escuela a niñas y niños en extrema pobreza. Se debe reconocer la educación bilingüe intercultural como prioridad en el presupuesto del Ministerio de Educación.
3. Transparencia en las finanzas públicas. La moral tributaria de los contribuyentes y la sociedad se ve fortalecida con procesos de rendición de cuentas, acceso a la información. También se debe fortalecer las instituciones que velan por la transparencia en el país y fomentar de la participación ciudadana no solo en la formulación del presupuesto sino en sus demás etapas.
4. Calidad del gasto público y gestión por resultados. No se trata únicamente de asignar y ejecutar un mayor presupuesto solo por mandato legal, ello debe estar vinculado a resultados de política pública como por ejemplo, aumento en las tasas de matriculación, profesionalización docente y/o, proporción de alumnos que alcanzan el logro en pruebas de lenguaje y matemática
5. Reducir y no apoyar más exenciones fiscales. Al momento de escribir este texto, se encuentran en el Congreso de la República iniciativas que, bajo el pretexto de atraer más inversiones o mejorar el deporte, podrían reducir significativamente los ingresos públicos y con ello las posibilidades de financiar la educación, en particular ,y el desarrollo, en general.
6. Compromiso del Organismo Ejecutivo. Para llevar a cabo su planes necesita al menos tres fuentes de financiamiento: i) empresas públicas (inexistentes en Guatemala), ii) deuda pública (con margen mínimo de maniobra), iii), ¿INGRESOS TRIBUTARIOS? única fuente que se tiene con posibilidad de mejorar los ingresos del Estado. Para ello se requiere fortalecer la Administración Tributaria disminuyendo los niveles de evasión, elusión y contrabando.
7. Compromiso del Organismo Legislativo. Más que promulgar leyes, debe velar que los presupuestos de la Nación reflejen un fiel cumplimiento del Estado para satisfacer la necesidad educativa de la niñez, adolescencia y juventud de la República.
8. Compromiso del Organismo Judicial. Al ser garante del Estado de derecho debe emitir resoluciones tendientes a que la población goce del mismo sin distinción de género, origen étnico, ubicación geográfica o credo religioso. Tristemente se recuerda el 7 de febrero de 2014 cuando se le negó a la Comunidad de Santa Lucía Utatlán en Sololá que sus hijos aprendan a leer y escribir en su idioma materno.
* El autor estudió economía, desarrollo y políticas públicas. Trabaja en ICEFI en el área de gestión pública para el desarrollo. La injusticia del hambre, de la enfermedad y del analfabetismo, le quitan el sueño y desde su espacio aporta a cambiar esas tristes realidades
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